Para Galaverna, “los poderes quieren tener a la Defensoría del Pueblo bajo su ala”  

La ex defensora del Pueblo, Andrea Galaverna, dialogó con Antonio Zidar en la radio de El Cordillerano, a raíz de la apertura de inscripciones para ocupar ese cargo a partir el mes de mayo, cuando vence el mandato de la defensora actual.

En esa línea, Galaverna opinó que se trata de “una institución de la democracia que es fundamental” y que si bien es un cargo político, “es una institución que no tiene un manual de instrucciones” más que los tratados de derechos humanos, la Constitución Nacional y la Provincial y la Carta Orgánica, por lo que “la forma en que uno lleva adelante la gestión, difiere mucho de lo que son los juegos políticos”.

“La Defensoría tiene que estar poblada de pueblo. El defensor es un mediador entre los poderes y el pueblo. No sirve de nada que uno haga la Defensoría desde el despacho del intendente. Por eso, cuando un defensor tiene duda de donde debe pararse, tiene que pensar que siempre tiene que estar del lado del vecino, le guste o no la forma de su planteo. Hay que pensar si ese reclamo a las instituciones es viable o razonable o no”, sostuvo.

Y añadió que “para eso, la Defensoría tiene muchas herramientas: el diálogo, la mediación, la persuasión, o una cuestión formal que son las recomendaciones donde se analizan las ordenanzas o la Carta Orgánica y ver si se están violando sus derechos”. Reclamó el hecho de que toda recomendación del organismo es no vinculante, por lo que tanto el intendente de turno como los ediles, pueden tomarla o desecharla.

Por otra parte, Galaverna fue crítica con los vicios que se generan en la elección del defensor o defensora de turno. “No es poco frecuente ver la crisis de representatividad que tiene la gente que uno elige para determinadas funciones y eso irradia al defensor del Pueblo”, comenzó diciendo en ese orden.

“Nosotros trabajamos muchos años en un proyecto de ordenanza para una elección semidirecta del defensor. La idea era una elección no vinculante, donde el pueblo se manifieste en urnas ubicadas en las distintas juntas vecinales, y de esos candidatos que tienen que hacer campaña con el pueblo y no con los concejales, sale una terna. Y de esa terna, el Concejo, sí elige”, detalló.

“La idea es que esa terna de candidatos no vaya a una audiencia pública donde no va nadie, sino que visiten barrio por barrio, viendo cuáles son las necesidades y dónde están las vulneraciones de derechos y exponiendo su perspectiva. Y que la elección sea voluntaria, no obligatoria”, prosiguió.

Cabe mencionar que actualmente, los interesados se inscriben en el Deliberante, exponen una propuesta durante cinco minutos en una audiencia pública y luego, los ediles son los que seleccionan a la persona. Aunque por lo general, es un acuerdo político y lejos se está de elegir a la persona más apta para el puesto.

En el país hay muy pocos ejemplos donde el electorado puede elegir al defensor del Pueblo. En esos casos, el cargo entra en la lista sábana con otros cargos públicos electivos. “De esa forma, se vota a un partido político, y el defensor no tiene que ser un vocero de un partido, sino del pueblo”, opinó Galaverna.

Continuó relatando que su proyecto no tuvo éxito: “yo me reuní con casi todos los concejales de entonces y ninguno quiso darle curso a la propuesta. Esto es porque los poderes siempre quieren tener a la Defensoría bajo su ala, ya que el defensor está legitimado para ir a la Justicia en nombre del pueblo para defender derechos colectivos”, consideró.

Finalmente, fue consultada sobre la estructura del organismo, el cual hoy tiene 15 personas que son cargos políticos trabajando allí. Galaverna aclaró que cuando ella ocupó el cargo, había un total de 10 trabajadores, de los cuales 8 eran personal político y que cree es y era un número suficiente para el manejo de los temas.

Ante esta afirmación, consultada la actual Defensora del Pueblo, Beatriz Oñate, aclaró que en estos momentos son 9 las designaciones políticas (2 vienen de la gestión anterior) y 3 el personal de planta permanente.

Diego Llorente