UNA HISTORIA DE SOLIDARIDAD

| 04/04/2020

Repartieron chocolate, mate cocido y té a los adultos mayores afuera de los bancos

Susana Alegría / Fotos: Facundo Pardo
Repartieron chocolate, mate cocido y té a los adultos mayores afuera de los bancos
Un mimo para el frío y para el alma.
Un mimo para el frío y para el alma.

Bruno Valenzuela asumió el desafío. Vio en las noticias las largas colas y sintió que debía hacer algo. “Vi a la gente con ojos llenos de lágrimas y eso me mató”, dijo el joven chocolatero. Entre las colaboraciones que recibió, una lo emocionó especialmente, el chico con la bolsita de nylon. 

El viernes por la mañana fue noticia a nivel nacional la cantidad de adultos mayores haciendo colas desde muy temprano en los bancos de todo el país. Esto no pasó desapercibido para la sociedad, porque se trata de una población que pertenece a una franja de riesgo muy grande frente a la pandemia.

Por una iniciativa personal acompañada fervientemente por algunas instituciones a través del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), nuestros adultos mayores de Bariloche contaron con un vaso de chocolate, mate cocido o té para hacer más llevadera la espera.

Bruno Valenzuela, uno de los hijos de Cecilia Goye, tiene un emprendimiento familiar, una chocolatería, en Moreno casi Villegas. El viernes estaba en la cama mirando las noticias. “Ahí me enteré que habían abierto los bancos, en TN le preguntaban a un abuelito hace cuánto que estaba y dijo que desde las seis de la mañana, con los ojos llenos de lágrimas y eso me mató”.

Aunque la chocolatería la cerraron una semana antes de ser declarada la cuarentena, llamó a su hermano y fueron al local para poner manos a la obra. “Trabajamos con dos ingenieros en alimentación, tengo un amigo que es epidemiólogo y una prima que trabaja en un laboratorio muy conocido en Suiza, así que primero les pregunté bien cuál es el protocolo que teníamos que seguir”, comenzó diciendo. Pautas que además tendrán en cuenta ya que fue autorizado el delivery de chocolate en la ciudad.

Desde allí, Bruno llamó a algunos chocolateros para ver si les daban una mano con bolsas de leche pero la respuesta fue negativa, “entonces no había más tiempo que perder, preparamos dos ollas grandes, cargamos dos termos y salimos. Yo subía por Quaglia y mi hermano por Villegas”. Esta acción la repitieron aproximadamente 8 veces esa mañana.

El sábado

Ya para este sábado querían hacer las cosas más organizadas, entonces el viernes por la tarde comenzaron a buscar aliados: "así juntamos la leche y el azúcar que necesitábamos para hacer más cantidad”.

Entre esas respuestas inmediatas ante el pedido de ayuda, hubo una que conmovió a Bruno. “Vino un chico que bajó caminando al centro, para traerme en una bolsita de nylon con cinco sobres de té y cinco de mate cocido”. Este jovencito sin dudas entiende de qué se trata pensar en el otro.

Valenzuela se comunicó con Protección Civil para pedir la autorización correspondiente. “Yo en un principio quería conseguir sillas para que los abuelos y abuelas no estuvieran parados pero desde el Municipio no lo autorizaron porque me dijeron que era un foco grande de contagio”.

Una coordinadora de Protección Civil lo contactó con el Ejército. “Me atendieron muy bien y con ellos coordinamos para preparar el chocolate en el local”, dijo. La Escuela Militar de Montaña una vez más dijo “sí”, prestando un servicio a la comunidad.

Gendarmería Nacional también estuvo presente repartiendo vasos con chocolate, mate cocido incuso té sin azúcar para los diabéticos. Un hermoso gesto conjunto en pos de acompañar a nuestros adultos y adultas mayores mientras esperan para hacer sus trámites, actividad que realizaron en todas las sucursales de los bancos de nuestra ciudad.

Continuarán realizándolo hasta el día miércoles, cuando finalice la atención de acuerdo a los números de documento de los adultos mayores.

Susana Alegría / Fotos: Facundo Pardo

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