SILVIA ACUM

| 15/09/2020

La presidenta de la ARB trabaja en el vertedero hace 22 años y así logró criar a sus hijos

Susana Alegría
La presidenta de la ARB trabaja en el vertedero hace 22 años y así logró criar a sus hijos
Foto: Facundo Pardo
Foto: Facundo Pardo

La Asociación de Recicladores Bariloche cumplió 17 años de vida, en cualquier otra actividad quizás ese tiempo no sea tan significativo pero cada día de trabajo en el Vertedero Municipal es digno de elogiar.

Silvia Acum es la presidenta de la ARB desde septiembre del 2018 pero hace 22 años que va todos los días al vertedero. “En ese tiempo éramos muchas familias que de manera independiente veníamos a juntar cosas para poder vender”. El poco dinero que generaban les servía solo para llevar un plato de comida a su hogar.

“Cada uno buscaba el material que sabía que podía interesarle a un comprador, yo siempre separaba cartones, metales y botellas de plástico”. Particulares iban hasta el vertedero a comprarles.

Ella en aquellos inicios, tenía a sus cinco hijos muy chiquitos “nuestra vida ha sido muy dura pero siempre trabajé no solo para que coman sino también para poder llegar a darles un estudio a todos y una vida tranquila”.

Familias enteras recorrían las montañas de basura y sabían que tenían que darle forma a todo eso para protegerlos de enfermedades y garantizarles un futuro mejor. “Muchos chicos venían a pasar el día, no iban a la escuela, otros en calidad de abandono, costó poder sacarlos y lo fuimos logrando poco a poco” aseguró.

“Todo el proceso de darle forma a la ARB también llevó un buen tiempo, algunas personas abandonaron porque creían que no era rentable pero con el paso de los años, al ver que empezaba a funcionar quisieron volver”.

Actualmente la Asociación de Recicladores Bariloche está compuesta por 58 familias “el 70 por ciento somos mujeres” dijo.
El cuerpo va pasando factura, todo el tiempo agachados revisando las bolsas que llegan, horas, días y años expuestos a bajas temperaturas, tiene un precio para todos. “Una mezcla de cosas que se te van arrimando y no las podés esquivar porque sabés que es tu sistema de trabajo” dijo.

Fin de otra etapa

A fin de mes finalizaría su cargo de presidenta aunque todavía no sabe si se podrá realizar la asamblea general correspondiente debido a la pandemia. “No tengo intenciones de seguir, dos años ya fueron suficiente experiencia y es momento de dejarle el lugar a otro compañero o compañera” aseguró.

“Aprendí un montón, fue muy difícil porque además de todo lo que ya sabía y de lo que hacía generalmente, se me agregaron más responsabilidades, durante estos dos años he dormido con el celular en la almohada porque en cualquier momento me llaman para algo”, detalló.
Su vida, personal y laboral, se vio modificada pero agradece enormemente la cuota de confianza que depositaron en ella sus compañeros durante este tiempo. “Me ayudó a ponerme en el lugar de quienes ya nos han dirigido” agregó.

Pandemia

Desde que se inició la cuarentena en el mes de marzo, obviamente han ido viviendo de una manera diferente. “Algunas familias pudieron cobrar el IFE, otras por distintas razones no”.

“Subsidios sí nos llegan de parte de la Municipalidad, ahora la Provincia aporta el dinero para los sueldos entonces trabajamos con un poco más de respiro” dijo Silvia.

En la planta todas las máquinas están funcionando bien, lograron reparar la prensadora por lo que se han reorganizado y el trabajo se agiliza.
Aunque ya es de público conocimiento nunca está de más el aprender qué medidas tomar para cuidarse y cuidar a sus compañeros. “Nos han dado capacitaciones y nos dividimos en dos partes, turnándonos para venir a la planta” afirmó.

Silvia agregó “se hace lo que se puede pero siempre unidos, aprendimos que es la única manera de salir adelante” y tiene toda la razón en afirmarlo.

Venta de bolsas de residuos

Al fondo del galpón de la ARB hay dos oficinas en planta alta, en una de ellas funciona la fábrica de bolsas de residuos. “Por ahora solo las estamos vendiendo acá pero estamos intentando que la gente las pueda encontrar también en los supermercados”.

Son de muy buena calidad y las fabrican en tres tamaños, la domiciliaria de 45X60 centímetros tiene un valor de $60. La de consorcio de 60x90, $80 y la super-consorcio de 80x120 está a $100, todas por diez unidades.

Las pueden adquirir en la planta del vertedero de lunes a sábado de 8.30 a 13 horas, ayudando de esta manera a todas las familias porque el dinero que les ingresa por la venta, es repartido entre todos los sueldos.

Susana Alegría

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