Día de la Limpieza: la responsabilidad colectiva de habitar espacios libres de basura

Circuito Verde es una organización de educación ambiental y voluntariado  que fue creada hace cinco años, integrada  esencialmente por jóvenes, que realizan acciones que promueven atender a la problemática de los residuos sólidos urbanos en nuestra ciudad. Convencidos que la herramienta de cambio es la educación ambiental fomentan la articulación entre los actores involucrados, aspirando un futuro sustentable para todos. Ayer, los jóvenes organizaron una limpieza en la ciudad a la que se unieron otras pequeñas organizaciones y personas en general.

De manera permanente realizan campañas, brindan talleres y charlas interactivas a instituciones educativas de todos los niveles además de hacerlo a comercios y empresas. La búsqueda de soluciones comprometidas desde y hacia la comunidad y el conocimiento científico y técnico, a fin de generar un impacto positivo en el ambiente.

Soñando con un mundo donde no generemos tantos residuos y que cada uno que se genere se reutilice, se repare o se recicle y no que terminen perdidos en la naturaleza.

El problema de la basura en Bariloche

A medida que se acerca la primavera y el verano, los barilochenses comenzamos a frecuentar más aún las playas, senderos de montaña o ríos pero son pocos los que finalizada la jornada, traen consigo los residuos que generaron.  Y como siempre se dice al momento de hablar de basura, la única huella que debemos dejar en los lugares que visitamos, son nuestras huellas.

La problemática de los residuos no es algo simple de modificar, porque entra en juego la conciencia y educación de la gente al respecto. La toma de conciencia es paulatina y los niños y jóvenes son quienes más fácilmente aceptan y ponen en práctica las recomendaciones para cuidar nuestro entorno.

Mientras tanto se recorra el arduo camino de que sea masiva la mentalidad de no arrojar residuos, es necesario que individualmente tomemos acción para mejorar en este sentido. Antes de salir a caminar o andar en bicicleta, se puede llevar una bolsa grande para ir depositando allí todo lo que se vaya encontrando tirado.

Cada día son más amplios los circuitos de recolección de residuos del Municipio pero sin embargo, se continúan formando microbasurales. Donde alguien arrojó un par de bolsas o un electrodoméstico que ya no sirve, es cuestión de horas para que otros hagan lo propio. A medida que corren los días esa montaña va creciendo y en lugar de ver la manera de limpiarlo, se establece como código inconsciente de espacio destinado a la basura.

Estos microbasurales son la semilla para grandes problemas, la proliferación de focos infecciosos y roedores a vecinos más cercanos, la contaminación del suelo y de napas de agua, malos olores y una larga lista de perjuicios.

De tener gran cantidad de cosas para tirar, por medio de las juntas vecinales pueden obtener un contenedor, avisando incluso para el día fijado, compartirlo con los vecinos. Denunciar al 103 cuando se vea a alguien arrojando basura en lugares no habilitados impedirá que se forme un nuevo microbasural.

Circuito Verde, luego de realizar la recolección de basura en cada uno de los puntos, deja puesto un cartel invitando a no volver a arrojar allí. 

Susana Alegría/ Foto: Facu Pardo