Este año se desarrollarán –si la pandemia lo permite– las elecciones nacionales de medio término. En el caso de Río Negro, finalizan los mandatos de las parlamentarias Lorena Matzen (Juntos por el Cambio) y de Ayelén Spósito (Frente de Todos), quien completó la gestión de María Emilia Soria, tras asumir esta la Intendencia de General Roca.

Ante esta realidad, las fuerzas políticas de la provincia ya están alistando sus padrones, comenzando a movilizar a su gente y, desde ya, perfilando a los posibles candidatos para el cargo.

A saber: en este tipo de elecciones, quien gana en el territorio rionegrino se lleva una banca y quien sale segundo, la restante. Para que una sola fuerza se quede con los dos escaños, el primero tiene que, por lo menos, duplicar en cantidad de votos a su más próximo perseguidor. Esto último es bastante improbable que suceda.

Por otra parte, también se da por hecho que la compulsa electoral se va a polarizar en todo el país, entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio (ex Cambiemos). Sin embargo, en nuestra región, Juntos Somos Río Negro, el partido que lidera y fundó el actual senador Alberto Weretilneck y que tiene su marcado poderío, quiere nuevamente meterse en la pelea.

Cabe mencionar que en las últimas elecciones logró su cometido, alcanzando una banca en la Cámara de Senadores (la del propio exgobernador) y otra en la de Diputados (Luis Di Giácomo). Por lo tanto, la tarea no parece difícil.

Pero en esta oportunidad, Juntos Somos Río Negro deberá apostar fuerte. Para poder meterse entre los dos grandes partidos nacionales, tendrá que “tirar toda la carne al asador”.

Es decir, necesitará de una figura fuerte, con capital político propio y que no haya que salir a instalar o dar a conocer. Básicamente, no le puede pasar lo mismo que hace cuatro años, cuando llevó a Fabián Gatti como aspirante a la Cámara Baja. El resultado fue tan magro en las PASO, que tuvieron que bajar la candidatura antes de las generales de octubre.

En ese marco, es que suena el nombre del vicegobernador Alejandro Palmieri como posible candidato, por su conocimiento en la población y, por sobre todo, su arraigo a General Roca, un distrito siempre complicado y donde el peronismo parece inexpugnable. Si va Palmieri podría discutirse esa fortaleza al FDT. “El patón” tiene camino recorrido, experiencia y respaldo. Pero algunos dirigentes consideran que llevarlo a él, implicaría un riesgo muy grande en caso de una derrota, justamente por ser el vicegobernador. “Sería como plebiscitar la gestión”, indicó un referente del oficialismo provincial.

Por otro lado, los intendentes de Juntos, que todos tienen votos y gestión para mostrar y demostrar, se han abroquelado y se encolumnaron detrás de la figura del jefe comunal de El Bolsón, Bruno Pogliano, quien fue reelecto por el 68% de la comunidad hace un año y medio, y que, por diferentes razones (y noticias), se ha instalado en la provincia y hasta en los medios nacionales.

Allí, la cuestión territorial también tendría su implicancia, ya que la Zona Andina, con Bariloche como el distrito con mayor cantidad de electores, siempre es fuerte y hace pesar su opinión. De hecho, Gustavo Gennuso respalda la postulación de su par bolsonense, quien lleva adelante una gestión sin sobresaltos en su pueblo. Su alto nivel de imagen positiva y juventud, lo acompañan. El interrogante que surgiría en caso de que Pogliano sea el candidato a diputado, es qué pasaría con el poder político de Juntos en El Bolsón, ya que habría que convocar a elecciones para finalizar el mandato. ¿Hay otra figura que pueda heredar el caudal electoral y político de Pogliano?

Por otra parte, viene sonando hace algunas semanas el nombre de Agustín Domingo, ex ministro de Economía provincial, quien fue apartado del cargo por la gobernadora Arabela Carreras. El nombre del ex funcionario también había estado dando vueltas para la Intendencia de Bariloche en 2019, pero no es una persona reconocida ni siquiera en su ciudad de origen. Hay quienes consideran que su instalación demandaría mucho tiempo y recursos. La buena: por su desconocimiento popular, es que no tiene imagen negativa.

También se baraja el nombre de la viceministra de Salud provincial, Mercedes Ibero. La médica, oriunda de Bariloche, tiene un perfil técnico y el hecho de ser la vocera del Ministerio de Salud durante la pandemia le dio reconocimiento en todo Río Negro. Pero al parecer, desde el entorno de Weretilneck, no verían con buenos ojos que una figura que dio malas noticias durante más de un año sea la candidata. El riesgo con Ibero sería el de llevar a una mujer que no se ha expuesto nunca al voto popular y que se desconoce el impacto electoral que pueda tener. Lo positivo: su nivel de conocimiento y carisma.

Mientras que, por otro lado, en Bariloche, hay quienes creen que el legislador Juan Pablo Muena podría ser una buena posibilidad. Su juventud y trabajo en el sector deportivo le ayudaron a llegar al parlamento rionegrino y siempre se lo ve muy cercano a Carreras. Aunque, por otra parte, en el último tiempo ha tenido cuestionamientos y entredichos con algunos intendentes de Juntos, con quienes tiene roto el vínculo y esto no lo ayudaría para lograr el consenso necesario. Al mismo tiempo, Muena también suena para ir por la Intendencia en 2023. Ambas cosas parecen ser muy prontas para un incipiente dirigente y que está en reciente crecimiento.

Finalmente, siempre están en la gatera los nombres del ministro de Salud Fabián Zgaib y de Mónica Silva, aunque sin mayores pretensiones, pero a sabiendas de que son soldados del proyecto provincial.

Más allá de quien sea el candidato, si Juntos Somos Río Negro logra un escaño más en Diputados (ni hablar si son dos), podría ser la confirmación de esta fuerza política ya en el ámbito nacional, dándole pelea electoralmente al kirchnerismo y al macrismo. Y ahí sí, comenzaría a parecerse cada vez más al Movimiento Popular Neuquino, con quien siempre lo comparan.

Diego Llorente