Jonathan Alejandro Mayorga, detenido con prisión preventiva en el Penal 3, fue acusado por enviar mensajes a su expareja y proferirle amenazas. Además, al hacerlo, violó la restricción de contacto que le habían impuesto. Así, sumó nuevos delitos a la investigación que concluirá en el mes de julio.

La historia de Mayorga es singular. Le faltaba poco para recuperar su libertad, porque había agotado el cumplimiento de penas que le habían impuesto oportunamente. Sin embargo, antes de poder salir en libertad, volvió a ser condenado por hechos de violencia de género y debió permanecer en prisión.

Otra vez, cuando estaba presto a recibir su excarcelación, fue vinculado a otro legajo judicial en el que se investigan delitos de violencia de género y le impusieron prisión preventiva, por lo que permaneció detenido en el Penal 3. Fue desde una de las celdas del establecimiento carcelario, que envió mensajes a su expareja y ahora le reformularon los cargos, sumando nuevos delitos a la imputación.

Mayorga (28), fue acusado ahora por amenazas coactivas y desobediencia a una orden judicial. Es que según la teoría fiscal, en cabeza de Martín Govetto, utilizando un teléfono celular y mediante la red social Facebook, envió mensajes a su expareja.

El hecho investigado ocurrió el pasado 26 marzo, cuando Mayorga le escribió a la mujer que no se iba a librar de él, que ella le pertenecía y que si la veía con otro hombre lo mataría. Pero además la amenazó con quitarle al hijo en común que tuvieron y le manifestó: “Si no sos mía no sos de nadie. Nadie más te puede tocar. Sos mía y de nadie más”.

Mayorga está detenido con prisión preventiva desde el 11 de marzo pasado, cuando se le formularon cargos por delitos similares. Ahora, se dispuso la investigación unificada de las dos situaciones que atribuyó Govetto y habrá plazo hasta el 11 de julio para definir la continuidad del proceso.

En ese sentido el defensor particular Manuel Mansilla se había opuesto al avance de la formulación de cargos y aseguró que su asistido y la mujer mantienen una comunicación periódica e incluso lo quiso visitar en el Penal 3, algunos días atrás. Aseguró la defensa que entre el acusado y la víctima tienen una buena relación y reclamó el sobreseimiento.

No obstante el juez de Garantías Juan Pablo Laurence, desestimó el planteo por prematuro y habilitó la unificación de los legajos para desarrollar la investigación hasta el 11 de julio, al tiempo que aceptó el pedido de la fiscalía para desarrollar una pesquisa en una serie de teléfonos celulares que fueron secuestrados en el marco de un allanamiento que se desplegó en el Penal 3 semanas atrás.

El año pasado, cuando apenas le faltaban meses para agotar las penas que acarreaba y ya gozaba de diversos beneficios que le permitían transponer los muros de la cárcel, cometió nuevos hechos, fue enjuiciado y recibió una nueva condena que lo obligó a permanecer detenido. La historia se repite ahora.

Es que gozando de salidas transitorias y otros beneficios había amenazado a su pareja, mediando un contexto de violencia de género y tras el juicio permaneció encerrado. Pero desde el interior del Penal y valiéndose de un teléfono celular, repitió su conducta disvaliosa.

Mayorga transcurrió casi toda su vida adulta en la cárcel y acumuló condenas que fueron unificadas en una pena única de casi ocho años de prisión. Había sido condenado en un juicio abreviado como coautor penalmente responsable del delito de robo calificado por el uso de arma de fuego con aptitud para producir disparos y posteriormente, condenado por el Juzgado Correccional 10, el 30 de noviembre de 2012, también en un juicio abreviado, a la pena de dos meses de prisión de ejecución condicional por los delitos de robo en grado de tentativa y robo simple en concurso real.

*Si vos o alguna mujer que conocés sufre violencia de género, podés llamar a la Línea 144, que brinda atención telefónica, anónima y gratuita, a mujeres víctimas de violencia de género.