PREOCUPACIÓN PORQUE SE DESCUIDAN OTROS SECTORES DE LA SALUD

| 15/06/2020

Bajaron las consultas médicas a partir del temor y el aislamiento que produce el coronavirus

Juan Carlos Montiel
Bajaron las consultas médicas a partir del temor y el aislamiento que produce el coronavirus

Médicos de Bariloche y de todo el mundo se muestran preocupados porque se descuidaron las atenciones y tratamiento de las enfermedades no trasmisibles. El aislamiento obligatorio y el temor a un contagio hace que la gente concurra menos al médico y ello produce riesgos, sobre todo para personas que siguen algún tipo de tratamiento o que simplemente necesitan un control preventivo.

Lógicamente gran parte de la población, de la dirigencia política y la medicina del país están preocupados por la actual pandemia que origina el coronavirus. A partir del “Quedate en Casa” y de una alta penetración informativa sobre los contagios y evolución del COVID-19, se descuidaron las atenciones y tratamientos de las enfermedades no trasmisibles (ENT). Queda claro que por temor o porque impera el encierro obligatorio las personas no acuden al médico a realizarse los controles habituales o ante alguna urgencia.

Consultado el doctor Matías Calandrelli, especialista en cardiología, sobre si hubo una baja en las atenciones de ENT, afirmó: “sí, claramente”.

Además mencionó que justamente preocupados por el tema, en el transcurso de la semana anterior hubo un ateneo en el Sanatorio San Carlos, donde Calandrelli fue expositor.

El profesional, que reside en Bariloche, hizo un amplio panorama de aquello que ocurre en todo el mundo a partir de la falta de concurrencia a una atención personalizada, cara a cara con el médico. Brindó el cardiólogo datos precisos sobre estadísticas de infartos en Italia, EE.UU., Austria, España y Argentina. Asimismo ofreció explicaciones sobre dos supuestos beneficios que origina el aislamiento obligatorio como: 1) reducción de comportamientos insalubres como comidas ricas en sal en restaurantes. 2) reducciones en la contaminación del aire debido a la menor cantidad de automóviles y como fundamental, en el punto siguiente, se explayó con respecto a la importancia de lograr un mayor acceso a los proveedores de atención médica mediante el uso de la telemedicina, en reemplazo de la consulta presencial y que dicha práctica puede permitir el tratamiento y la mitigación de las afecciones cardíacas deterioradas antes que los pacientes requieran hospitalización.

De esta manera crece el alerta en círculos médicos por los servicios de prevención y tratamiento de las enfermedades no transmisibles, que se han visto gravemente afectados desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, además la situación no solo se produce en Argentina, sino también en el resto del mundo, pero sobre todo los más afectados son los países de ingresos bajos.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el tema es muy preocupante porque las personas que viven con ENT corren un mayor riesgo de enfermar gravemente de COVID-19 y morir, ya que muchas personas que necesitan tratamiento contra enfermedades como el cáncer, cardiovasculares y/o diabetes no han recibido los servicios sanitarios y en muchos casos ni los medicamentos que necesitan desde que comenzó la pandemia. Por lo tanto es fundamental que los países encuentren formas innovadoras de garantizar que los servicios esenciales contra las ENT continúen, incluso mientras se lucha contra el coronavirus.

Siempre según la OMS se debe tener en cuenta que las personas con ENT son más propensas a enfermar gravemente por contagio del coronavirus, sino que muchas no pueden acceder al tratamiento que necesitan para tratar sus enfermedades.

Interrupción generalizada de los servicios

La principal constatación es que los servicios de salud se han visto parcial o totalmente interrumpidos. Más de la mitad (53%) de los países encuestados han interrumpido parcial o totalmente los servicios de tratamiento de la hipertensión; el 49% los servicios de tratamiento de la diabetes y las complicaciones conexas; el 42% los servicios de tratamiento del cáncer, y el 31% los de emergencias cardiovasculares.

Los servicios de rehabilitación se han visto interrumpidos en casi dos tercios (63%) de los países, a pesar de que la rehabilitación es clave para una recuperación saludable de los pacientes gravemente enfermos de COVID-19.

En la mayoría (94%) de los países el personal de los ministerios de Salud que trabajaba en la esfera de las ENT fue parcial o totalmente reasignado para apoyar la respuesta a la COVID-19.

El aplazamiento de los programas públicos de detección (por ejemplo, de los cánceres de mama y del cuello uterino) también ha sido generalizado, según indicaron más del 50% de los países. Esto estaba en consonancia con las recomendaciones iniciales de la OMS sobre reducir al mínimo la atención no urgente en centros sanitarios mientras se luchaba contra la pandemia.

Con todo, las razones más comunes para interrumpir o reducir los servicios fueron la cancelación de los tratamientos planificados, la disminución del transporte público disponible y la falta de personal debido a que los trabajadores sanitarios habían sido reasignados para apoyar los servicios de respuesta a la COVID-19. A ello debe sumarse, en algunos casos, la escasez de medicamentos, pruebas diagnósticas y otras tecnologías.

No es sorprendente que parezca existir una correlación entre los niveles de interrupción de los servicios de tratamiento de las ENT y la evolución del brote de COVID-19 en un país. Los servicios se interrumpen cada vez más a medida que un país pasa de registrar casos esporádicos a una transmisión comunitaria del coronavirus.

Es necesario impulsar los servicios de tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas que se interrumpen con mayor frecuencia ante la presencia del virus.

La OMS informó que en muchos países se han establecido estrategias alternativas destinadas a posibilitar que las personas más vulnerables sigan recibiendo tratamiento contra las ENT. Entre los países de todo el mundo que notificaron interrupciones de los servicios, el 58% están utilizando actualmente la telemedicina (asesoramiento por teléfono o por medios electrónicos) para sustituir las consultas presenciales; en los países de ingresos bajos este porcentaje es del 42%. También se ha recurrido ampliamente al triaje para determinar las prioridades en dos tercios de los países que han informado al respecto.

Por último es menester pensar que las enfermedades no transmisibles matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71% de todas las muertes a nivel mundial. Cada año, 15 millones de personas mueren a causa de una ENT entre los 30 y los 69 años; más del 85% de esas muertes “prematuras” se producen en países de ingresos bajos y medios.

Juan Carlos Montiel

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