Para la secretaria general de UnTER, la presencialidad todavía está lejos

“No están dadas las condiciones”, sostuvo la secretaria general de la Unión de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación de Río Negro (UnTER), Sandra Schieroni, al referirse al regreso de las clases presenciales.

El Cordillerano: – A esta altura, ¿se puede dar por segura la vuelta a las aulas?

Sandra Schieroni: – En la situación epidemiológica en la que nos encontramos en la Argentina, y en la provincia en particular, creo que hoy, 18 de enero, no están dadas las condiciones para poder pensar en una presencialidad.

E.C.: – ¿Les han informado algo puntual acerca de la vacunación?

S.S.: – Sabemos lo que trascendió por los medios. Hemos pedido información acerca de si se va a llevar adelante, cómo y en qué momento. Pero no tenemos una palabra oficial con respecto al plan de vacunación para el sector de trabajadoras y trabajadores de la educación.

E.C: – ¿Todavía no les contestaron nada?

S.S.: – Lo único que nos informaron es que, por ahora, según la definición del Ministerio de Salud, estaríamos en la tercera etapa: primero, los trabajadores de la salud, que ya comenzaron; después, los de seguridad; luego vendrían los docentes. No hay una fecha precisa de cuándo se llevaría adelante la vacunación. Nosotros tenemos calendario ya aprobado donde se indica que el 8 de febrero sería la presentación del personal docente. Entendemos que, por cómo se están dando las cosas, y porque no hay información al respecto, para esa fecha no vamos a tener ni la primera dosis.

E.C.: – Justamente, si se llegara a la aplicación de una primera dosis, ¿se comenzaría con la presencialidad? ¿O se esperaría a que se suministrara también la segunda?

S.S.: – Creemos que, si para una inmunización se necesitan dos dosis, es importante tener ambas. Hasta ahora, la vacuna que llegó al país es la rusa. También se habla de la de Oxford, que tiene una mayor cobertura con la primera. Nosotros evaluamos que la totalidad la dan las dos dosis, y sería importante contar con ambas antes de pensar en una presencialidad, así se ofrecería tranquilidad y una cobertura para el resguardo de la salud.

Sandra Schieroni, titular de UnTER.

E.C.: – Entonces, más allá de que se tratara de la vacuna de Oxford, ¿preferirían comenzar con ambas dosis aplicadas?

S.S.: – Sí, porque si hay dos dosis quiere decir que el plan para completar la inmunización es con la segunda, por lo tanto, si queremos poner en resguardo la salud de los trabajadores, tiene que ser con ambas aplicadas.

E.C.: – Por lo que observa, ¿la mayoría de los docentes está de acuerdo en vacunarse?

S.S.: – En términos generales, sí. Pero hay que tener en cuenta no solo la vacunación, sino también el cumplimiento de un protocolo médico/sanitario al que, como entidad, hemos aportado mucho a su construcción. El Ministerio tiene la responsabilidad de garantizar que estén dadas todas las condiciones en los establecimientos educativos, para que, al momento en que se dé la presencialidad, sean lugares sanos y cuidados, desde lo que es la infraestructura, la provisión de los insumos de limpieza, la capacitación y la cantidad de personal del servicio de apoyo.

E.C.: – ¿Cree que eso está previsto para su cumplimiento?

S.S.: – Habría que preguntarle al Ministerio de Educación… Ellos dicen que sí. Esperamos que, al momento de darse la presencialidad, las condiciones estén garantizadas, para poder minimizar cualquier riesgo de contagio en el ámbito escolar.

E.C.: – Cuando se habla de vacunación para el reinicio de clases presenciales, se hace referencia siempre al personal docente, pero los alumnos, al menos en principio, concurrirían sin vacunarse…

S.S.: – Nosotros no hemos escuchado hablar de la posibilidad de vacunar a los estudiantes… El contagio se da más en personas mayores que en jóvenes, pero hay que recordar que tenemos instituciones educativas, tanto en nivel primario como secundario, que albergan a gente adulta, a la que hay que tener en cuenta. Además, el tema no es solo el estudiante, también hay que pensar en la familia, porque si no se toman los recaudos necesarios, el virus podría llegar al seno familiar.

E.C.: – ¿Y qué pasa con el personal no docente de las instituciones educativas? ¿También deben estar vacunados para comenzar las clases presenciales?

S.S.: – Todavía no lo han dicho. Hasta ahora, se habla de los docentes. Entiendo que todos los trabajadores que estemos en una institución educativa debemos recibir la vacuna. Tendría que ser así.

E.C.: – Para febrero, no solo estaba estipulado que los docentes regresaran a los colegios, sino que se preveía que también asistieran, para algunas clases presenciales, alumnos que, por diversos motivos, habían quedado particularmente atrasados en 2020 a partir de la pandemia. Si se hace difícil pensar en un regreso durante marzo, que eso suceda parece impracticable…

S.S.: – Lo decimos desde que empezó la pandemia: la presencialidad solo es posible si están dadas todas las garantías para el cuidado de la salud y de la vida. Estamos a días de que comience febrero, y entendemos que no están dadas las condiciones para pensar en clases presenciales… Esto es un día a día. Veremos cómo se avanza… Todos queremos la presencialidad, y desde UnTER hemos destacado con claridad el vínculo que, con ella, se establece entre el docente y los estudiantes. Deseamos volver a los edificios escolares, pero con la tranquilidad de saber que estamos cuidados, de que el Estado vela por la salud de las y los trabajadores, y de las y los estudiantes.

E.C.: – Si no se diera la presencialidad, ¿las clases comenzarían como culminaron el año pasado?

S.S.: – Sí, con los recursos que los docentes hemos puesto a disposición del trabajo a distancia, que, en algunos casos, tiene que ver con la virtualidad, y en otros, con material impreso. Donde la conectividad no es posible, los trabajadores han garantizado la posibilidad de contar con un vínculo pedagógico a través de la entrega, a las familias, de propuestas escritas.

E.C.: – Lo más probable, por lo que dice, es que el año escolar comience de ese modo…

S.S.: – Sí. Las diferentes aperturas, como las del turismo y el comercio, que entendemos que son importantes por la cuestión económica, han traído aparejado un aumento de casos en la provincia. Hoy las condiciones sanitarias son mucho más complejas que cuando terminamos el 2020.

Christian Masello