Presentan libro del juicio a un médico que desató polémica entre abortistas y pro-vida

“Lo que más afectó fue la posición de una Justicia muy ideologizada, que, en ciertos temas, no mira los casos concretos, sino otras cuestiones”, consideró al abogado, y ahora también escritor, Damián Torres, que estuvo a cargo de la defensa del médico Leandro Rodríguez Lastra, quien en 2017 optó por no continuar con un proceso de aborto a una joven que había llegado en malas condiciones al hospital donde él trabajaba, en Cipolletti.

El letrado decidió contar la historia, con todas sus idas y vueltas, en un libro titulado “Cuando salvar vidas se convirtió en delito”.

Cabe recordar que el ginecólogo fue condenado a dos años y cuatro meses de inhabilitación especial para ejercer cargos públicos, y a un año y dos meses de prisión en suspenso.

“Ahora el caso está en el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro, que va a revisar esta condena y seguramente llegará a la Corte”, explicó Torres.

“Lo paradójico, más allá de la condena o la absolución, es que nadie se puso en el lugar de todos los actores”, señaló.

Por eso, durante la cuarentena, el abogado decidió escribir el libro que vino a presentar a Bariloche.

“El problema es que siempre trascendieron más las posiciones acerca del aborto de lo que es el caso en concreto”, sostuvo.

Para Torres, el texto puede ser de interés para los estudiantes de abogacía, “para que vean lo que es construir una defensa y cómo se lleva adelante una estrategia”, como así también para los propios letrados, “que van a sentirse reflejados en las emociones”.

También opinó que la historia resultará atrayente para aquellos que se encuentran a favor “de la posición de las dos vidas”, pero, incluso, supuso que las personas “que están por la legalización del aborto van a poder leerlo para sacar sus propias conclusiones, porque el libro apunta a mostrar la fotografía completa”.

Así, se refirió a que en la obra se cuentan “las condiciones en que llegó la mujer, qué pasó antes, cómo la mandaron a un lugar clandestino, cómo arribó con un estado de salud complejo, infeccioso, y el momento en que la tuvo que atender Rodríguez Lastra”.

Porque, según indicó Torres, el médico “solo estuvo cuatro horas con la mujer”.

“Hasta los jueces mismos se nota que no han leído todo, porque pensaban que Rodríguez Lastra la obligó a parir ese día, cuando el parto fue tres meses después…”, aseveró.

El abogado relató que cuando la joven llegó al hospital dijo “que venía de un inicio de aborto”.

“El bebé en ese momento tenía más de cinco meses y medio de gestación”, apuntó el ahora escritor.

“Lo que sostuvimos siempre, como defensa, fue que no se le puede exigir a un médico que, frente a una situación clínica así, con la mujer en un proceso infeccioso, se la someta a una intervención quirúrgica para la realización de un aborto que la podía llevar incluso a la muerte”, expuso, para luego sostener: “En 2017, la ley remitía a un protocolo de que un aborto se podía realizar hasta las veintidós semanas y un peso de quinientos gramos, que es lo que dice la Organización Mundial de la Salud”.

Torres señaló: “La fiscalía acusaba a Rodríguez Lastra de que él había actuado por ideología y religión. Pero él es ateo. Es más, en algún momento de su vida hizo abortos, pero nunca en esa edad gestacional”.

Cabe resaltar que, más allá de lo que dijo el letrado, en 2019, el médico se inscribió como candidato a diputado nacional, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por el Partido Demócrata Cristiano.

Así, el abogado afirmó que “tomó una posición distinta en su vida después que le pasó esto”.

Para Torres, todo estuvo muy influido por las discusiones de pañuelos celestes y verdes, aunque no por lo político. En ese punto, destacó que quien llevó a cabo la denuncia contra su defendido fue Marta Milesi, de Juntos Somos Río Negro, partido del cual él es apoderado legal. “Creo que esa posición personal suya, de un activismo de muchísimos años en relación a la legalización del aborto, no la llevó a ver la situación del caso en concreto”, manifestó.

Y, justamente, en cuanto a las particularidades que rodearon el hecho, Torres hizo una cronología rápida: “En la localidad de Fernández Oro, una psicóloga y una médica le hicieron firmar a la mujer los papeles de consentimiento y la derivaron a una agrupación de Neuquén que se llama La Revuelta. En ese lugar, que no es un centro médico, sino un grupo activista feminista que pregona por la legalización del aborto, pero a la vez da pastillas a mujeres, le suministraron una medicación”.

“Cuando se complicó, la joven terminó con suero colocado, treinta y nueve  grados de fiebre, taquicardia, y en los exámenes de laboratorio salió que tenía más de diecisiete mil quinientos glóbulos blancos, es decir que se encontraba con un proceso infeccioso. Así la derivaron al hospital de Cipolletti, donde la recibió Rodríguez Lastra, que en ese momento le colocó antibióticos y estableció lo que se denomina un uteroinhibidor”, continuó.

“La fiscalía lo acusó de que no querer continuar con el aborto, pero lo que ocurría es que esta joven no dilataba, con lo cual, en realidad, no había un proceso en curso”, completó.

El abogado también relató: “La chica, en principio, había sido víctima de una violación; eso fue puesto en crisis, pero nosotros nunca nos metimos en ese punto”.

Y añadió un dato poco conocido: “Esta joven, después de que el niño se dio en adopción, lo quiso recuperar”.

 “Se comunicó con nosotros, y le avisamos a la fiscalía. A partir de ese momento, ya no le permitieron tener contacto”, dijo.

Según el abogado, “se desnaturalizó todo. Por eso se terminó en una condena”.

El libro se consigue a través de la página de la editorial Buena Data, y, en Bariloche, se vende en librería La Barca.

“Todas las ganancias van destinadas a 0800-VIDA, una red que ayuda a la mujer en situación de embarazo vulnerable, que nació en Río Negro pero está en todo el país”, sumó el letrado.

“Cuando salvar vidas se convirtió en delito” es el primer libro de Torres, quien nació en Tandil y vive en Viedma. Igualmente, ya trabaja en otro, más técnico, sobre la defensa penal.

Christian Masello / Fotos: Facundo Pardo