Las futuras obras para el sistema cloacal de Dina Huapi, ante una audiencia pública que se realizará para tratar el tema, están levantando polvareda.

Un grupo numeroso de vecinos se reunió, en una plaza de aquella localidad, durante la tarde del sábado, para “frenar la locura de una planta de líquidos cloacales”, según expusieron los autoconvocados.

La propuesta de un centro de tratamiento en la ciudad viene de la gestión anterior, y apunta a levantar una estación depuradora en cercanías del Club Danés.

Pero, a esta altura, por la ola de negativas que ha generado, incluyendo el desacuerdo de la propia intendenta, Mónica Balseiro, ya parecería no tener posibilidad de ser.

Lo que la jefa comunal pretende es derivar los desechos a la planta de Bariloche, a través de un ducto de algo más de ocho kilómetros.

Pero esto también ha sido puesto en discusión por los pobladores.

Cabe recordar que Dina Huapi, a lo largo del tiempo, se ha presentado como un lugar intermedio, donde se disfruta de los avances lógicos de la sociedad, pero no se cae en la tentación de la explotación desmedida.

Por citar un claro ejemplo de compromiso con el medio ambiente, vale citar el recordado Abrazo al Limay, el 8 de octubre de 1995, cuando cinco mil personas (entre ellas, precisamente, la actual intendenta), aunaron fuerzas para impedir que se continuara con la idea de colocar una represa que iba a afectar en forma notoria el factor ecológico.

Y como la historia de las comunidades en ocasiones responde a cierto sentido circular, donde algunos se muerden la cola, pero otros se erigen en constantes guardianes del sentido común, no es casualidad que quien denunció aquel proyecto ahora esté declamando los peligros que implicarían las obras anunciadas.

La referencia, claro, es para Alejandro Beletzky, el reconocido ecologista que hace algo más de veinticinco años fue el primero en apuntar contra la construcción de una represa en aquella zona.

Desde que escuchó hablar de posibles trabajos relacionados con el destino de los desechos cloacales en Dina Huapi, el hombre se puso a investigar.

Y no le gustó nada con lo que se topó.

“Hacer las cloacas en Dina Huapi es un despropósito”, afirmó Beletzky.

“La mejor alternativa es seguir como se está ahora: cada casa con su pequeño digestor y su lecho nitrificante. Lo único que hay que hacer es, si están mal hechos, mejorar los sistemas individuales”, expresó.

Puntualmente, en lo que refiere a la idea de una planta depuradora, Beletzky fue contundente: “El proyecto es una locura: una réplica de la que hay en Bariloche, que se satura y no para de contaminar”.

Advirtió que, además, la materia orgánica se volcaría al río Ñirihuau. “Eso lo pudriría”, sentenció.

Asimismo, recalcó que “cuando se traben las bombas todo el desecho caería en crudo directamente en el lago”.

“Ya bastante tenemos con el aporte de materia orgánica de la planta de Bariloche, que viene por toda la costa, y que por eso se observa un verdín permanente”, apreció. 

Para el ecologista, “concentrar los desechos de Dina Huapi en una tubería que llegue hasta la costanera y, de ahí, bombearlos a una planta es lo peor que se podría hacer”.

“Además, destruirían la ciudad, haciendo pozos y escarbando… Durante años estaría todo roto”, reflexionó.

Pero esta fuerte postura contra una planta depuradora no quiere decir que la otra opción, de hacer llegar mediante un ducto los desechos a la de Bariloche, sea de su agrado. Todo lo contrario. Le genera tanta resistencia una idea como la otra.

En ese sentido, indicó que un tubo que trasladara material orgánico entre las localidades aceleraría la contaminación dispersa.

Explicó que para que funcionara algo así igualmente se requerirían plantas de bombeo en la costa del lago, lo que implicaría, ante cualquier desperfecto, el derrame de los líquidos.

Más allá de las recientes mejoras en el centro de tratamiento barilochense, si siempre se citó como una de las principales complicaciones, y causante de los volcados de efluentes sin tratar, la saturación de desperdicios de la ciudad, ahora que se prevé que se una a la red un alto número de propiedades ubicadas por “los kilómetros”, para lo que se están implementando tareas de fondo en pos de lograrlo, añadirle además los desechos provenientes de Dina Huapi, ¿implicaría algún riesgo?

Es una de las muchas preguntas que, quizá, se planteen en la audiencia pública.

Mientras tanto, ante los reclamos que se escucharon el fin de semana, acerca de la posibilidad de llevar adelante alguno de los proyectos, el jefe de Gabinete de Dina Huapi, Armando Capó, sostuvo: “Hay un grupo de vecinos que pertenece a una agrupación política y lo único que hacen es oposición, pero la gran mayoría está a favor”.

“La propuesta que acompañamos desde la Municipalidad, que es la que el gobierno nacional quiere llevar adelante, y apoya el Departamento Provincial de Aguas (DPA) y la Secretaría de Medioambiente de la provincia, es muy importante”, aseveró.

“Sería descabellado decir que no a una inversión millonaria que Dina Huapi, con recursos propios, no podría hacer”, manifestó Capó.

“Sin el apoyo del gobierno nacional, hacer las cloacas en la localidad no sería posible”, redondeó.

“Si hay vecinos que no están de acuerdo, me parece que solo es oponerse por oponerse”, sentenció.

“No es algo que se largó al aire sin pensar; hay todo un estudio de gente especializada”, expuso.

En cuanto a los reclamos vinculados a los costos, que desde algunos sectores se indicó que deberían ser solventados por los propios pobladores, el jefe de Gabinete aseveró que no es así. “Y la planta de líquidos cloacales no estará en Dina Huapi”, añadió, anulando justamente la posibilidad de una de las propuestas citadas, duramente criticada por gran parte de la población y, como ya se dijo, sin el apoyo de la propia intendenta.

En cuanto al hecho de colocar cloacas en Dina Huapi, Capó fue terminante al decir que es “algo que todos quieren”. 

Beletzky, con cuya intervención se cerrará la audiencia pública virtual, no está de acuerdo.

“Que se haga una votación en el pueblo. Es mentira que estén reclamando cloacas”, aseguró.

Además, señaló que “no hay ninguna evaluación que diga que ahora exista contaminación en Dina Huapi”.

“Cada vecino, que está en pésimas condiciones económicas, si se hace algo así, va a tener que pagar el resto de su vida por una cloaca que va a generar problemas que hoy no existen”, especificó.

Por otra parte, siempre está el fantasma de futuros negocios inmobiliarios. “Con redes cloacales, se podría cambiar el ordenamiento urbano y comenzar a ampliar la posibilidad edilicia”, razonó Beletzky.

Por lo demás, puntualizó que las medidas a tomar deberían ser que las viviendas que tengan pozos ciegos coloquen digestores y lechos nitrificantes, mientras que los complejos de varias cabañas o departamentos podrían implementar microplantas particulares, “como pasa en el primer mundo”.

Hacia el mismo sentir apuntan las palabras de los vecinos que se reunieron en desacuerdo con las tareas anunciadas, quienes elaboraron un documento en el que exponen: “Queremos manifestar nuestro más absoluto rechazo al plan del sistema de colección y tratamiento de efluentes cloacales que se nos intenta imponer dentro de un paquete cerrado que no solo no contempla el impacto ambiental que va a producir, sino que tampoco tiene en cuenta la calidad de vida de los habitantes de Dina Huapi”.

“Nos cuesta entender, y nos preguntamos qué tiene que ver este sistema cloacal que se intenta imponer, con las políticas de salvaguardia ambientales y sociales del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), marco donde está inserto el proyecto pretendido para nuestra ciudad”, afirman.

Así, solicitan que la sociedad sea convocada para determinar un mejor proyecto para resguardar la calidad de vida de la población de Dina Huapi, “en el presente y el futuro”.

La audiencia, en ese sentido, se presenta como una oportunidad de debate. 

Está previsto que participen el administrador del Ente Nacional de Obras Públicas de Saneamiento, Enrique Tomás Cresto, la intendenta de Dina Huapi, Mónica Balseiro, los integrantes del Concejo Deliberante de la localidad, y el superintendente general del Departamento Provincial de Aguas, Fernando Curetti.

También está inscripta como expositora la defensora del Pueblo de Río Negro, Adriana Claudia Santagati.

Además, hay una lista de cuarenta personas que se anotaron para participar, con cinco minutos disponibles por intervención, entre los que se encuentra Beletzky. 

Christian Masello