El valor de la música en tiempos de cuarentena: “Puede ser muy efectiva”

La licenciada en Musicoterapia, Mercedes Goyheneix, señaló que hoy existe evidencia científica sobre cómo funciona la música en el cerebro. Dijo que muchas veces es un “as de espada” cuando pacientes que sufrieron eventos neurológicos no responden a ninguna otra terapia.

“Tras 90 días de confinamiento por el coronavirus -uno de los más largos del mundo- la salud mental de los argentinos flaquea”. Así lo informó el diario francés Le Monde, en una serie de reportajes a profesionales de la salud mental que se inquietan ante el aumento de trastornos de ansiedad y depresión.

La licenciada en Musicoterapia Mercedes Goyheneix, trabaja en el área de rehabilitación de pacientes que sufrieron eventos neurológicos de la institución médica Fleni. Y admite que en este tiempo las consultas se incrementaron notablemente. “Es que hoy existe mucha evidencia científica sobre cómo funciona la música en el cerebro, cómo lo procesa y la relación que tiene con distintas áreas que sobrepasan la música”, explicó Mercedes en el programa “GPS” que se emite en El Cordillerano Radio (93.7).

Mercedes señaló que en este tiempo de pandemia es habitual encontrar gente con más ansiedad, con angustia, que no puede afrontar la cuarentena de forma amable. Por eso, apuntó, es bueno buscar los recursos que están más a mano, que se pueden utilizar fácilmente.

Incluso admitió que en el inicio de la pandemia tuvo una hernia lumbar, sintió que su cuerpo no la ayudaba a pasar este tiempo. “En ese momento pensé en mis recursos para volver al eje, y así bajar la ansiedad”, contó. Y aseguró que todos podemos direccionar el pensamiento, la energía a través de distintos estímulos y así generar estados mentales de serenidad. “La música puede ser muy efectiva. Donde se pone la atención, se pone la energía y modifica su estado”, sintetizó.

El firme vínculo entre la música y las emociones es evidente. “Además de tener mucha relación con aspectos cognitivos, de memoria. Por ejemplo, asociar la música que nos gusta con momentos de nuestra vida”, comentó la licenciada que aclaró que no cree que se pueda recetar una música en particular para lograr resultados determinados. “Tiene mucho que ver con la historia personal de cada uno”, apuntó.

Precisamente sobre eso, explicó que hay gente que se releja escuchando AC/DC. Explicó que hay música que ayuda a liberar energía si estás ansioso, y también música que resulta más anestésica para el cerebro porque hace que deje de estar anticipando el peligro con contrastes o cambios.

Entonces hay gente que prefiere la música más circular, sin cambios, y entonces el cerebro entra en ese modo y baja la guardia, baja el pulso e ingresa a un estado más sereno.

Durante su vida pudo comprobar de cerca los efectos de la música en los pacientes. “Tener beneficios comprobables y medibles, eso me entusiasma muchísimo”, comentó, y reconoció que muchas veces siente que tiene “un as de espada” porque cuando pacientes no responden a ninguna terapia, “tenemos una vía de entrada totalmente distinta que genera inmediatamente resultados”.

Hay pacientes, por ejemplo, que tuvieron un ACV que saben lo que quieren decir, pero no pueden acceder a las palabras. “Desde la música, utilizando ritmo y melodía se utiliza un circuito neurológico distinto y después de dos meses sin hablar, se dan cuenta que pueden cantar diciendo las palabras perfectamente”, contó y aseguró que de esa forma logran rehabilitar el lenguaje.

Los pacientes en estado vegetativo o coma que no responden a estímulos también encuentran respuesta en la Musicoterapia. Mercedes comentó que pudo notar cómo el paciente modifica increíblemente el pulso, o mueve la boca siguiendo la canción, se pone a llorar o ríe. La música entrega, indefectiblemente muchas respuestas. “La música nos conecta con algo más primitivo y emocional”, reflexionó convencida.

Daniel Pardo