DE BARILOCHE AL MUNDO

| 06/04/2021

Gustavo Ezquerra, un apasionado del esquí, el motocross y el turismo

Juan Carlos Montiel
Gustavo Ezquerra, un apasionado del esquí, el motocross y el turismo
Ezquerra junto a ejemplares de su libro “De Bariloche al Mundo”.
Ezquerra junto a ejemplares de su libro “De Bariloche al Mundo”.

A lo largo de cincuenta años Gustavo Ezquerra recorrió el mundo como corredor de esquí, piloto de motocross y agente de viajes y turismo.

Durante los últimos 365 días estuvo casi recluido por la pandemia de coronavirus y ayudó a compaginar su libro. “De Bariloche al mundo” constituye la biografía de un vecino de nuestra ciudad destacado en los deportes de esquí alpino y motocross y como empresario de turismo, publicó El Cordillerano a modo de presentación.

Es parte de la vida de un deportista nato, un apasionado por la actividad física y las actividades en la naturaleza. Gustavo Ezquerra integra una familia pionera de Bariloche, siendo su abuelo descendiente de españoles y casado con una pobladora originaria de la Patagonia. Gustavo tuvo 5 tíos, tiene 3 hermanos, 3 hijos y 6 nietos. Elaboró la edición Toncek Arko.

Esquí, motocross y turismo sus pasiones deportivas y su actividad empresarial, “es una emoción muy grande” indicó Ezquerra por la aparición del libro, “una sensación muy linda poder tener en las manos toda tu historia. Ver este libro terminado, verlo con la familia, es muy hermoso y más poder verlo en este tiempo de pandemia, recordando muchas cosas lindas”.

A través del programa “El Expreso Periodístico” que se emite por El Cordillerano Radio (93.7) se indicó que Gustavo nació en 1948 en esta ciudad, “mi infancia fue vivida en un pueblito chico que iba creciendo, me acuerdo de los censos, Bariloche tenía menos de 30.000 habitantes, mi abuelo había llegado en carreta desde Neuquén en 1917 y mis padres y mis tíos también nacieron en Bariloche, es la generación de los Ezquerra, entre los cuales estaba el 'Negro' que cantaba y era montañista”.

Contó emocionado que “el Negro fue un destacado montañista, lo conocía todo el mundo en la montaña y tenía el don de cantar bárbaro, cantaba el Ave María en forma impresionante en la iglesia y el día que falleció me acuerdo que el cortejo fúnebre paró en la iglesia y le pusieron una grabación de su Ave María, fue tan emocionante que todo el mundo lloró”.

Luego agregó que “él falleció en el López ayudando a un chico de Buenos Aires que tenía una mochila muy pesada, le dijo que se la llevaba y un desplazamiento de nieve, una avalancha muy suave, los arrastró, cayeron en un pozo lleno de piedras y tuvo la mala suerte de golpear muy fuerte con la cabeza contra una de ellas, quizás por el peso que tenía atrás de la mochila, eso le causó el fallecimiento”.

El padre de Gustavo, fue Ricardo Ezquerra nacido en 1924, él fue quien en 1946 fundó la empresa Alunco Turismo y en 1948 “nací yo, así que nací con Alunco”.

Asimismo explicó sobre su pasión por las carreras de motos al decir: “todos prácticamente nacimos juntos en el motocross, fuimos una linda generación, tenemos muchos recuerdos juntos, mucha gente de cada uno de los deportes y de las actividades. La verdad que estoy super agradecido, Toncek hizo un trabajo muy lindo de recopilación, un trabajo donde él también volcó sus opiniones, está muy lindo recordar esas épocas”.

Sobre sus momentos compartidos con Catalina Reynal, indicó que “en ese momento yo era corredor, Catalina nos quiso a todos nosotros tanto que nos sentimos parte de su familia, nos apoyaba en todo lo que hacíamos. Después de corredor, pasé a trabajar para Catalina como entrenador y lo hacía con los chicos que ella becaba para correr, entre ellos muchos que hoy tiene 40 o 50 años y que en la actualidad son dirigentes o empresarios de la comunidad”.

Ezquerra también fue competidor olímpico, “tuve la buena suerte de participar en la olimpíada de Grenoble (Francia), en 1968, y mi objetivo final era la de Japón, en Sapporo de 1972. Ahí me había casado justo un par de meses antes y la Federación no me pudo asegurar el viaje y opté por agarrar un trabajo que tenía y que era seguro. En un momento salió una delegación de dos corredores, en 1971, el año anterior había sido mi mejor año en el esquí ya que había ganado 11 de 12 carreras, por lejos estaba primero en el ranking y mi objetivo era terminar corriendo en la olimpíada de Japón, pero bueno no se dio, igual la empresa, no sé si en compensación, nos pagó un viaje a EE.UU. para promocionar Bariloche como destino de centro de esquí y con eso compensamos ese viaje, aunque nunca fue lo mismo”.

Contó que “ese año también corrí en Bariloche y gané un campeonato más, no me quejo para nada, lo que se dio se dio, muy lindos los recuerdos del esquí. Como no es un deporte popular por eso quizás está mucho más en la gente el recuerdo de la época del motocross, donde se movían varios miles de personas en los circuitos, sobre todo en las temporadas internacionales en Colonia Suiza, donde participaban brasileños, peruanos, venezolanos, chilenos, realmente muy linda época de ese deporte que luego se fue perdiendo un poquito”.

No todas fueron buenas para Gustavo ya que sufrió un accidente grave esquiando en EE.UU., “esas cosas -explicó- que pasan en la vida y Dios dijo ‘no es el momento’, choqué contra un árbol, creyendo que iba a entrar a una pista que era lisa y lo hice a una que estaba llena de ‘bumps’ de un metro de altura. Separé las piernas, mantuve el equilibrio, pase una pista y terminé contra un árbol".

Y agregó "en ese centro de esquí siempre hay accidentes fatales. Ese año no había habido ninguno, fue en Sun Valley en el estado de Idaho, es un lugar impresionante donde no va mucha gente, le dicen el ‘secreto mejor escondido en EE.UU.’ porque la verdad está muy lejos, en el norte, casi en la frontera con Canadá. De Salt Lake City para arriba es un centro increíble, con pistas, hacen nieve todas las noches y todas las mañanas tenes nueva, pisada como corderoy, es espectacular”.

Continuó con su relató y señaló que “era un lugar de difícil acceso, me llevaron en camilla, me evacuaron, en 15 minutos ya estaba en el hospital, fue un fuerte golpe, me salvé en el último minuto de chocar al árbol de pleno ya que alcancé a doblar, pero me agarró una rama transversal a la altura de la mitad del pecho, me quebró tres costillas y tres vértebras y me hice un tajo bastante grande en el cuero cabelludo, me pusieron 12 ganchos, pero tuve la suerte que esa rama que estaba paralela a mi cabeza, porque si no, no habría contado el cuento, pero Dios tenía otra cosa decidida para mí. Eso fue en 2012, quedé 'grogui' al lado del árbol, consciente todo el tiempo, mis piernas enteritas, pero casi no podía respirar porque el golpe me afectó el diafragma”.

Sobre el motocross sudamericano en Colonia Suiza, una época no tan feliz para los argentinos porque no tenían las mismas motos que aquellos que venían de afuera, refirió que “eso coincidió justo con nuestros comienzos, venían los amigos de Chile con unas motos importadas, esa diferencia era notable, pero la peleábamos todos los años con lo máximo que podíamos dar, hasta que nos convencimos que si no comprábamos las mismas motos, no íbamos a poder competir para nada”.

Sin duda en la especialidad Claudio Pesce fue el mejor piloto argentino, “es el que mas títulos nacionales ganó, corrimos según él ocho años juntos, con mucho respeto y muy buena onda. Creo que me ganó más carreras que yo a él, siempre dentro de un ‘fair play’ y es uno de los amigos que tengo. El libro es un resumen de la historia de Bariloche, el motocross atrapaba a mucha gente”.

Desde niño Gustavo Ezquerra se destacó en esquí y fue 13 veces campeón argentino y 6 veces campeón latinoamericano. Ganó en todas las disciplinas y también en la combinación alpina, algo nunca igualado en la historia de este deporte.

En motocross compitió en los años 70, cuando el deporte nació en Argentina. Fue dos veces campeón nacional y también subió al podio de las recordadas “Temporadas Internacionales de Motocross” en el fantástico circuito de Colonia Suiza. Su relato describe por primera vez una década dorada del deporte motor argentino.

Trabaja en turismo y durante más de 40 años administró la agencia de viajes más antigua y tradicional de Bariloche. Alunco Turismo también supo ser la más importante y centenares de pasajeros llegaron a la región del Nahuel Huapi convocados por su promoción.

Gracias al deporte y su trabajo Gustavo recorrió el mundo. En su libro relata los secretos para ser un deportista y empresario exitoso, tener una familia y además disponer de tiempo para ser dirigente deportivo y ocupar cargos institucionales.

Un libro para recordar años dorados de Bariloche, cuando la ciudad actual aún tenía impronta de pueblo, cuando los vecinos se juntaban para trabajar por ideales y objetivos comunes, con pasión y entusiasmo, soñando con un futuro mejor.

“De Bariloche al mundo” fue publicado por Editorial Carminalucis, tiene 352 páginas y más de 200 fotografías de deportes e historia en Bariloche. Puede adquirirse en las librerías Cultura y La Barca de esta ciudad.

Juan Carlos Montiel

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