11/08/2020

¿QUÉ SERÁ DE…? Horacio “El Chivo” Engraf, el talentoso goleador y wing izquierdo

Martín Leuful
¿QUÉ SERÁ DE…? Horacio “El Chivo” Engraf, el talentoso goleador y wing izquierdo
En la foto junto a Montedoro con la casaca de Unión Alem Progresista.
En la foto junto a Montedoro con la casaca de Unión Alem Progresista.

Fue parte importante de la historia del fútbol local. Arrancó jugando en Once Corazones, pasó con Ferrocarril de Bariloche, Estudiantes Unidos, y Alas Argentinas.

Llegó a La Candela en Buenos Aires y se volvió porque extrañaba y la vida lo premió muchas veces en el Club Unión Alem Progresista, de Allen.


La foto es en el Estadio Municipal, vistiendo la camiseta de Boca.

Nació el 9 de septiembre de 1948 en Bariloche. Su infancia la transcurrió en el histórico barrio Ñireco, hijo de Jorge Engraf, un empleado ferroviario, y de Margarita Minor, ama de casa. Su humilde hogar lo compartió con cuatro hermanos, Ricardo (Pepe), Roberto, Mariela y Nélida.

Contrajo matrimonio en 1970 con Gloria Ester Guillermo, con quien tuvo cinco hijos, Jorge, Eduardo, Maxi, Gisela y Anabela. Cursó la primaria en la escuela 71 de Avenida Costanera y solo primer año del Colegio Primo Capraro, luego el fútbol pudo más.


Horacio Engraf junto a su hermano Pepe y sus tres hijos varones.

Como todo pibe nacido en el Bariloche de antaño, “El Chivo” Engraf comenzó a jugar a la pelota en el barrio, con los amigos. Era una época donde el fútbol infantil todavía no existía y los chicos se agrupaban entre vecinos o conocidos.

Once Corazones

Horacio “El Chivo” Engraf, comienza a rememorar su historia y dice “Gadea tenía un equipo de fútbol que se llamaba Once Corazones y con los pibes del barrio con los que teníamos un equipo le jugamos un partido y le ganamos. Yo metí todos los goles. A la semana me fueron a buscar a la casa de mi mamá para que fuera a jugar con ellos. Ahí teníamos contención, estábamos más protegidos, nos daba de comer, me acuerdo. En ese equipo estaban Miguel Pérez, Kid Gambita Laciar. A pesar que era goleador preferían ponerme de primer central porque me decía el técnico que era muy rápido”.


Foto integrando Boca Juniors, otro de los barilochenses que llegó a un club grande.

Ferrocarril y Estudiantes Unidos

Engraf continúa relatando su pasado e indica que “en ese tiempo mis hermanos querían que yo jugara en la liga local y me voy a Ferrocarril que era un equipo que estaba en Bariloche. Allí jugué un tiempo, la verdad es que teníamos un buen equipo y allí si jugué de delantero, en el primer campeonato que jugué con ese club hice varios goles. Cumplida la etapa en el club ferroviario me integré en Estudiantes, alternaba entre la Quinta y la Primera división, tenía quince años. Conformamos un equipazo con una delantera letal. Estaban Armando ‘El Sapo’ Zúñiga, Miguel y ‘Caquero’ Pérez, ‘El Turco’ Ganín, ‘Pepe’ Engraf, ‘Cacho’ y ‘Tito’ Herrera, Raúl Cuello. Era muy fuerte ese equipo y de hecho salimos campeones, creo que fue en el 64”.


Festejando los 70 junto a su familia.

Llegar a Boca Juniors

La trayectoria de “El Chivo” Engraf es amplia y cuenta “lo de Estudiantes Unidos fue muy corto y me pasé a Boca de Bariloche. Fuimos a jugar un cuadrangular a Temuco y me vieron del Colo Colo y también estaba Alberto J. Armando que en esa época era el presidente de Boca y me llevó a La Candela, allí estuve entre 7 y 8 meses, sufrí mucho, era muy chico y extrañaba. Estaba en la Quinta y en la Primera jugaban Silvio Marzolini, Rattin, Simeone, Roma, Rojitas, era un equipazo el de Boca. Cuando retorné comencé a jugar en Alas Argentinas y en un partido de la selección de Bariloche jugamos contra la Selección de Confluencia y me vio la dirigencia de Unión Alem Progresista y me convencieron que me vaya a jugar a El Valle”.

El problema del pase

Engraf comenta que “la gente de Alas tenía mi pase y cuando se enteraron que había plata de por medio se acabó la amistad conmigo. Nunca vi un centavo, nos tocaba el quince por ciento y yo se la quería dar a mi papá para que se compre una casa o algo, pero nunca vimos un peso, los dirigentes de Alas Argentinas se portaron mal. Cuando llego a El Valle jugué dos partidos y al tercero ya estaba en el seleccionado, yo había jugado contra ellos estando en Bariloche. Con ellos hicimos muy buenas campañas. En un torneo llegamos hasta Olavarría, ahí nos eliminaron por un gol, fue una etapa muy linda y buena en lo personal”.

El retiro de las canchas

El exjugador barilochense contó que “con Unión Alem Progresista logré los títulos de 1969, 1970 y 1974. Mi último partido oficial fue en 1983 contra Alto Valle en un clásico que ganamos 3 a 1 con dos goles míos. Cuando terminó el partido me saqué la camiseta y se la tiré a la hinchada, dije que era mi última camiseta, no lo podían creer. Yo ya tenía 38 años y una familia, mi señora además me decía que era tiempo de mi retiro”.

Su vuelta a las canchas como técnico

La gran fama de Horacio “El Chivo” Engraf lo hizo retornar a las canchas como entrenador. Bariloche lo conoce con el apodo de “El Chivo”, en el Alto Valle es “El Gringo”. “La dirigencia de Unión Alem Progresista me ofreció ser el técnico y lo hice. Saqué campeón al equipo de Allen en 1987, le ganamos la final a Catriel y volvimos a ser campeones en 1998, le ganamos a Cipolletti en Allen. Al año siguiente llegamos a la final, pero la perdimos con Deportivo Roca”.


Con algunos de sus nietos.

El deporte lo es todo

Agradecido con la vida que le tocó transitar indica que “a mí el deporte me dejó todo, se lo inculco siempre a mis nietos, es lo mejor que hay. Yo les digo que es importante que hagan deporte, no importa si es fútbol. A veces me pongo loco cuando los veo tanto tiempo con los teléfonos. El deporte me dejó muchos amigos, gente que me ayudó y me apoyó”. Hoy el barilochense reside en Allen, está jubilado del desaparecido Banco Provincia de Río Negro, disfruta de su numerosa familia. Tiene ocho nietos, Mía, Tomás, Margarita, Matías, Rodrigo, Gimena, Camila y Lucas y una biznieta, Oriana.

Martín Leuful

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