UNA VIVIENDA FUE CONSUMIDA TOTALMENTE POR LAS LLAMAS

| 17/05/2020

“Me partió el alma cuando mi nena me preguntó ¿qué vamos a hacer si la casa ya no sirve?”

Susana Alegría / Fotos: Facundo Pardo
“Me partió el alma cuando mi nena me preguntó ¿qué vamos a hacer si la casa ya no sirve?”
Muy acongojada María cuenta lo sucedido.
Muy acongojada María cuenta lo sucedido.

Este domingo pasadas las ocho y media de la mañana, la tranquilidad de los vecinos del barrio Nahuel Hue se vio alterada por el incendio de una vivienda. María Barría vive con su pareja y su pequeña de tres años a metros de Paso de los Vuriloches y Malvina Soledad.

“Estábamos haciendo fuego y explotó el tacho y enseguida se prendieron fuego los sillones que era de madera” comenzó diciendo muy angustiada. A simple vista en el patio quedaron los restos de electrodomésticos, quemados y apilados, el esfuerzo de toda una vida, en una montaña de escombros.

“Traté de apagar el fuego con agua, pero vi que se inflamaba más entonces lo único que hice después fue tratar de sacar a mi nena”. En cuestión de minutos vieron como todo era consumido por el fuego “esa casa tenía muchos años, era del papá de mi nena y logramos recuperarla”. Apenas salieron, detrás de ellas explotaron los vidrios y ya fue imposible pensar en salvar algo del interior.

Al llegar la cronista y el fotógrafo, ya habían pasado ocho horas, sin embargo, la mujer todavía no era muy consciente de lo que había sucedido “recién ahora me está empezando a caer la ficha y la verdad que no sabemos cómo vamos a hacer” dijo muy conmovida.

Por suerte los bomberos alcanzaron a sacar la garrafa de la cocina al patio, sin que explotara.

Durante la charla María se mantuvo lo más entera posible, pero al comenzar a hablar de su pequeña, no pudo evitar las lágrimas, “hace un rato mi nena me preguntó ‘¿qué vamos a hacer si la casa ya no sirve?’, eso me partió el alma. Otro motivo de enorme tristeza fue que entre las llamas quedaron sus dos mascotas, un perro caniche y un patito que tenían desde pequeño; eso todavía no saben cómo explicárselo a la niña.

“Esta mañana le pedí a mi cuñada si la podía tener en su casa mientras limpiamos y sacamos todas las cosas quemadas, porque no quiero que se quede con esa imagen”, dijo.

Un móvil de la policía fue el primero en llegar y detrás de ellos, una dotación de Bomberos Voluntarios. El fuego ya había comenzado a avanzar por el techo de una vivienda lindante.

Necesitan materiales de construcción

Ante una situación como la que le toca vivir a María y su familia, son muchos los vecinos que se sienten motivados a dar una mano. Es por ello que El Cordillerano fue a dialogar con ella para saber exactamente cuál es la ayuda más urgente que necesitan de parte de la gente.

A pocas horas del incendio comenzaron a llegar vecinos con bolsones de ropa en concepto de donación, por lo que agradece a todos, pero eso, ya no están necesitando.

En realidad, precisan todo lo que tiene una casa, pero eso puede esperar un poquito. “Ya nos trajeron ropa para nosotros y mi nena, lo que estamos necesitando son materiales de construcción, lo que tengan que no usen, a nosotros nos va a servir”.

Ha quedado solo la platea donde estaba ubicada la vivienda, tenía dos dormitorios, cocina, living y un baño. Una sola de las paredes era de material y es lo único que se mantuvo en pie, el resto -de madera- fue consumido en su totalidad por el fuego.

Detrás cuentan con un pequeño galpón, también de material, no mayor a tres por tres metros, en primer lugar pretenden acondicionarlo para vivir. Hay que rehacerlo en realidad, porque solo tiene cuatro paredes.

“O si alguien tiene una casilla de pocos metros, aunque tengamos que arreglarla, nos serviría para ponerla sobre la platea y de a poco iremos levantándonos” comentó María.

Por ahora se están quedando en la casa de su suegra, en el predio de al lado, pero la familia necesita reconstruir su hogar. Luego de la experiencia vivida, apuestan a una casa pequeña, pero de cemento, para poder vivir sin el fantasma del incendio de manera permanente.

Para brindar una ayuda a la familia ya sea con materiales de construcción o algo de dinero para que los pueda ir comprando, se deben comunicar con María, al teléfono +54 9 294 4806705.

Por el avance del fuego, se quemó el techo de otra vivienda

Por el avance del fuego que consumió la casa de María Barría, se comenzó a quemar el techo de otra vivienda, la de Abigail Catrilef y su pareja Plácido Ilaquita. El incendio tomó el dormitorio donde dormían sus hijos, el varón de 9, y dos nenas de 2 y 4 años.

“Me despertó mi nena para que le prenda la tele, ahí escuché gritos y pensamos que era una pelea, cuando salimos al patio vimos el fuego y de ahí en más pasó todo muy rápido”, dijo Plácido.


La familia de Abigail necesita ayuda con placas y chapas.

“Nos dijeron que en el estado que quedó tenemos que desarmarlo completo y volver a hacerlo, porque hay peligro de derrumbe”. Por una cuestión de prevención durante el ataque al fuego, los Bomberos debieron enviar mucha agua con sus mangueras hacia esa vivienda. “Como el resto de la casa tiene planchas de aglomerado tampoco sirven porque se mojaron”.

“Lo primero que vimos fue que prendía fuego toda la lana de vidrio por debajo de las chapas y avanzó muy rápido. Las que teníamos ya no sirven porque tuvieron que arrancar las que pudieron para que llegara el agua y poder apagar el fuego”, detalló.

Al hablar acerca de su primera reacción dijo Abigail, “te juro que lo único que hicimos fue agarrar a nuestros tres nenes y salir corriendo, pensé ‘que se salve lo que Dios quiera’”, dijo muy asustada todavía.

Ayuda

Plácido, al consultarle sobre qué es lo que están necesitando de manera más urgente, dijo “cuatro placas y chapas para recuperar el dormitorio de nuestros hijos, en el otro dormitorio también necesitamos algunas placas porque cuando llueve el agua corre por esa pared” dijo mostrando las marcas que deja la humedad. La mano de obra la hará él mismo por lo que no será un impedimento la falta de dinero para esa etapa. El teléfono para acercar alguna ayuda es el +549 2944 936745 Abigail o el +549 294 4911681, de Plácido.

Susana Alegría / Fotos: Facundo Pardo

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