Cada vez hay más damnificados por estafas en Bariloche

Las unidades policiales recibieron, en las últimas horas, otro aluvión de denuncias por distintas estafas, muchas de ellas cometidas por sujetos a los que los damnificados contactaron a través de redes sociales.

Un hombre publicó un aviso para vender su vehículo Fiat 147 y fue contactado por un supuesto interesado, quien le pidió información sobre sus cuentas bancarias. Y el damnificado se las brindó. La víctima denunció que ofrecía su rodado y lo contactó un hombre con aparente domicilio en la localidad neuquina de Centenario.

Luego de discutir las condiciones el interesado se comprometió a señar el auto con $70.000 a través de una transferencia bancaria que iba a realizar.

El damnificado, para ello, le brindó su CBU y el estafador le envió un comprobante de la operación acordada. Pero le pidió al vendedor que se acerque a un cajero automático para modificar el cambio de la clave de su tarjeta para crear una nueva cuenta. El damnificado le hizo caso al sujeto, quien lo guió para realizar distintos movimientos, que resultaron ser una estafa.

Como resultado, el vendedor del vehículo realizó una transferencia desde su cuenta a otra de un desconocido, resultando perjudicado en más de $40.000.

Una chica de 24 años, por su parte, contactó a un individuo que ofrecía dos bicicletas mountain bike para comprarlas. La víctima realizó una transferencia por $40.000 -valor que acordaron por ambas bicicletas- y cuando intentó contactar nuevamente al vendedor, “desapareció”.

En operaciones inmobiliarias también hay denuncias de damnificados, como la que hizo una mujer quien depositó $13.500 a un individuo por el alquiler de una vivienda. En la presentación policial, la víctima dijo que mantuvo contacto telefónico con el supuesto propietario, quien dobló la apuesta y le pidió otro depósito extra de $5.000; el cual efectivizó a través de una entidad bancaria.

Luego de cumplir con la petición del estafador, la mujer dijo que intentó comunicarse otra vez con el oferente aunque no pudo volver a mantener contacto con el sujeto, a quien había conocido a través de la red social Facebook.

Otra mujer sufrió una situación similar al intentar gestionar un préstamo bancario por $50.000 a un contacto de la misma red social anterior, aunque terminó perjudicada ya que brindó datos de sus cuentas bancarias y le sustrajeron una fuerte suma de dinero.