El fuego de un nuevo incendio forestal llegó al patio de varias casas en la barda del Ñireco

Vecinos del barrio 121 Viviendas vivieron momentos de extrema tensión cuando el fuego de un nuevo incendio de interfase amenazó sus casas e incluso llegó hasta el patio de algunas de ellas.

El siniestro comenzó minutos después de las 16.30 y afectó alrededor de 3,5 hectáreas de vegetación achaparrada, pinos y también residuos forestales que dejaron los vecinos.

Cerca de las 21 de ayer, el incendio se encontraba en fase de extinción. Fuentes del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) aseguraron que el fuego comenzó en el margen derecho del arroyo Ñireco, sobre la barda que está detrás del predio “Lera”, a metros del barrio 121 Viviendas.

Las altas temperaturas y el viento hicieron que en pocos minutos, las llamas avancen de manera amenazante hacia las casas, provocando pánico entre los vecinos que de inmediato arrojaron agua con los elementos que encontraron a mano. Incluso hubo algunos tirando agua con palanganas y baldes plásticos.

Elio Fernández, jefe operativo del SPLIF, explicó que a prima facie, el cálculo aproximado de la superficie afectada alcanza las 3,5 hectáreas. Más de 17 vehículos pertenecientes a distintos organismos estuvieron en la zona, de los que cinco pertenecen al SPLIF, dos a Parques Nacionales, hubo tres móviles de la policía rionegrina, dos ambulancias y cinco del cuartel Centro de bomberos Voluntarios.

Además del combate terrestre, hubo presencia de dos medios aéreos. El avión realizó cuatro disparos y el helicóptero utilizó el helibalde en siete oportunidades.

El fuego ingresó al patio de varias viviendas, y los vecinos ayudaron con mangueras para intentar apagarlo. “En un caso en particular, las llamas estuvieron a centímetros de una vivienda, aunque por fortuna ninguna resultó afectada” mencionó Fernández.

Días atrás, los vecinos del barrio Arrayanes también vivieron momentos de extrema tensión cuando el siniestro que se inició en la barda -aunque en la margen opuesta del río Ñireco- puso en riesgo a varias viviendas, construidas en su mayoría en madera.