CORONAVIRUS

| 29/06/2020

Una barilochense en Suecia: cómo es la vida normal y sin cuarentena

Una barilochense en Suecia: cómo es la vida normal y sin cuarentena
Así se disfrutan las playas de Suecia.
Así se disfrutan las playas de Suecia.

El Cordillerano dialogó con una joven barilochense que ahora reside en Estocolmo, donde llegó proveniente de Andorra. Las diferencias entre un país y el otro. Y cómo transitan los suecos el verano, en medio de la pandemia mundial.

La estrategia que adoptó Suecia para combatir el coronavirus encendió un polémico debate en todo el mundo. Muchos acusaron al gobierno y a la Agencia de Salud Pública de poner en riesgo la vida de miles de personas al tomar medidas de contención laxas, mientras que otros elogiaron la respuesta a la crisis, pensada para hacer frente a la pandemia en el largo plazo.

En el país nórdico, la mayoría de los restaurantes, escuelas primarias y comercios permanecieron abiertos y no hubo confinamiento. Actualmente, la vida es de normalidad, y casi nadie utiliza tapabocas, ni guantes, sino más bien disfrutan de las altas temperaturas estivales, que solo se pueden encontrar en no más de tres meses al año.

Albana Llorente (24) y Alfonso Da Costa (28), llegaron hace casi un mes a Estocolmo, la capital de Suecia, provenientes de Andorra, donde fueron a desarrollar tareas invernales temporarias, como tantos residentes patagónicos.

“Al bajar en el aeropuerto de Arlanda en Estocolmo, fue como pisar otro mundo. Éramos los únicos raros que teníamos puestos los barbijos. Nadie los usa en ningún lado. Utilizamos el tren, un bus y un metro, y fue como viajar antes del coronavirus. Todo súper poblado, con la misma frecuencia y cantidad de personas que lo normal, nadie protegiéndose ni cuidando la distancia. Nos llamó mucho la atención”, describió Albana, una joven nacida en Bariloche hace 24 años.

Y agregó: “Suecia es de los pocos países que se mantuvo al margen del confinamiento obligatorio. Quien quisiera trabajar de su casa, podía hacerlo. Mismas condiciones si sentías síntomas de COVID-19. Pero el trabajo siguió y solo los hoteles fueron cerrados. Sí, efectivamente hubo una baja en la previa del comienzo del verano en diferentes restaurantes y comercios, pero no con la necesidad de cerrar los mismos”.

Entre las medidas que tomó el gobierno sueco, una de ellas fue reducir la capacidad de los establecimientos gastronómicos, pero no de manera exagerada. Se recomienda no viajar entre regiones y no hay imposiciones, sino más bien consejos que la gente adopta de acuerdo a sus condiciones sanitarias.

La vida en el país nórdico -según esta joven pareja- es completamente diferente a la que llevaban en Sudamérica o en Europa.

“Es un país de primer mundo, todo cuesta más y el nivel de vida es muy alto, pero todo el funcionamiento es perfecto. Las condiciones laborales son altamente distintas. El empleado es lo primero que importa, con un contrato de trabajo de media jornada uno puede costear sus gastos y vivir bien.

Con uno de ocho horas, uno puede vivir bien, e incluso ahorrar muchísimo dinero”, relató Albana, quien a poco de llegar tenían numerosas entrevistas de trabajo y fue contratada de inmediato en un restaurante. Su novio es chef y tampoco tuvo inconvenientes para ser empleado por un establecimiento gastronómico.

La estrategia sueca para combatir el coronavirus fue muy criticada y ha costado la vida de numerosos ciudadanos de ese país, sobre todo de adultos mayores que residían en geriátricos. Durante los últimos tres meses, Dinamarca y Finlandia establecieron cuarentenas estrictas, pero Suecia se rehusó y ahora está sufriendo el doble de contagios y el quíntuple de muertes que los otros tres países nórdicos sumados, según las cifras comparadas.

“La diferencia en Estocolmo es que la ciudad es muy liberal y pareciera no importarle lo que está pasando en el mundo. Por lo menos no lo vive de forma paranoica, se vive normal y con algunos cuidados mínimos”, resaltó la pareja.

Según los datos oficiales, Suecia tuvo más de 68 mil contagiados de coronavirus a la fecha y se registraron 5.230 muertes.

La diferencia

Albana y Alfonso estuvieron desde noviembre hasta mayo viviendo en Andorra. Cuando se decretó la pandemia, en vez de volverse a la Argentina, decidieron quedarse a trabajar en Europa, y vieron a Suecia como una posibilidad cierta de hacerlo. Les otorgaron la visa de trabajo por un año y hoy están haciendo uso de ese beneficio.

Pero lo más llamativo que les tocó vivir, fue la diferencia entre uno y otro país. Acerca del tratamiento del COVID y las protecciones. “En Andorra hicimos dos meses y medio de cuarentena y no se podía salir más que al supermercado (con barbijo) o te aplicaban multas. Después de ese tiempo, solo se podía salir una hora por día, dependiendo tu número de dirección”.

“Para salir de Andorra tuvimos que tomar un micro que nos llevaba al aeropuerto, con un permiso de 24 horas para permanecer en España, solo porque teníamos pasajes de avión. Pero si no sos residente en territorio español o no tenés un pasaje saliendo desde ahí, no te permiten emigrar. Se necesitaba un justificativo valido para deambular”, detalló Albana.

“Para hacerlo, siempre con mascarilla puesta y guantes, y manteniendo la debida distancia. Lo mismo nos pasó en el aeropuerto, que estaba desolado y no como de costumbre, cuando uno viaja y lo ve lleno de gente. Se debía respetar el distanciamiento de dos metros para hacer el check in y había una sola persona atendiendo, con controles muy extremos”, resaltó.

“Además, en ningún momento se permite que los pasajeros puedan quitarse las protecciones, incluso te desinfectan en cada lugar. Llegar a Suecia fue una odisea, con 12 horas de colectivos, fronteras, aviones, escalas y la mascarilla siempre puesta, lo cual es más que agobiante. Por eso nos shockeó tanto la llegada a Suecia, donde todo es tan diferente”, insistió la barilochense.

Por estos días, Estocolmo tiene unas 20 horas de luz, con noches de casi tres horas. El verano acaba de iniciarse y las temperaturas son muy agradables, por lo que los residentes de Estocolmo ya se vuelcan a las playas y disfrutan de su, tan diferente, realidad.

Te puede interesar
Ultimas noticias