CRUELDAD SIN LÍMITES

| 30/04/2021

Indignante maltrato a un adulto mayor

Indignante maltrato a un adulto mayor

Sergio Fabián Aravena y Jésica Iturra no tardaron ni 24 horas en rendirse ante la evidencia. El hallazgo de Ricardo Espinoza, atado, en deplorable estado y encerrado en una tapera, los acorraló. La descripción fiscal de las circunstancias en las que hallaron al anciano resulta aterradora.

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Según los fiscales Marcos Sosa Lukman y César Lanfranchi, Aravena e Iturra debían cuidar a Espinoza, aunque, en la descripción de los hechos, no indicaron cuál era el vínculo que tenían con él. Sí explicaron que cobraban una pensión que le correspondía al anciano y deslizaron, además, que, según algunos testimonios, recibían dinero de la familia del octogenario, para colaborar con su manutención.

Pero lejos de cuidarlo, lo denigraban y lo sometían a condiciones de vida espeluznantes.

Los vecinos del barrio Alto Campanario ya lo sabían. Y habían iniciado averiguaciones por su cuenta para desenmascarar a la pareja, que además convivía con sus tres hijos menores de edad. Tan así que en los Juzgados de Familia había dos expedientes abiertos de la Ley 3040, de violencia doméstica.

Este jueves, ataron las manos y pies del anciano con cables y lo encerraron en una pocilga sin calefacción ni otros servicios esenciales, con piso de tierra y ningún tipo de aislación térmica, sujetando también la puerta de ingreso con ataduras y, además, arrojando tierra para que no pudiera abrirse.

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Pero su desprecio hacia el abuelo no quedó ahí. Tras dejarlo privado de su libertad, lo abandonaron a su suerte y se retiraron del domicilio. En el cuartito, Espinoza apenas tenía una cama en la que lo encontraron más tarde, con los pies sobre la tierra y sin poder expresar ni explicar qué era lo que le estaba ocurriendo.

Fue una vecina la que se acercó al lugar tras escuchar sus gemidos. Dio aviso a las autoridades, que arribaron al lugar y encontraron a Espinoza en una condición lamentable. Con marcas y heridas en su rostro y cuerpo, con rastros de sangre seca que en algún momento brotó de sus oídos.

El equipo fiscal acudió de inmediato al lugar, mientras el anciano era trasladado de urgencia al nosocomio local para brindarle asistencia. También se trasladó hasta el sitio el defensor oficial que representó a Iturra y Aravena en el marco de un juicio abreviado que se realizó este viernes.

La tarea de investigación se desplegó de inmediato y así las autoridades pudieron saber que el abuelo era visto por los vecinos, desde hacía tiempo, en pobrísimas condiciones.

Un día, por caso, lo encontraron tirado en la calle, desorientado. Sin saber qué le había ocurrido. Pero observaron, en diversas partes de su anatomía, moretones y marcas de una posible golpiza.

Iturra y Aravena tuvieron suerte: se declararon culpables por privar de su libertad a Espinoza y abandonarlo a su suerte. Pero no irán a prisión a menos que incumplan las pautas de conducta que les impusieron en el marco del juicio abreviado. La suerte de Espinoza será definida por un Juzgado de Familia.

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