07/03/2020

Las mujeres de El Cordillerano nos sumamos al Paro Internacional de Mujeres

Las mujeres de El Cordillerano nos sumamos al Paro Internacional de Mujeres

Las trabajadoras que formamos parte de El Cordillerano, en las distintas áreas de la redacción, taller, radio, web y administración, adherimos una vez más al Paro Internacional de Mujeres de este 8 y 9 de marzo, en consonancia con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Este año, algunas de nosotras haremos cese de actividades, en tanto que otras nos sumamos de manera activa, y trabajaremos para informar lo que acontezca en la jornada.

Es amplio el abanico de violencias que se ha desplegado sobre las mujeres desde hace cientos de años, el cual ha adoptado distintas formas, siendo una de ellas, la más visible y cuantificable, la violencia física y los femicidios.

En la Argentina, durante los primeros 31 días del año, se produjeron 21 femicidios; lo que equivale a que una mujer fue asesinada cada 35 horas. El número cambió en cuestión de semanas, porque hasta el último día de febrero de 2020, se contabilizaron al menos 63 femicidios, 70% de ellos en manos de parejas o exparejas de las víctimas, que dejaron un saldo de alrededor de 88 niños sin madre como consecuencia de estos crímenes.

Como si estas cifras no fueran suficientes, en la primera semana del mes de marzo la estadística quedó, una vez más, obsoleta. Cinco mujeres, de entre 8 y 39 años, fueron asesinadas en los primeros tres días del mes. Es decir, una mujer cada 12 horas.

Pero estos aberrantes índices se sostienen sobre un entramado complejo de desigualdad, dentro del cual las mujeres sufrimos a diario distintos tipos de violencias que van desde lo psicológico, económico, simbólico –como la imposición de estereotipos, entre otros–, en nuestros hogares, trabajos, ámbitos educativos, y en las calles.

Desde temprana edad, muchas de nosotras absorbemos distintos mandatos que moldean al estereotipo femenino, que nos asocia, entre distintas cuestiones, la responsabilidad de las tareas domésticas y de cuidado que sostienen el funcionamiento del sistema de producción de las sociedades modernas. Hoy por hoy, muchas de las mujeres que tienen la posibilidad de trabajar fuera del hogar, se enfrentan con la doble tarea de tener a su único cargo la organización familiar, además de un empleo remunerado.

Es un hecho que mucho se ha logrado en materia de derechos adquiridos desde que se proclamó el primer Día de la Mujer Trabajadora, en 1911. Sin embargo, para muchas mujeres y personas de identidades disidentes en todo el mundo existen derechos básicos que aún hoy son inaccesibles.

El amor “a pesar de todo” constituye una señal de alerta. Es necesario el compromiso de la sociedad toda para la construcción de sociedades más justas e igualitarias. Recapacitar sobre nuestro lugar y nuestra acción puede hacer la diferencia en el espacio que ocupamos como actores en cada comunidad. En esta línea, volvemos a interpelar a cada una de nuestras áreas de trabajo a asumir el compromiso y la práctica cotidiana de la construcción de las relaciones de respeto y equidad, tanto en los espacios virtuales como en los momentos en los que compartimos espacio físico de trabajo.

En este Día Internacional de la Mujer Trabajadora, ya siendo año 2020, continuamos exigiendo trabajo en condiciones dignas, igualdad de derechos, y cese de violencia contra mujeres, niñas y personas del colectivo LGBTIQ+.

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