PARTICIPA EN EL LIBRO “CONSCIENCIA Y SOCIEDAD DISTÓPICA”

| 19/04/2021

Ricardo Grinszpun: “La humanidad tiene sentencia de divorcio”

Adrián Moyano
Ricardo Grinszpun: “La humanidad tiene sentencia de divorcio”
Ricardo Grinszpun
Ricardo Grinszpun

El psicólogo barilochense coordinó dos secciones de la publicación y aportó un par de capítulos sobre Cultura y Educación. La edición argentina se consigue en Bariloche.

El libro estaba por ingresar a imprenta en España cuando se desató la pandemia que todavía padecemos. La editorial propuso a sus autores que añadieran un capítulo que finalmente se tituló “Coronavirus: un estudio del caso”, ya que el trabajo, hasta cierto punto anunciaba una debacle semejante. Del colectivo de investigadores participa el psicólogo barilochense Ricardo Grinszpun, como coordinador de secciones y también, como autor de capítulos. Esa presencia explica en parte que el voluminoso estudio, cuyo título completo es “Consciencia y sociedad distópica. Coronavirus: estudio del caso”, se editara también en la Argentina y pueda conseguirse en librerías de Bariloche.

El proceso arrancó cinco años atrás. “En 2016 y 2017 viajé a España, para facilitar unos talleres de Psicología, que se llaman De la mente a la consciencia. En 2017 conocí en Sevilla al economista y escritor español Emilio Carrillo y en 2018, en un ciclo de radio del que participé, yo proponía ver cómo el sistema, a partir de una élite que va concentrando cada vez más y más poder, iba utilizando diferentes ámbitos como herramientas de sometimiento y captura”, introdujo el profesional.

Por otro lado, “a través de un canal de YouTube estaba compartiendo diferentes entrevistas y divulgando contenidos sobre estas temáticas: un mundo cada vez más convulso, un huracán de magnitud cada vez más creciente, que ya se notaba en esos tiempos”, recordó Grinszpun. “En septiembre (2018), Carrillo divulgó en su blog que lanzaba un proyecto de investigación: Consciencia y sociedad distópica. Comprendía diferentes etapas y una de ellas era la publicación de un libro, con diferentes artículos que se iban a concentrar en una base de datos y un sitio web: www.sociedaddistopica.com”, reconstruyó.

Sucedió que “en un momento, después de ver un video que yo había realizado, Emilio me preguntó si quería integrarme al equipo de investigación. Lo hice, sumándome como coordinador de Cultura y Tecnología, y además escribí los dos capítulos que refieren a esos ámbitos”, apuntó el psicólogo. “En 2019 avanzamos con el proyecto de investigación y el libro tenía fecha de publicación en España para abril de 2020. Cuando ya estaba listo y por entrar a impresión, el mundo cambió, surgió este evento que llamamos cisne negro y a partir de ese momento, la editorial nos propuso parar y agregar un capítulo más, porque todo lo que habíamos escrito refería a lo que estaba empezando a suceder a partir del COVID-19”.

A raíz de esa recomendación, “nos tomamos un mes más para redactar el último capítulo: Coronavirus, estudio del caso. No hicimos otra cosa que confirmar que todo lo que habíamos escrito durante un año, se estaba reflejando claramente en el evento. Y así sigue siendo. Salió el libro publicado en España y paralelamente, comenzamos con la edición en la Argentina. Finalmente, se terminó de publicar a fines de 2020”, aquí en el país.

En cuanto a sus contribuciones puntuales, “tienen un común denominador: plantear dos hipótesis que finalmente, creo que demostramos. En el caso de cultura y educación, refiero a que, en este momento, salvo honrosas excepciones en diferentes partes del mundo, pareciera que sistemáticamente, la cultura y la educación tienden a la captura y al formateo del niño, del joven o del adulto: llenarlos de contenido y no buscar su tendencia a actualizarse en su mejor versión, en su desarrollo o en el despliegue de sus dones y talentos”, cuestionó.

Grinszpun pone en evidencia “aquello que podríamos llamar Cultura y Educación desde experiencias y manifestaciones utópicas, no porque no sean realizables, sino porque tienen que ver con la utopía, con lo ejemplar que hay en nosotros y que realmente, podemos plasmar. Entonces, en eso consiste el puente a cruzar: una cultura utópica que tenga que ver con cultivar y cosechar, cosechar y resembrar. Pero, ¿resembrar qué? El humano ejemplar, el ser original que somos, existe en cada uno de nosotros y cada uno de nosotros puede descubrir”, resaltó.

“Con respecto a la tecnología, desde el principio del capítulo planteo que la humanidad tiene sentencia de divorcio y lo que se va notando es cómo la tecnología por un lado es maravillosa pero, por otro, está sirviendo y dependiendo de en qué manos esté, como herramienta distópica de captura, de sometimiento y de manipulación en todo sentido. Sea desde la información que estamos compartiendo en las redes con un simple Like o a partir de cómo los medios hegemónicos de comunicación intentan vendernos información basura”, ejemplificó el investigador.

Con el análisis “también nos metemos en territorios que son de un presente arrollador, por ejemplo, la biogenética y la bioingeniería, la inteligencia artificial, la conectividad 5G… Hacemos foco en que la tecnología está evolucionando de una manera increíble en términos de tiempo y velocidad, cosa que también habla de la evolución del ser humano, pero no en cuanto a su consciencia. No van de la mano, entonces se va generando una brecha o un abismo, a lo que aludo cuando digo que la humanidad tiene sentencia de divorcio”. Separación bastante más grave que la grieta política.

Adrián Moyano

¿Que opinión tenés sobre esta nota?


Me gusta 0%
No me gusta 0%
Me da tristeza 0%
Me da alegría 0%
Me da bronca 0%
Te puede interesar
Ultimas noticias