Tal como anticipó El Cordillerano durante el fin de semana, la muerte de la joven platense Teresa Bulfón fue accidental. La investigación puesta en marcha por la fiscalía determinó que la joven resbaló en una precaria senda ubicada a un lado del puente que cruza el arroyo Goye y el deceso obedeció al fuerte impacto contra las rocas que coronan el cauce del curso de agua.

Un severo traumatismo de cráneo fue la causa de muerte de Teresa Bulfón, la turista platense que pasaba sus últimas horas en Colonia Suiza antes de regresar a su ciudad. Ocurrió luego de que trastabillara mientras intentaba avanzar por una precaria senda que inicia a un costado del puente que cruza el arroyo Goye y que tiene una gran pendiente y altura respecto al cauce del arroyo.

Además del golpe en la cabeza que derivó en su deceso, la joven sufrió otros importantes golpes en el rostro y en otras partes del cuerpo, tal como lo revelan las fracturas costales y una pequeña fisura vertebral.

El resultado del examen médico forense practicado al cuerpo, determinó la presencia de agua en los pulmones de Bulfón, aunque la muerte no fue por ahogamiento sino producto de una hemorragia cerebral derivada del severo impacto con las piedras.

La investigación logró establecer que el fallecimiento ocurrió el mismo día jueves al mediodía, poco después de que fuera vista con vida por última vez, al abandonar el camping en el que había pasado los últimos días y dejara al resguardo sus pertenencias para dar una última caminata por la zona.

Aunque había avisado que el jueves por la tarde emprendería el regreso hacia Buenos Aires, no fue encontrada sino hasta el viernes al mediodía, cuando un ciclista que cruzó el puente carretero divisó su cuerpo y dio aviso a las autoridades.
En el lugar del hecho, el equipo fiscal con Tomás Soto y Betiana Cendón a la cabeza, comandó el trabajo del Gabinete de Criminalística y los policías y bomberos que retiraron el cuerpo del lugar, en ardua tarea.

Inmediatamente se descartaron indicios de criminalidad y se dio paso a la primera hipótesis, luego ratificada por el resto de la evidencia colectada en el caso.

La víctima tenía en su poder una riñonera con toda su documentación e inclusive un teléfono celular, lo que permitió un inmediato aviso a la familia de la mujer, quienes viajaron de inmediato a Bariloche y el día domingo recibieron de las autoridades el cuerpo de la infortunada joven.