ESCULTURAS, PASIÓN Y SOLIDARIDAD

| 10/07/2020

Un concurso virtual convoca a los artesanos barilochenses

Christian Masello
Un concurso virtual convoca a los artesanos barilochenses
Juan en plena faena.
Juan en plena faena.

En el encierro impuesto en la primera etapa de la cuarentena, hubo proyectos que se desvanecieron, planes que se hicieron humo. Pero, también, surgieron ideas para despertar al ave fénix de sus cenizas, sacudir el espíritu indomable que habita en el ser humano, despejar la somnolencia que dejó la siesta obligada.

Un grupo de amigos, por ejemplo, optó por buscar en la artesanía una salida a la quietud encapsulada.

A principios de año, cuando no se hablaba todavía de pandemia, estos muchachos proyectaban encuentros de bandas musicales, ya que solían viajar a otras localidades donde distintas agrupaciones actuaban, y creían que podrían generar, en Bariloche, acontecimientos similares.

“Teníamos todo bastante encaminado; incluso habíamos pensado en un salón”, dijo Juan Carlos Arpires. Pero el COVID-19 pasó a ser protagonista indeseado de la película: “Con la cuarentena, se nos pinchó todo”, aseveró.

Juan y sus amigos –varios de ellos, herreros como él– conformaron una especie de cofradía a la que llamaron “Unidos por el metal”, dado el gusto común por el rock pesado, y desde ahí comenzaron a trazar bosquejos: “A uno de los chicos se le prendió la lamparita y pensó en hacer un encuentro artesanal virtual, donde no hubiera que juntarse; cada uno desarrollaría la labor en su casa”, explicó.

La idea, entonces, es que, con temática libre, los artesanos realicen figuras y muestren los avances, en forma paulatina, a través de facebook. “La gente mandará los videos; si hiciera falta, en algún caso particular, alguien de nosotros irá a grabar, con todos los cuidados que haya que tener”, indicó Juan. “Después amuraremos las esculturas en el barrio Arrayanes, ya que la junta vecinal nos dio permiso”, contó. Eso en principio, aunque todavía sueñan con que las creaciones se dispongan en diferentes zonas de la ciudad, ya que varios escultores se han comunicado para expresar su deseo al respeto. En ese sentido, Juan señaló: “Muchos artesanos llamaron para decir que preferirían dejar las figuras en el barrio donde vive cada uno. La propuesta es buena, hay que averiguar si se puede”.

Además, también aspiran a que las esculturas se coloquen en espacios como la Escuela Municipal de Arte La Llave, pero no tienen contacto con las autoridades de la subsecretaría de Cultura, de quienes Juan manifestó: “Si quisieran darnos una mano, sería bárbaro; incluso estaría bueno que enviaran a gente especializada, para que fuera parte del jurado que defina a los ganadores”. Se van a entregar tres premios que, en total, sumarán diez mil pesos, donados por una empresa que, por el momento, prefiere mantener el anonimato.

El cierre de la inscripción, que es gratuita, está previsto para el 15 de julio, aunque, ante el interés suscitado, se medita extender el plazo una semana. Una vez que los concursantes estén definidos, habrá un mes para llevar adelante el trabajo.

Barrio Arrayanes, sitio donde -en principio- se colocarían las figuras.

Para los organizadores, según afirmó Juan, “no hay fines de lucro; la única ganancia es el entusiasmo que se genera… se trata de proponerle a la gente algo diferente a partir de la cultura”.

“Todo está tan amargo que quisimos ponerle ‘azúcar’ artesanal”, añadió. Sobre la situación actual, Arpires apuntó: “Durante la cuarentena, yo trabajé, porque soy camionero y reparto mercadería comestible. En ese sentido, tuve suerte. Pero varios compañeros, y muchos vecinos, están sin trabajo… Para poder sobrevivir, hacen changas y venden cosas que fabrican las mismas familias. Por eso se nos ocurrió lo del concurso, para dar un respiro, aportar algo positivo en este mal rato que atravesamos. Y, a la vez, brindar algo cultural”.

En forma paralela a este proyecto, los miembros de “Unidos por el metal” tienen pensado ayudar a la Biblioteca Néstor Kirchner del barrio Nahuel Hue, sitio que se suele utilizar para realizar actividades solidarias.

La idea es pintarla. “Queremos conseguir empresas que compren la pintura; y los participantes del concurso también podrían colaborar, por ejemplo con la mano de obra”, comentó Juan.

“Si bien no tenemos muchos recursos, porque somos personas humildes, hacemos lo que nos sale del corazón”, agregó.
Aunque aún no se concretó el certamen de artesanía virtual, ya piensan en llevar a cabo un concurso de muralistas cuando el clima permita trabajar al aire libre.

Arpires, más allá de su trabajo como camionero, es herrero, algo que lo apasiona desde chico. Alrededor de los doce años empezó a dar sus primeros pasos en esa área.

En la actualidad se encuentra en la última etapa de construcción de la figura de un guitarrista, para colocar en la intersección de Onelli y Lengas. “Trabajar el hierro es apasionante. Agarro un fierro, lo doblo, y veo arte. Lo llevo en la sangre”, reflexionó.

Los interesados en participar en el certamen virtual pueden comunicarse al 154310156.

Christian Masello

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