LOS AMARILLOS, SIN PAZ

| 01/05/2021

Con cruces, chicanas y campañas, se enciende la interna del PRO en Río Negro

Con cruces, chicanas y campañas, se enciende la interna del PRO en Río Negro

Si se tienen en cuenta los antecedentes de este partido en la provincia, es inexplicable la situación actual, ya sea por la baja cantidad de dirigentes y afiliados y por su corta vida.

A saber: en 2015 el PRO consiguió una banca rionegrina en Diputados, casi de casualidad, ubicándose en las elecciones nacionales, por detrás del Frente Renovador y emparejado con el voto en blanco.

Durante los cuatro años que gobernó Mauricio Macri, el entonces parlamentario Sergio Wisky no brilló como era de imaginarse, ni hubo una construcción marcada, por lo que en 2019 no solo perdió su escaño, ni siquiera llegó a ser candidato por la reelección ni a gobernador, como había anunciado, y así, su figura se difuminó en el tiempo.

Como si fuera poco, Cambiemos consiguió solo un lugar en la Legislatura, cuando la expectativa era llegar a, por lo menos, tres bancas. Allí, ingresó el roquense Juan Martín, quien venía de trabajar para el Ministerio del Interior durante el macrismo.

Por otra parte, también hay que recordar que el partido estaba intervenido, hasta que finalmente, luego de varios años de reclamos y dilaciones, se logró normalizar hace un año. En ese marco, Aníbal Tortoriello quedó como presidente, aunque no faltaron los que cuestionaron que sea justamente quien perdió la reelección en Cipolletti, el que conduzca los destinos del partido.

Actualmente, el propio Tortoriello está lanzado como candidato a diputado nacional, avalado por Martín, e inclusive, por la propia Patricia Bullrich, titular nacional del PRO, quien en su paso por Bariloche lo respaldó, aunque evidenciando este contexto, no descartó que haya internas.

Dentro de ese sector orgánico, en una línea donde figuran la propia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y Miguel Pichetto, aparecen Tortoriello, Juan Martín, el exintendente de Viedma, Gustavo Costanzo, y el barilochense y excandidato a diputado nacional, Sergio Capozzi, entre otros.

Del otro lado, y bajo la línea de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, está Wisky, que ahora apadrina al abogado roquense Nicolás Suárez Colman, quien también manifestó sus intenciones de ser candidato a integrar la Cámara Baja y que por estos días, tuvo duras críticas contra Tortoriello y le pidió -curiosamente- que no haga campaña en este tiempo de segunda ola de COVID-19. Lo que omitió decir Suárez Colman, fue que su pedido lo hizo durante su recorrido (¿en campaña?) en Bariloche, donde visitó radios y vecinos.

Dentro de ese grupo, están las figuras de Pamela Najul y el último candidato a intendente de Juntos por el Cambio en esta ciudad, Santiago Palmeyro, quien hace pocos días fue noticia porque reclama volver como director de ANSES Bariloche, pese a que ese sea un puesto político.

Como si fuera poco, hubo varias cuestiones más que generaron ruido interno y externo en el PRO rionegrino en la última semana.

El exintendente radical Marcelo Cascón, metió cizaña allí. En sus redes sociales, remarcó que Wisky salió a defender la política de la Ciudad de Buenos Aires a favor de las clases presenciales, pero en Río Negro apoyó las restricciones anunciadas por la gobernadora, que entre otras cosas, suspende la presencialidad escolar por 15 días.

Y el propio Wisky no se quedó atrás, polemizando y bastante. Aseguró que Juntos por el Cambio hoy pelea un segundo lugar con el Frente de Todos y que Juntos Somos Río Negro, ganaría las elecciones legislativas. ¿Por qué polémico? Porque el kirchnerismo desde que existe como tal que no pierde una elección nacional en Río Negro, porque su partido se ubicó segundo en las últimas elecciones de medio término y porque resulta muy llamativo, que un dirigente de una fuerza, exponga públicamente que va a ganar otra.

A algunos de sus pares, estas declaraciones de Wisky le recordaron su frase del “voto útil” a favor de Arabela Carreras en las elecciones provinciales de 2019. En aquella oportunidad, dijo que para que Martín Soria no fuera electo gobernador, había que inclinarse por la sucesora de Alberto Weretilneck. Pero su partido (una alianza en realidad), llevaba a Lorena Matzen como candidata y esto pareció no importarle, pese a que eran compañeros de bloque.

Mientras tanto, Tortoriello y Martín no se han pronunciado en los medios, pero por lo bajo son críticos de las actitudes de Suárez Colman y de Wisky, ubicándolos como empleados del oficialismo provincial. Además, el empresario cipoleño no ve con agrado que haya una elección interna y aspira al respaldo nacional en forma oficial, para ser ungido candidato.

Sin embargo, desde la vereda opuesta critican que diga que quiere ser diputado y gobernador en 2023, sin ceder espacios a otros cuadros políticos y sostienen que carece de formación política. Mientras que a Juan Martín le achacan su histórica amistad con Soria cada vez que pueden.

Así las cosas, parece no haber paz en un partido de corta historia en Río Negro y aunque haya elecciones internas para dirimir candidatos, las diferencias se están haciendo tan profundas, que difícilmente haya perdedores que acompañen a los ganadores. Todo está por verse.

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