El hecho ocurrió en Santiago del Estero y la víctima realizó la denuncia ante la Oficina del Menor, la Mujer y la Familia.

Todo comenzó en la vivienda que comparten. Ella descubrió que su marido había utilizado el teléfono que comparten para mantener un chat erótico con otra mujer, a través de una red social.

En su declaración ante la Justicia, la esposa aseguró que mantuvo la calma y que en silencio borró tanto el diálogo de su esposo como el contacto que ya había sido incorporado en la agenda.

Una hora después, el hombre le pidió nuevamente el teléfono y al descubrir que su charla fogosa no estaba, lejos de verse descubierto en el engaño, estalló de furia. El diario local El Liberal, relata que de los gritos pasó a los insultos y posteriormente a los golpes en presencia de sus dos hijos.