Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón, tres referentes en la historia política argentina

Julio está marcado por fechas significativas para la política argentina, en especial para el radicalismo y el peronismo. En el inicio del mes, se cumplieron ciento veinticuatro años de la muerte de Leandro Alem y cuarenta y seis de la de Juan Domingo Perón. El día 3, en tanto, se conmemoraron ochenta y siete años del fallecimiento de Hipólito Yrigoyen.

El padre de Alem pertenecía a la mazorca rosista y, por tal motivo, lo colgaron en una plaza pública, espectáculo que marcaría para siempre al pequeño, que en ese momento tenía once años y, desde entonces, pasó a ser “el hijo del ahorcado”. Fundó el efímero partido Republicano y el más longevo de América Latina: la Unión Cívica Radical. Fue diputado, senador y un soñador que privilegió la honradez política. Agobiado por una fuerte depresión, se suicidó a los cincuenta y cuatro años. Suya es la máxima radical: “Que se rompa, pero que no se doble”.

Yrigoyen fue su sobrino, y mantuvo con él una relación de altos y bajos. Alcanzó dos veces la Presidencia. La primera gestión pasó a ser recordada porque llegó a través del debut del voto secreto y obligatorio para varones. La segunda, por haber concluido antes de tiempo debido al golpe que inauguró la triste sucesión de irrupciones militares en la Argentina del siglo XX.

Perón fue presidente tres veces. En 1946, asumió tras el espaldarazo popular del 17 de octubre de 1945. En 1952 fue reelecto, ya con la inclusión del voto femenino. En 1955 un golpe militar lo hizo marchar al exilio. Regresó y fue nuevamente mandatario en los setenta. Ya estaba grande y enfermo, y el país, tras su partida, entraría en una ola de violencia aún mayor que la que se perfilaba en años anteriores.

Con la excusa de los aniversarios de esas muertes, tres figuras de Bariloche aceptaron conversar con El Cordillerano para hablar de la política argentina pasada, que nunca deja de estar presente: el actual jefe comunal, Gustavo Gennuso; el primer intendente de la democracia en la ciudad, el radical Atilio Feudal, que tuvo una segunda gestión que culminó antes de tiempo a principios de 2002, tras el fatídico diciembre de 2001; y el exdiputado nacional por el justicialismo Osvaldo Nemirovsci.

Por: Christian Masello