Protocolo de micros de larga distancia con el freno de mano puesto

A pesar de los anuncios, la Secretaría de Transportes de la Nación aun no ha logrado consensuar con las empresas del sector cómo será el protocolo vigente para la actividad, y por lo tanto no hay fecha cierta para que los micros vuelvan a rodar por las rutas argentinas.

Quienes participan de las charlas público privadas que buscan alternativas para volver a conectar argentinos con argentinos tienen la clara impresión de que la prioridad está puesta en el regreso de las líneas aéreas, y que la vuelta del transporte terrestre se resolverá en segunda instancia.

Tal es así que El Cordillerano no logró más que pedidos de disculpas y promesas de futuras precisiones por parte de voceros de los grandes jugadores involucrados. El único que se prestó al cuestionario propuesto, aunque no aportó demasiadas precisiones, fue el representante en Bariloche de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), Claudio Thieck.

El Cordillerano: – ¿Están definidos los nuevos protocolos?

Claudio Thieck: – Oficialmente, todavía no nos informaron. Tenemos conocimiento de que se trabaja con los borradores para micros de largas distancia.

E. C.: – ¿Aún están en una etapa de borradores?

C.T.: – Por lo que veo en los medios, está instalado el tema, para avanzar sobre la cuestión, pero oficialmente no nos llegó el sistema de cómo se va a implementar el protocolo. Calculo que será de la misma manera que lo hacemos ahora, con un servicio médico, evaluación, certificado vigente, tapaboca, alcohol en gel, distanciamiento, butaca individual…

E. C.: – ¿A qué tipo de servicio actual se refiere?

C.T.: – Nosotros desplazamos doce mil personas durante los últimos cinco meses, y solo tuvimos un caso de coronavirus. Los resultados, en base al protocolo que llevamos adelante, son buenos. Por lo que tengo entendido, va a ser algo similar, pero reforzado. Todavía, en la CNRT, no recibimos nada acerca de cómo se implementará.

E. C.: – La idea general, en la población, es que los micros de larga distancia no están funcionando…

C.T.: – Hay un receso total en los servicios de transporte de larga distancia, pero sí tenemos los pedidos de los municipios para evacuación de gente y para los repatriados.

E. C.: – La cantidad de personas a la que se refirió, ¿entran en esos servicios?

C.T.: – Desde el primer día, que hubo receso total de transportes, acá quedaron más de siete mil personas que eran turistas, que se evacuaron, con este protocolo que mantenemos. Y, al revés, se repatriaron personas que estaban en Europa, que ingresaron a la zona; también individuos que se encontraban en Buenos Aires… En las primeras jornadas, repatriamos, con Gendarmería Nacional, ciudadanos que estaban en Chile.

E. C.: – Y, entre las doce mil personas que menciona, solo se produjo, entonces, un caso positivo de coronavirus.

C.T.: – De ese número que se desplazó en la zona andina, incluyendo Bariloche, hubo un solo contagio, que se detectó después de que llegó. El protocolo que implementamos dio resultado.

Todavía no hay nada oficial, ni siquiera las empresas tienen lo que será el protocolo para los micros, aunque Thieck mencionó detalles de los borradores. (Foto: Fabio Hernández)

E. C.: – Las medidas concretas, en ese protocolo que utilizan, ¿cuáles son?

C.T.: – El protocolo consiste en barbijo y distanciamiento, lo que significa un uso del setenta por ciento de cada unidad. Obviamente, es algo estimativo, porque bajo la pandemia, tuvimos que improvisar… todo era muy dinámico. Además, cada vez que sale un servicio, el individuo tiene que ser chequeado, tener un certificado médico que debe ser controlado por un profesional. Eso se hace en las veinticuatro provincias argentinas.

E. C.: – ¿Tiene que haber un médico en el lugar?

C.T.: – Sí, no permitimos ninguna salida si no hay uno, antes de que suban los pasajeros. Confiamos en su evaluación. Y, cuando llega el servicio a destino, también tiene que recibirlo Salud Pública. Al principio tuvimos una pequeña discusión con Provincia, que luego se resolvió y nos pusimos de acuerdo. La idea es que, antes de que los pasajeros bajen del ómnibus, más allá de que tengan su certificado médico, ante la posibilidad de que se haya manifestado el COVID-19 durante el viaje, sean evaluados. El profesional tiene que ingresar al vehículo, protegido, y ver en qué situación están. Es fundamental.

E. C.: – No habrá catering, ¿verdad?

C.T.: – Así es, ese servicio siempre estuvo suspendido.

E. C.: – Tampoco se repartirán mantas…

C.T.: – Exacto; ni almohadas.

E. C.: – Con el nuevo protocolo, el porcentaje de ocupación del colectivo sería ya algo fijo…

C.T.: – Seguramente. Cuando se refuercen los protocolos, ya habría números estrictos. Hay que ver lo que ha dado resultado hasta ahora, y mejorarlo. Hemos elevado información a la Secretaría de Transporte de Nación, para que puedan trabajar sobre estas cuestiones. Los micros de larga distancia que vienen con repatriados tienen que ser doble piso, con cabina separada; los choferes no tienen contacto con los pasajeros. En cuanto al uso interno, nacional, lo que exigimos a algunas combis (mini-bus) es una distancia de dos butacas entre el conductor y los que viajan. Por eso, hasta ahora, gracias a Dios, no hemos tenido ningún chofer contagiado.

E. C.: – Los vehículos, ¿necesitan modificaciones estructurales?

C.T.: – No. Yo quizá implementaría una especie de cortina de división entre un pasajero y el otro… Esos son los puntos que hay que reforzar.

E. C.: – ¿Y la ventilación?

C.T.: – Requerimos que mantengan el sistema de aire del vehículo; caso contrario, deben tener abierto un ventiluz delante y otro detrás; para que haya una circulación continua. Más allá de eso, exigimos que el micro se desinfecte cuando llegue, y también antes de salir. Chequeamos eso.

E. C.: – Ahora, entonces, están afinando detalles para definir el protocolo…

C.T.: – Sí, en el borrador que se trabaja desde hace unos días, que creo que será el definitivo, se tratan estas cuestiones. Personalmente, por ejemplo, propondría colocar una máquina de ozono, que es un aparato que desinfecta en forma continua el vehículo.

E. C.: – ¿Los colectivos llegarán a la terminal, y partirán de ella?

C.T.: – Hace unos días, permitimos el arribo del micro al hotel. Antes, lo que sucedía era que cuando un repatriado llegaba a la terminal, desde Buenos Aires, se subía a una camioneta de la Provincia, o a un taxi. Pero luego decidimos que se fiscalice en la terminal, se chequee todo, y después vaya directo al hotel. Por eso hubo gente que dijo haber visto turistas: en realidad, eran repatriados que iban directo al hotel, por seguridad.

E. C.: – Pero, a partir del arribo de pasajeros/turistas, eso cambiaría.

C.T.: – La verdad es que me gustaría trabajar con el municipio, para que proponga cuál sería el protocolo urbano, y así hacer una tarea en conjunto. Resultaría interesante ver qué tipo de protocolo tiene preparado Bariloche, en caso de que lleguen turistas, para saber cómo debería ser su recorrido.

E. C.: – ¿Pero eso se fijará a nivel nacional o lo tiene que determinar cada comuna?

C.T.: – Desde mi punto de vista, lo tendría que fijar el municipio, para presentar a Nación, que no tiene conocimiento de cómo funciona cada región. Creo que un intendente es la persona ideal para evaluar cómo activar un protocolo urbano.

E. C.: – Además, en ese punto, Bariloche, por ser una ciudad turística, tiene varias particularidades…

C.T.: – Exacto. Creo que hay que trabajarlo desde la parte local, más allá de que la responsabilidad es de Nación; pero el intendente conoce su ciudad y puede decir cómo un turista se puede desplazar en la localidad. No me compete, pero me gustaría ser parte de lo que sería el protocolo urbano, para colaborar.

E. C.: – ¿Y qué pasará con la terminal?

C.T.: – Tiene su protocolo. Hay alcohol en gel, se mantiene la limpieza, pero creo que, para el ingreso de un turismo masivo, o al cincuenta por ciento del que existía en otras épocas, tendremos que armar algo con el municipio. Se podría hacer lo que estamos llevando a cabo ahora: que el vehículo ingrese a la terminal, fiscalizarlo, como así también controlar que los conductores cumplan con su descanso, y desde ahí podamos derivarlos en forma directa a su destino; de esa manera, evitaríamos la circulación. Es cuestión de hacer un borrador interno… Yo me pongo a disposición de la Municipalidad, para lo que se necesite. Lo mismo en la ruta, con los transportistas de pasajeros y de carga.

E. C.: – ¿En qué sentido?

C.T.: – Me agradaría que el municipio tome el ejemplo de El Bolsón, y construya una barrera sanitaria, tanto en el norte como en el sur. Sería bueno reforzar los ingresos a la ciudad. Nosotros trabajamos bajo un programa, duplicamos el esfuerzo y las horas de trabajo, pero no es suficiente.

E. C.: – El funcionamiento, en El Bolsón, ¿es tan bueno?

C.T.: – Es excelente. Me saco el sombrero ante el trabajo que hace el municipio, en conjunto con la policía. Si prácticamente no tienen casos, es por la labor que desarrollan. Sobre todo, es destacable la figura del director de Tránsito y Transporte, Leandro Leoni.

E. C.: – ¿Cómo es la relación actual con el municipio de Bariloche?

C.T.: – Siempre fue buena. Nosotros somos orgánicos; estamos a disposición. Pero nos gustaría tener un poco más de diálogo, para que trabajemos en algo un poco más serio sobre lo que es la zona.

Christian Masello