HIZO 22 850 KILÓMETROS

| 22/11/2020

Con 60 años decidió caminar de Ushuaia a Alaska, la pandemia lo frenó en la frontera de Canadá

Daniel Pardo
Con 60 años decidió caminar de Ushuaia a Alaska, la pandemia lo frenó en la frontera de Canadá

“Ya cumplí mi deseo de caminar bastante”, reflexionó satisfecho Martín Echegaray Davies, luego de culminar un inmenso desafío personal que unió Ushuaia con el norte de Estados Unidos. A pie. Sí, a pie.

En realidad, la meta era llegar a Alaska, pero la pandemia lo dejó atrapado en Dakota del Norte, en Estados Unidos. Esperó 8 meses, pero como las fronteras de ambos países se mantuvieron cerradas, decidió volver a su hogar en Trelew.

La motivación del viaje de Martín está en sus raíces. Es descendiente de los primeros colonos galeses que poblaron la provincia de Chubut y quiso rendir homenaje a las primeras expediciones. Participó de las caminatas que se hacen de Puerto Madryn a Rawson. También repitió el recorrido que hizo el primer gobernador Luis Fontana, cuando dio toda la vuelta a la provincia. “De ahí surge la idea”, sintetizó. El 31 de octubre de 2017, con 60 años, inició su gran desafío desde bahía Lapataia en Tierra del Fuego. Fueron 22 850 kilómetros de caminata.

“Me quedan los recuerdos en la retina, me encontré con gente que no conocía para nada y me ayudó desde lo económico y también con el aliento”, contó. Le decían que siga adelante, que no afloje. "Fue muy reconfortante", admitió. Siempre con zapatos de punta de acero, corbata y gorra. “No me la saqué nunca”, aclaró. Su universo de viaje se completó con un carro, el “Carricatre Pilchero” -como lo denominó- que llevaba sus pertenencias y alimentos.

Cuando repasa las complicaciones que tuvo durante el viaje, recuerda los momentos en los que se rompió el Carricatre o cuando debió atravesar las tres cordilleras en Colombia. Eso fue muy exigente. “Salía una hora antes de que saliera el sol, a media mañana comía algo y al mediodía almorzaba y descansaba. Después seguía hasta que bajaba el sol”, relató. En ese momento, buscaba un lugar seco, refugiado. En Chaco y Misiones tuvo que esquivar el agua que alcanzaba los costados del camino.

Cuando llegó a Dakota del Norte en Estados Unidos, la pandemia ya había comenzado a teñir la vida del mundo. Esperó que abrieran la frontera para caminar hacia Canadá durante 8 meses. Eso no sucedió, así que decidió volver. Durante el viaje recibió muchos mensajes de gente que se animó a cumplir su sueño. “Supongo que dijeron ¿por qué no lo voy a hacer, si este viejo lo hizo?”, reflexionó riendose con ganas. “¿Qué voy a hacer ahora? Nunca pienso en eso. Sé que voy a hacer hoy y mañana. Pasado mañana ya no. Ya cumplí mi deseo de caminar bastante”.

Daniel Pardo

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