31/05/2020

Un trabajo indispensable pero silencioso, el lavadero del Hospital Zonal

Susana Alegría
Un trabajo indispensable pero silencioso, el lavadero del Hospital Zonal

Esta pandemia ha servido entre otras cosas, para revalorizar las tareas o funciones que cumplen determinados sectores de la Salud Pública, pero hay uno del que nadie habla aún, el sector de lavadero. Cubren de manera rotativa desde las 6 a las 21 horas.

En el Hospital Zonal cuentan actualmente con un servicio activo de siete personas, quienes no solo se ocupan del lavado y planchado de las prendas.

Ellos reciben la ropa de las salas de internación, de los consultorios y de cada uno de los Centros de Salud, la clasifican, lavan, centrifugan, planchan y doblan, dejándola lista para ser llevada nuevamente al lugar en el que será utilizada. Uno de sus compañeros está en su hogar porque pertenece al grupo etario de riesgo.

Realizan su tarea tomando los recaudos necesarios puesto que están expuestos al contagio del COVID-19, pero lo hacen con amor y enorme responsabilidad. Aquí les contamos cómo trabajan.
Mariela Barría hace 29 años que trabaja en el Hospital Zonal, está a cargo del servicio de lavadero y es quien coordina todo, lavado, proceso y distribución de ropa. “Cubrimos lo que es Sala de Internación, Centros de Salud y consultorios externos”, contó.

Máquinas nuevas

Gracias a la gestión del jefe directo, Mario Barrilín, y de la administración y dirección del nosocomio local, han recibido finalmente algunas máquinas nuevas, que ya fueron instaladas y están en funcionamiento. Se trata de una centrifugadora y una lavadora.

“Estamos muy contentos, las expectativas que teníamos fueron superadas, esto nos aliviará la tarea ya que procesamos alrededor de 40 mil prendas por mes”.

El sector del lavadero está al lado de la guardia central. Mariela compartió cómo es el día a día para ellos, “nosotros nos encargamos de juntar toda la ropa por sala, procesarla y luego distribuirla a sus respectivos servicios”. La que va y viene de los Centros de Salud es tarea del chofer de DAPA.

Al lavarla casi a diario la tela va sufriendo un desgaste muy grande, “la renovación se hace a medida que se puede, tenemos una compañera que se encarga de reparar algunas cosas, otras hay que tirarlas directamente”. Aclaró que las sábanas por ejemplo, tienen una vida útil de tan solo cinco o seis meses.

Cuidados extremos

Debido al riesgo directo de contagio por las prendas que manipulan, han debido extremar los cuidados, “tenemos todos los elementos de protección” dijo, así que en ese sentido están atentos pero muy tranquilos.

Una tarea silenciosa realizada con responsabilidad por un equipo muy compacto de trabajo.

Pueden donar

Aquellos vecinos o comercios que deseen dar una mano con esto, pueden acercar al lavadero del hospital, sábanas, toallas y toallones en buen estado.

Susana Alegría

Te puede interesar
Ultimas noticias