Una bisabuela que con la tecnología abraza a su familia

La vecina Lucía Mazzeo, “Kety”, para amigos y amigas, tiene 89 años y dio a conocer su receta personal para transitar en forma positiva el actual momento de encierro obligatorio a raíz de la pandemia que originó el coronavirus. Dentro de cinco meses cumplirá los 90 y en su hogar lleva a la práctica distintas actividades. Además se mostró encantada con el uso tecnológico que le permite estar en contacto con sus cinco hijos, catorce nietos y seis bisnietos.

Kety vive sola en su casa; al ser consultada sobre si la pasa mal o si está aburrida, dijo “quisiera solidarizarme con todos los adultos mayores, que como en mi caso pasamos esta cuarentena en positivo, encontrado todos los días algo para estar bien, felices, así esto me recuerda una frase de Juan Pablo II, nuestros Papa bueno, que decía ‘nacimos para ser felices, no para ser perfectos’” y agregó que “en el día a día trato de ser feliz con lo que tengo, con lo que invento, todo lo que me hace bien y me gusta, por ejemplo, el canto, la música, la lectura, hablar con amigos, con los familiares y tengo que dar gracias a la tecnología porque qué iba a pensar yo que me iba a poder comunicar por este medio, ni loca, realmente nos hace muy bien poder estar comunicados, aunque lejos, pero estamos cerca”, e indicó: “a veces con las videollamadas hasta parece que nos podemos abrazar, tan lindo, tan lindo, menos mal que nos pudimos poner al tanto con esta tecnología en este momento”.

Lucía realizó declaraciones en el programa “Mano y contramano” que se emite de lunes a viernes de 15 a 17 por El Cordillerano radio (93.7). Allí sostuvo que “para mí es un orgullo, tengo 89 y estoy a 5 meses de cumplir 90, todos mis hijos están preparando cosas y aunque sea por este medio nos vamos a ver, estamos esperando que pudiera ser mejor, pero no sabemos”.

Asimismo contó, “tengo dos hijas en Bariloche, tengo nietos en Bariloche, los demás están repartidos en Córdoba y en Buenos Aires. Nietos tengo 14 y bisnietos 6, una familia grande, me encanta estar comunicados con todos ellos. Mis 2 nietas que viven en Bariloche me traen las compras, me saludan desde la puerta, con el barbijo, con todo lo que debe ser y conversamos a distancia un ratito”. Al respecto también mencionó que “hace poco una de mis hijas vino con el esposo, pudieron hacerse una disparadita y aunque sea un ratito nos estuvimos viendo”.

Sobre cómo pasa los días, enumeró, “la música, el canto, la posibilidad de leer; todo eso me ayuda muchísimo porque no te hace sentir sola, es algo que me gusta mucho, estoy cantando, en eso tengo a mi hija mayor que me ayuda, ella es música y profesora de inglés, estamos haciendo canto en inglés, también tengo personas amigas que nos conectamos por este medio de comunicación (vía redes). Estoy haciendo gimnasia y eso que mis piernas no me dan tanto como antes, pero bueno la cuestión es arreglarse con lo que uno tiene, con la voluntad que uno tiene”.

Explicó que “todas las clases las tomo por videollamada, gracias a la tecnología, me puse al tanto no muy pronto, pero bastante bien para poder estar juntos, aunque separados. Le quiero decir a mis compañeros de ruta, que son los adultos mayores, que en esta cuarentena hay que ser lo más positivo posible, encontrando todos los días algo para hacer, para estar bien y a veces hasta nos sentimos felices. El ingenio tiene que agudizarse en este momento, porque cuántas cosas dejamos de hacer cuando éramos jóvenes, cuántas cosas que a lo mejor ni nos acordamos, pero hay que volver a esos tiempos tan queridos que han sido a lo mejor nuestra familia chica, qué quisimos hacer, qué hicimos después que nuestros chicos ya fueron grandes, se casaron y vinieron los nietos. A lo mejor encontrar un cuaderno viejo, remontar esas hojas y a lo mejor nos dicen ‘te acordás aquel hermoso tejido que hiciste para los nietos en aquel momento, te acordás esas lecturas y esos cuentos que le contabas a tus primero nietos’. Tantas cosas que se pueden hacer para sentirse bien y es lo que a uno lo mantiene alegre, porque realmente es muy bueno sentirse bien”.

Lucía recordó nuevamente otra de las cosas que decía Juan Pablo II: “‘Los días buenos son felicidad, los días malos ten dan experiencia, los intentos reales te mantienen fuerte, las caídas te mantienen humilde, pero solo Dios te mantiene en pie’, eso me encantó tanto que lo quería decir, es algo para recordar en nuestros días de flaquezas, que siempre hay algo para hacer”.

Consultada por su actividad laboral señaló que “de joven fui maestra, dejé de ejercer cuando me casé y tuve muchos años felices donde tuve a mis 5 hijos, una escuela propia. Soy cordobesa (Capital), ahí tengo a mis hermanas, hace bastante que no voy y bueno ahora tendremos que ver cuándo nos dan permiso, cuándo podremos volar, allí me están esperando siempre, los nietos, el esposo de mi hija, otras hermanas”.

Deseó que dentro de la sociedad “ojalá que vuelvan los buenos días, donde podamos salir y ya no tengamos peligro. Quiero decirles a mis compañeros de ruta, que busquen cosas para ser felices aun estando en su casa. Es tan lindo encontrar algo, la alegría de encontrar aquello que tenemos guardado, que tenemos archivado. Pero es necesario preguntarse qué quiero hacer en este momento y que no me invada la tristeza.

Escuchar una música, recordar el tango, el vals que baile con mi novio allá lejos y hace tiempo, por ejemplo, eso es todo signo de felicidad, aun en estos tiempos que no son tan felices”.

Afirmó que “siempre hay algo dentro de nuestro corazón que nos invita a recordar y en ese recuerdo uno encuentra tantas cosas que no se acordaba, tantas cosas que nos hacen felices, aun estando encerrados, como ahora”.

También refirió que hubo “sorpresas de amigos con los cuales hace mucho que no nos vemos o que no nos hablamos, por este medio podemos recordar cosas, viejos tiempos. Aquí en Bariloche tengo muchísimas compañeras que hemos estado bailando, después he estado mucho en los talleres de PAMI, así que hay que usar lo que hay, se nos ofrece mucho, pero a veces uno tiene miedo pero hay que animarse, uno puede y cuando se hace algo que a uno le gusta continúa y se anima a buscar otras cosas. Aun en la pandemia tenemos cosas hermosas adentro que tenemos que reflotar”.

Honrar la vida

El reportaje transcurrió con una leve cortina musical de fondo, que pidió especialmente Kety, el tema “Honrar la vida” de Eladia Blázquez. Al respecto dijo que “honrar la vida es respetar nuestra edad, honrarla con todas esas cosas que sentimos de chicas, buscar la felicidad”. Lucía Mazzeo, Kety, recordó que hizo con otras “chicas como yo” un programa de radio en FM Bariloche, con Quique Cabaleiro al lado, que ya nos dejó, “fueron 4 años de poder hablar de todo y con la edad que uno tiene a veces dice cosas que origina que los demás digan ‘bueno tiene razón, dejala a esta viejita’, por eso ‘Honrar la vida’, esa canción es maravillosa”, finalizó.