CASO OMISO A LA PRUDENCIA EDITORIAL

| 07/09/2020

Di Tata Roitberg publicó “La Deseada”

Adrián Moyano
Di Tata Roitberg publicó “La Deseada”
El autor, sonriente y satisfecho.
El autor, sonriente y satisfecho.

Es una colección de novelas cortas que transcurre en ámbitos urbanos de la Patagonia, salvo una que se desenvuelve en paisajes rurales. El octavo libro del autor, quien supo obtener Mención Especial en el Premio Clarín – Alfaguara por “González Catán”.

“La Deseada” no es la rubia que parece levantarse de la cama recién y que en atuendo diminuto, observa a través de una ventana el paisaje bucólico. Más bien, es el nombre de una estancia cuya extensión no deja de crecer cerca de El Recodo, caserío mínimo que se parece muchísimo a decenas de parajes neuquinos, rionegrinos o chubutenses. Al igual que los escrúpulos del viejo Salaberri, el estanciero que supo pasar por la Legislatura como diputado para votar leyes que sobre todo, beneficiaron sus intereses.

Tantas semejanzas hicieron que Emilio Di Tata Roitberg destacara con suficiencia incluso antes de la página de “legales” que “la presente es una obra de ficción. Si bien se mencionan lugares existentes (ciudades, calles y regiones de la Patagonia), los relatos que componen este libro son producto exclusivo de la imaginación del autor. Por lo tanto, cualquier semejanza con sucesos reales es pura coincidencia”. Llamativas coincidencias.

“La Deseada” es también la denominación del último capítulo, que además se prestó para el libro más reciente del prolífico escritor. “Debo decir que realmente, fue un producto de cuarentena aunque lo tenía escrito de antes”, le dijo a El Cordillerano, cuando el cronista expresó que en realidad, esperaba la publicación de otro de sus trabajos. “Es una colección de cinco nouvelles o novelas cortas, un género intermedio entre el cuento tradicional y la novela”, enseñó el autor de El Oso.


La portada de colección.

En definitiva, “la tenía (a la colección) desde hace un tiempo pero faltaba darle una buena edición, entonces, aprovechando el semi-parate que tuve en mis actividades como todo el mundo, surgió la posibilidad”, justificó Di Tata Roitberg. Las historias “son independientes, les di un orden que pensé hasta el último momento pero el lector lo puede seguir o no. Lo que tienen en común es que son de temática urbana y patagónica, menos la última”. Precisamente, “La Deseada”.

La trama que vincula al estanciero menos querido con un hijo viajero, su novia francesa y un bolichero de pueblo, “transcurre en una zona parecida a la Línea Sur o a la parte desértica del norte de Chubut. Es la única de temática rural, las otras son bien urbanas y patagónicas”, indicó el autor. Por otro lado, hay escenarios que también remiten a trabajos anteriores. “El anteúltimo de los textos, que se llama Porque sí, está ubicado en el barrio de El Oso, aunque El Oso ya no vive más ahí, anda fugado por otros lares”.

Sin muertes violentas

Se trata del policial que transcurre en un ámbito barilochense, novela que marcó la irrupción de Di Tata Roitberg en la escena literaria, hace varios años ya. En “Porque sí”, la temática “es más parecida a la de El Oso, pero no por los crímenes”, aclaró el escritor; “a diferencia de otros libros míos de las series policiales, en este no hay ningún muerto, al menos no de manera violenta. Son historias, más bien una narrativa. Si pudiéramos resumirla, gente a la que le pasan cosas”.

En el conjunto de novelas breves, “todas están escritas hace tres o cuatro años. Les di un retoque grande porque como en los otros libros, me interesa que fluya la lectura. A veces, uno hace primeras versiones y no voy a decir que se enamora, pero se encariña con algunas frases o párrafos que después, en una relectura segunda, se da cuenta que son superfluos”, admitió Di Tata Roitberg.

En esa línea, “recuerdo que una de mis primeras maestras de Escritura me decía que probara cómo funcionaba (el texto) sacándole tal cosa. Entonces, trato de ir sacando”, explicó. “Uno de los mejores elogios que me han hecho es que al repasar la historia, pareciera que hubieran leído un libro mucho más largo”. Entonces, “prefiero que la lectura fluya”. Además, “creo que cuando un lector se mete en el mundo de un libro, relato o novela, tiene la capacidad de llenar por su parte los espacios que faltan. A veces, me parece que en una historia, es mejor sugerir que contar todo”, definió.

En general, el sector editorial está más bien prudente y prefiere postergar nuevas ediciones, pero Di Tata Roitberg tuvo “varios motivos” para avanzar con “La Deseada”, a saber: “en la imprenta había disponibilidad para hacerlo porque en ese momento, estaba con cero trabajo o haciendo trabajos de mantenimiento. Lo hice en una imprenta de Bariloche, así que su factura es 100 por ciento barilochense, porque también está diseñado acá”.

Por otro lado, “me dio un espaldarazo el hecho de estar vendiendo mis libros en Mercado Libre, un canal de distribución que a mí me está viniendo muy bien para colocarlos con gente de todo el país. Creo que los que vivimos en el interior sabemos que irnos a vivir a Buenos Aires nos daría una posibilidad muy grande en el tema contactos: uno conoce a una persona, toma un café y ya está en el ambiente literario o editorial. Se te abren muchas puertas que en el interior son más difíciles, pero aun así siento que tengo mi lugar aquí. No es que intente hacer una literatura regional pero me interesa pintar mi aldea desde el lugar en que estoy. Tener las redes para dar a conocer mis escritos y poder vender los libros por Mercado Libre, me da una libertad grande. Así que también fue un empujón”, concedió.

La última vez que El Cordillerano había hablado con el escritor, dio a conocer su participación en un llamativo libro conjunto. “Ya salió. Es una especie de juego, tipo teléfono descompuesto, del que participaron cuarenta escritores y artistas plásticos. Recibí una imagen de un artista plástico y tuve que escribir a partir de lo que esa imagen me producía. Después, mi texto se lo dieron a otro artista, que hizo un collage. Así que yo me basé en una imagen y hay otra que está basada en mi texto”, resumió. “Creo que salió bastante lindo, hay bastantes nombres de la literatura. Por lo menos, en el cuento mío se ve el tema de la cuarentena: el encierro y las sensaciones que todos pasamos”, indicó el barilochense.

Si bien Di Tata Roitberg tiene más de 10 mil seguidores en su página de Facebook y cuenta con canal de YouTube, no se deja seducir por los cantos de sirena de los nuevos formatos a la hora de pensar en una presentación para “La Deseada”: “tendría que estudiarlo y ver cómo, pero en realidad estoy esperando que se levanten un poco las restricciones y que la gente se anime a salir. Creo que tomando las precauciones y sentándose medianamente lejos, se podría hacer. Me gusta más el contacto con los lectores porque el hecho de escribir siempre es muy solitario, entonces, poder ver a los lectores e intercambiar palabras, a mí me motiva mucho”, justificó. Será coherente con el nombre de aquella estancia.

El abuelo de Berni

Cuando el cronista supo que Emilio Di Tata Roitberg tenía nuevo libro fuera de imprenta, supuso que se trataba de “Berni y la Polaca”, cuyos capítulos primero se dieron a conocer en la página de Facebook del autor. No fue así pero su publicación “está pensada. Llevo tres años escribiéndolo. Estoy en una segunda o tercer parte del libro, en la que hice un salto para atrás (en el tiempo) y transcurre en Punta Arenas, en el sur, sur de Chile, en 1892” explicó el autor.

Para las nuevas alternativas de la historia, “tomé una revuelta de soldados y presidiarios que en realidad, hubo un poquito antes, pero cambié el tiempo. Punta Arenas era una colonia penal, la prendieron fuego y se armó una hecatombe”, enmarcó. “Cuando estaba haciendo la primera parte de Berni viajé a Punta Arenas y a Puerto Natales para familiarizarme más, me empecé a informar y vi los lugares. Me llamó la atención ver que se produjo una revolución que dio vuelta a toda la ciudad, como una revolución debe ser”, compartió.

La atención del barilochense se dejó captar “por la terrible mezcla que había entre las distintas colectividades que vivían en la zona y las relaciones entre los muy jóvenes Estados de Argentina y de Chile, cada uno reclamando siempre las zonas del otro”, ironizó Di Tata Roitberg. “En ese momento, Punta Arenas era terriblemente cosmopolita porque era el paso obligado entre los dos océanos, antes de la construcción del Canal de Panamá. Estaba poblada por gente de Europa y antes de la cristalización fuerte de los nacionalismos, se identificaban más por la pequeña región de la que venían. Entonces, ubiqué al abuelo de Berni, el personaje principal, y salió una historia paralela”. Otra historia cuyo desenlace se hace desear.

Adrián Moyano

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