El próximo sábado 15 de mayo a más tardar, una mujer o un hombre, tendrá que estar encabezando el acto de asunción como defensor o defensora del Pueblo de la Municipalidad de Bariloche, por un periodo de cuatro años.

Esto es así, porque el mandato actual vence ese día, por lo que el lunes 17 de este mes, la persona elegida deberá incorporarse a trabajar, dándole continuidad a la vida institucional de ese organismo.

Sin embargo, a menos de dos semanas que esto suceda, se desconoce quién será el próximo defensor o defensora.

Sabido es, que son los concejales municipales de turno quienes deben elegir, de entre los 14 aspirantes al cargo. Pero hasta la fecha, ninguno de los 14 llena las expectativas de los ediles y así lo manifiestan, incluso, públicamente.

La persona seleccionada requiere de ocho votos, por lo menos, para ser elegida. Y como no hay acuerdos que satisfagan a todas las partes dentro de los bloques políticos que integran el Deliberante, la decisión se viene dilatando. Y se está especulando con que pueda llegar a tomarse en la sesión del 13 de mayo. Más sobre la hora imposible.

Inclusive, como el consenso no aparece, los concejales hasta barajan la posibilidad de declarar desierto el proceso y reiniciarlo, lo cual sería papelonezco e insólito.

A tener en cuenta: el 19 de marzo se cerró la inscripción y allí se dieron a conocer los 14 nombres que buscan encabezar la Defensoría del Pueblo. Mientras que el 30 de marzo, se realizó la correspondiente audiencia pública, donde cada uno de ellos presentó su proyecto de gestión, misiones y visiones, en caso de que les toque asumir esa responsabilidad.

Además, casi todos los candidatos, recorrieron uno por uno los despachos de los concejales, presentando su propuesta, su perfil, ideas y conocimiento para el organismo, siendo escuchados por los concejales. En algunas oportunidades en tándem y en otras ocasiones, a solas.

Asimismo, los medios de comunicación se han hecho eco de este proceso, y han realizado entrevistas, informes y descripciones de cada uno de los postulantes.

¿Quiénes son los 14? Juan Bellocq, Sonia Gutkin, Emiliano Guenin, Analía Woloszczuk, Violeta Gallardo, Alfredo Chaves, Ingrid Kuster, Carlos Sacchi, Sebastián Scheimberg, Teresita Méndez, Juan Inza, Celeste Ratto, Beatriz Oñate y Hugo Orsili.

Dentro de este listado hay de todo: militantes de partidos políticos, abogados, exasesores de bloques de concejales, exfuncionarios, empleados municipales, una periodista, un economista y hasta un chef.

Pero todo esto no ha sido suficiente, para que los concejales puedan ponerse de acuerdo y definir quién ocupará el sillón principal de la sede de la Defensoría del Pueblo ubicada en Quaglia 740.

Cada bloque expresó íntimamente sus intenciones y preferencias, pero nadie quiere cederle a otro bloque la titularidad del organismo. Por eso se había apuntado a deponer esas preferencias y buscar una persona desde la idoneidad y el consenso, descontaminada de la “rosca” política. Eso por ahora no prosperó, aunque no está descartado.

También se impulsó la idea de llegar a una terna final, para facilitar la decisión. Y por ahora es la idea que más gusta, aunque no ha sido definitiva. Claro, no se ponen de acuerdo en la conformación de esa terna y ahí radica el mayor inconveniente.  

Lo cierto, es que quien sea elegido o elegida, deberá asumir el cargo con una transición muy corta y con una organización laboral y familiar exigua, entendiendo que deberá dejar sus actuales obligaciones para encabezar la Defensoría del Pueblo. Y ni hablar, si la decisión se toma el 13 de mayo. Hoy, faltan 12 días para la asunción, no hay nadie elegido y la cuenta regresiva avanza.