Banderazo: La marcha de la bronca

Cientos de personas de arremolinaron en el Centro Cívico el lunes por la tarde, en un banderazo. Si bien la propuesta inicial había fijado varios puntos de encuentro en la ciudad, muchos se acercaron directamente a la plaza. Hubo de todo: los que gritaron contra Cristina Fernández, consignas antivacuna, algún pedido por reapertura turística, referencias a la situación en Villa Mascardi, mucha gente sin barbijo, y un largo etcétera.

José Orol, por ejemplo, portaba un gran cartel con varias sentencias. “Queremos vivir en paz y libertad, respetando la Constitución Nacional, con división de los tres poderes”, decía.

En el letrero también pedía “que la educación vuelva a la agenda pública”, y expresaba el deseo de “vivir en un país donde se escuchen nuestras voces”.

Orol explicó: “Tengo la sensación de que la Constitución, cada vez, está más lejos de lo diario, y de que hay mucho desparpajo en negociar por gestos políticos y no por el pueblo”.

“Siento que los políticos, en general, están más preocupados por sus carreras y sus partidos que por la población… lo de los jueces es una barbaridad”, sentenció.

En otras pancartas, por ejemplo, se leía: “Mafia o república”, “Argentina sin Cristina”, “Independencia de la tiranía” y “Cárcel para los corruptos”.

En determinado momento, Ricardo Boysen, uno de los autoconvocados, se subió a un banco y comenzó a leer una especie de manifiesto, con un formato como si fuera un credo escrito en relación a la suma de quejas que había hecho que la gente se reuniera allí.

Al preguntarle por qué, en lo personal, había decidido asistir al banderazo, Boysen indicó: “Vengo por un país mejor, manejado con decencia y objetivos claros, con un futuro, una meta, donde todos los argentinos puedan soñar y se sepa a dónde vamos”.

Luego, se cantó el himno y, tras que por los parlantes sonara “La marcha de la bronca” (la emblemática canción de Pedro y Pablo), la gente partió por Mitre hasta Palacios, siempre con los colores celeste y blanco ondeando.

Después, los manifestantes doblaron y tomaron Moreno, para luego arribar una vez más al Centro Cívico y volver a cantar el himno.

Christian Masello / Foto: Facundo Pardo