Sanna Mirella Marin: tan brillante que la atacan por cuestiones ridículas  

Sanna Mirella Marin se convirtió a los 34 años en la mujer más joven en ocupar el puesto de primer ministro de Finlandia. No fue un camino sencillo. Familia humilde, padre alcohólico, criada por dos madres, fue cajera en un supermercado para pagar sus estudios (no se animó a pedir un préstamo por temor a no poder devolverlo). Se recibió como licenciada en Administración y ocupó varios puestos, entre ellos el de ministra de Transporte y Comunicaciones.

Ese país tiene una larga tradición en la reivindicación de los derechos de las mujeres (tuvieron derecho al voto en 1906, las primeras del mundo), por eso son llamativos los permanentes ataques y críticas que recibe, no tanto por sus políticas, en general exitosas, sino por temas intrascendentes.

Poco importa que haya logrado la alianza de 5 partidos, que en su gabinete sean todas mujeres o cómo llevó la situación sanitaria durante la pandemia.

Mantener una política clara de género o políticas activas ante el cambio climático tampoco parece ser de mayor importancia.

Esta vez los dardos se dirigieron a cómo se vistió para una entrevista para la revista de moda Trendi. Los comentarios no tardaron en llegar: "inapropiada", "ridícula", "erosiona su credibilidad".

Un importante empresario llegó a comentar el tamaño de partes de su cuerpo. La reacción no se hizo esperar, bajo la consigna #ImwithSanna (Yo estoy con Sanna) miles de mujeres de todo el mundo subieron fotos similares en apoyo, con un simple blazer, sin camisa, ni corpiño. Después de todo, las críticas dicen mucho de quién las emite.