Dina Huapi: se habilitó oficialmente la pintada de pañuelos en la plaza principal

Fue una propuesta de la intendenta Mónica Balseiro, por iniciativa de vecinos de la localidad y organizaciones de Derechos Humanos y del secretario de Desarrollo Social. Tuvo el aval legislativo del Concejo Municipal.

En la última sesión del Concejo Deliberante, se aprobó por unanimidad la ordenanza que instaura dentro del predio adjudicado a la plazoleta Modesta Victoria, un “Espacio de la Memoria” el que estará destinado a la “Pintada de pañuelos”.

La iniciativa fue enviada por la intendenta Mónica Balseiro, quien propuso, además, declarar de interés Municipal dicha “Pintada de pañuelos”, que se realizará el 24 de Marzo de cada año en el “Espacio de la Memoria” de la Plazoleta Modesta Victoria, como expresión de reminiscencia colectiva de la sociedad argentina.

Cabe recordar, que esta acción generó polémica en la vecina localidad durante el mandato del ex jefe comunal Danilo Rojas. Puntualmente, en 2018 un grupo de vecinos decidió pintar en la plaza principal del pueblo, los tradicionales pañuelos blancos que son el símbolo de las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo.

Lo hicieron a metros del “barquito”, en el suelo de la plazoleta Modesta Victoria, junto al mástil. Sin embargo, Rojas ordenó borrarlos dos días después, generando un malestar vecinal. Tiempo después, se inauguró una plaza de la Memoria sobre la Ruta 23, que las organizaciones y personas interesadas no han reconocido como un espacio legítimo.

El año pasado, durante el último lapso del mandato de Rojas, volvieron los pañuelos a la plazoleta y una vez más, Rojas decidió borrarlos, reiterando la polémica al respecto.

En 2020, por motivo de la pandemia mundial y por la consecuente cuarentena, el pasado 24 de Marzo no se pudo realizar la tradicional pintada de pañuelos. Sin embargo, Balseiro remitió este proyecto al Concejo Municipal para los años venideros y los ediles lo respaldaron con su voto.

Dentro de los fundamentos de la iniciativa, Balseiro argumentó que “la práctica de pintar pañuelos blancos en las plazas públicas se fue instalando como tradición que acompaña la conmemoración del violento golpe de estado del 24 de marzo de 1976, y como símbolo de la lucha por los Derechos Humanos, para sostener la memoria del oprobio y evitar su repetición. Tanto la práctica como los pañuelos, cuyo valor social y cultural ha sido ampliamente reconocido no solo en el país sino también en el extranjero, ameritan ser institucionalizados como patrimonio cultural”.

“Esta actividad instituye un emblemático ejercicio de construcción de la memoria colectiva para seguir reclamando por Verdad y Justicia. Reúne una cantidad de personas que crece año tras año y convoca incluso a turistas que participan y se interiorizan sobre lo que ocurrió en nuestro país, en esa noche larga y oscura de la dictadura cívico-militar”, agregó entre otras cosas.

Diego Llorente