LA BANDA IBA A LLEGAR AL SIN FRONTERAS SUR FEST

| 26/03/2020

Marcos Benítez es el manager de Los Antiguos

Adrián Moyano
Marcos Benítez es el manager de Los Antiguos
En primer plano, Los Antiguos. Detrás, cuidando espaldas y vehículo, Marcos Benítez.
En primer plano, Los Antiguos. Detrás, cuidando espaldas y vehículo, Marcos Benítez.

La suspensión del festival hizo que su reencuentro con Bariloche -el primero en ese rol- tuviera que posponerse. La banda metalera tiene como atronadora voz a Pato Larralde, sobrino del folklorista.

La oleada de suspensiones que motivó la pelea contra el coronavirus hizo que Marcos Benítez tuviera que posponer un momento de su vida que iba a ser especial: la participación de Los Antiguos en el Sin Fronteras Sur Fest. Desde mediados de 2019, el barilochense se desempeña como manager del grupo capitalino que tiene como voz a Pato Larralde. Las emociones que irían a aflorar al tocar la banda en su ciudad natal, deberán aguardar.

El cónclave metalero estaba previsto para el pasado 21 de marzo. Como todo el mundo sabe, en Río Negro los espectáculos se suspendieron, inclusive antes que las clases. Además de contar con la participación de los barilochenses Suburbio, Trust, Raza y Escaramuza, el Sin Fronteras hacía honor a su nombre con la inclusión de bandas de Valdivia y Puerto Montt. La presencia de Los Antiguos suponía un condimento de fuste. Ya habrá tiempo.

“Llegué a mi rol de manager por la amistad que tengo con el Pato de muchos años y ante la necesidad de las bandas de tener una persona de confianza, ocupando ese lugar” arrancó Benítez, con alguna economía de palabras. El plural se explica porque no solo atiende los intereses de Los Antiguos sino también de Sauron, el proyecto inicial de Larralde -sobrino del “Pampa” José- que ya cuenta con 28 años de trayectoria. Nada menos.

Como el rol de los managers no es el más valorado en el ámbito del rock, el involucrado delineó el asunto. “Creo que hay ciertas fantasías en el imaginario de la gente pero el rol tiene varias partes. Por un lado, el diálogo con los productores de las fechas para poder llegar a un acuerdo y que después, dicho arreglo se cumpla al pie de lo acordado, desde el backline (amplificación) para la banda, requisitos y cachet”.

Enseñó Benítez que “todo este proceso, en algunos casos lleva varios meses antes de que la banda se suba al escenario. La otra parte de esto es el día en que la banda se sube al escenario, coordinar y verificar que todo salga bien. El manager es el nexo entre la banda y los lugares donde van a tocar. Es la voz, el diálogo, la cara que representa a la banda”, subrayó el encargado del asunto.

"Pato" Larralde.

El tiempo no pasó

Tipo carismático si los hay en la escena, “la relación con Pato nace en la disquería donde yo estaba (Compakta – Cerviño y Salguero). Él nos traía discos de una distribuidora de metal para la que trabajaba, ahí empezamos a hablar de discos y un día me invitó a ver a Sauron. Fue en el Metal Rock Festival II en Cemento, en el año 98. Para mí, fue increíble”, concedió Benítez. “Durante muchos años nos dejamos de ver y nos volvimos a encontrar en un show de Los Antiguos en sus primeros años, donde me encontró entre el público, para su sorpresa y la mía. Cuando finalizó el show me buscó y con unas cervezas de por medio, nos pusimos al día rápidamente. Fue como si no hubiera pasado el tiempo y de ahí hasta el momento, nos seguimos encontrando cada vez más”.

Hijo del actor Julio Benítez y de la bióloga Cecilia Brion, el ahora manager partió del pueblo un cuarto de siglo atrás. “De Bariloche me fui en marzo del 95, venía por un par de años a la gran ciudad. Siempre fue un por un par de años más, un par de años más, la vida te va llevando y acá estamos. Bariloche ocupa un lugar muy importante… Están mi familia, mis amigos desde que soy niño y la energía anual que necesito para poder seguir en esta ciudad (Buenos Aires). Digo anual, ya que trato de ir como mínimo, una vez por año”, señaló.

Más allá de las suspensiones recientes, las dos bandas que tienen como fogonero a Benítez marchan a toda máquina. “Están en muy buenos momentos ambas, teniendo en cuenta el tiempo de carrera de cada una. Sauron, con sus 28 años de existencia, creo que tiene un gran momento musicalmente hablando. Su último disco, ‘Los ojos del cuadro’, editado en vinilo, es la muestra del camino andado”.

Por su parte, “Los Antiguos tiene menos tiempo como banda, 8 años, pero no así sus integrantes, que hace entre 15 y 30 años que se suben a escenarios con distintas formaciones, hasta que llegaron a encontrarse en esta gran banda, que está viviendo un gran presente”. Además, de Larralde, Los Antiguos son David Iapalucci y Sergio Conforti (guitarras); Mow (bajo) y Pablo “Huija” Andrés (batería).

La formación “editó tres discos y el último ‘Oro para las naves’, salió con una edición especial limitada, un OVNI que adentro contiene el CD y la información. ¡Una locura! Hay mucho camino por recorrer”, sentenció Benítez. “Siempre me gustó ir a ver bandas desde pibe, bandas locales, las de los amigos y las de afuera. Este rol de estar en la cocina de las fechas me gusta, la paso bien y se armó un muy buen grupo humano con el que trabajamos y salimos de gira. Esperemos poder ir pronto al festival”, se esperanzó. Que así sea.

“Trabajamos con un amigo”

El propio Larralde valoró sobremanera la chance de contar con Marcos Benítez como manager. Coherente, Pato no usa WhatsApp, así que mandó sus impresiones a El Cordillerano por otra vía. “Todo llegó en forma espontánea ante la necesidad de contar con alguien que nos pudiera representar, tanto a Sauron como a Los Antiguos. Entre la gente querida ante la nueva etapa que iba a empezar Antiguos, pensé en alguien de confianza y que conociese su forma de tratar y tranquilidad. En ese momento, hubo como una luz que llegó y pensé en Marcos, como persona a la que conozco muy bien, sé de su capacidad y nos tenemos confianza después de tantos años de conocernos, de transitar y de reencontrarnos”, comentó.

La voz de los grupos amplió: “los nueve miembros de las dos bandas encontramos una persona que sabe consensuar y que sabe llevar el carácter de cada uno. Por su personalidad y sus formas logró entrar por igual en cada uno de los integrantes, sabe lo que necesita cada uno e interpreta cada necesidad. Es muy difícil llevar un grupo así adelante, sumándole además todo el equipo de trabajo, entre seis o siete personas más, depende los shows”, estimó.

Larralde se deshizo en elogios hacia su amigo y ahora compañero de ruta. “Más allá del trabajo y los resultados que nosotros vemos, muchos promotores, en el año que llevamos trabajando con él, nos comentan: por fin encontraste una persona que los representa, con la cual se puede hablar... Eso es muy importante y en conclusión, trabajamos con un amigo. Nos sentimos bien con Marcos como cara visible de la banda, es la punta de la flecha de la relación con los promotores y la gente que se conecta para las notas. Estamos muy contentos todos porque es muy difícil encontrar a una persona que lleva a una banda adelante”. Benítez pudo.

Adrián Moyano

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