"Qué te pasa a vos malparida, cuidate te voy a hacer cag...", le dijo el acusado a su expareja, a quien ya le había hecho sufrir hechos similares. En otra ocasión la vio en la calle y tras interceptarla la amenazó diciendo: "Eh amiguita, vamos a terminar la bronca, dejate de llamar a la gorra, si querés nos cag... a puñaladas, más te vale dejar de llamar a la gorra sino te voy a hacer recag...".

No conforme con todo eso, en una tercera ocasión se presentó en el domicilio de su expareja y comenzó a agredirla verbalmente delante de los hijos de 11, 9 y 7 años, además de una beba de 6 meses. Cuando la mujer tomó su teléfono y llamó al 911 para pedir ayuda, el sujeto la amenazó de muerte, le aplicó un golpe en el rostro y continuó golpeándola cuando ella cayó al piso.

Cuando la niña de once años intervino en defensa de su madre, el acusado intentó agredir a la menor. Luego tomó el celular de la víctima y se lo llevó. Pero no todo quedó ahí, poco después regresó y pateó la puerta de ingreso a la vivienda, momento en el que arribó la policía al lugar y logró detenerlo.

Días después, continuó su comportamiento violento cuando escribió a la mujer mensajes de texto mediante la aplicación de WhatsApp y además de reclamarle por un equipo de audio le advirtió amenazante: "las vas a pagar...".

Con esta conducta el imputado violó lo ordenado en la audiencia de formulación de cargos en la que se le había prohibido el acercamiento a 500 metros y todo contacto con la denunciante.

En otra ocasión interceptó a la mujer al salir de una despensa e intentó agredirla, arrojando una piedra contra el vehículo en el que se había logrado refugiar, dañando uno de los vidrios. Cuando una amiga de la víctima le advirtió que llamaría a la policía el acusado respondió agitando su remera "llamala... llamala... que no le tengo miedo a esos pu..."

Otro día se presentó en el domicilio de la mujer y amenazó con incendiar la vivienda: "te va a caber, te voy a prender fuego la casa, sos una gila", refirió y se retiró cuando la policía arribaba al lugar.

Todos los hechos reprochados configuraron un claro cuadro de violencia de género y fueron encuadrados en ese sentido como amenazas, robo simple, lesiones leves agravadas, amenazas simple y desobediencia, amenazas y daño.
Además, según las constancias del expediente, los hechos reprochados ocurrieron entre los meses de noviembre de 2018 y mayo de 2020, configurando un constante y extenso hostigamiento de parte del sujeto hacia su expareja, sin que las medidas dispuestas en las actuaciones judiciales, le hayan puesto un freno.
La fiscalía se presentó a una audiencia y reclamó la aplicación de un juicio abreviado a cambio de la pena de un año y dos meses de prisión en suspenso, por todos los hechos reprochados, para el caso de que el acusado reconociera su culpabilidad. Además, reclamó que se establezcan pautas de conducta de rigor, más la obligación de continuar un tratamiento en el área de Salud Mental del Hospital Zonal y la prohibición de acercamiento y de cometer nuevos actos de violencia u hostigamiento para con la mujer.

El defensor adhirió a lo solicitado por la fiscalía y el acusado, ante la inmejorable oportunidad de no ir detenido, se declaró culpable por los seis hechos reprochados.

Así, el juez Marcos Burgos homologó el acuerdo al que arribaron el fiscal Martín Govetto, el defensor oficial Marcos Cicciarello y el propio acusado, disponiendo la condena en suspenso.

*Si vos o alguna mujer que conocés sufre violencia de género, podés llamar a la Línea 144, que brinda atención telefónica, anónima y gratuita, a mujeres víctimas de violencia de género.