24/02/2020

Materiales con reacción y resistencia al fuego

Juan Carlos Montiel
Materiales con reacción y resistencia al fuego
Foto archivo
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En caso de incendio es prioritario lograr una protección adecuada -principalmente- para resguardar la vida de las personas, sin ninguna duda lo más importante. El domingo último las llamas consumieron totalmente una vivienda en Bariloche, una familia perdió todo y por ello, si la economía lo permite, se deben tomar recaudos en cuanto a los materiales de construcción del inmueble.

Es evidente que ante un siniestro, la prioridad es que todos los ocupantes de la vivienda deben tener la oportunidad de evacuar a tiempo, y el tiempo disponible depende en gran parte de los materiales escogidos y su comportamiento frente al fuego. Con el fin de facilitar y optimizar este proceso existen normas de seguridad que especifican una serie de “clases” de propiedades anti-incendio en cuanto a infraestructura arquitectónica.

Los profesionales del rubro sostienen que existen distintos niveles de seguridad en el entorno construido, y la protección la definen los arquitectos al elegir los materiales respectivos. 

Reacción al fuego

Los materiales y productos se pueden clasificar en distintas categorías, según la manera en que reaccionan al fuego. Para entender esta clasificación, es importante considerar la combustión súbita generalizada, que es el momento en que los materiales combustibles -no involucrados en el incendio original- comienzan a arder, acrecentando la temperatura en la habitación y aumentando su velocidad de propagación.

A1: No combustible y no contribuye al fuego. Entre ellos se pueden encontrar materiales y/o productos de concreto, vidrio, acero, piedra natural, ladrillos, y cerámicos. 

A2: Poco combustible y muy baja contribución al fuego. Entre ellos se encuentran materiales con un pequeño porcentaje de componentes orgánicos.

B: Poco combustible y muy baja contribución al fuego, son materiales y/o productos como las placas de yeso y algunas maderas con protección al fuego.

C: Combustible, causan combustión a los 10 minutos. Productos como la espuma fenólica, o placas de yeso con revestimientos superficiales más gruesos.

D: Combustibles antes de 10 minutos. Entre ellos se encuentran materiales y/o productos de madera sin protección, variando su reacción según su espesor y su densidad.

E: Combustible antes de 2 minutos. Materiales y/o productos como tableros de fibra de baja densidad, o sistemas de aislamiento compuestos de plástico.

F: Comportamiento indeterminado. Materiales y/o productos no testeados.

Resistencia al fuego

Cada elemento constructivo se comporta de manera distinta al entrar en contacto con el fuego, y su resistencia se mide en base a parámetros (o sus combinaciones). Esta clasificación es acompañada habitualmente por un número (en minutos: 15, 30, 45, 60, 90, 120, 180, 240 o 360) que indica el tiempo en que estos parámetros se cumplen. A modo de ejemplo, un REI 90 indica que un elemento constructivo mantiene su estabilidad (R), integridad (E) y su aislamiento térmico (I) durante 90 minutos.

R: Capacidad del elemento constructivo de resistir mecánicamente, sin perder sus propiedades estructurales. Aunque los criterios de rendimiento varían según la solución constructiva, y las cargas que reciben -axiales (como muros o pilares) o en flexión (como pisos o vigas)-, en los dos casos se mide su tasa de deformación y su deformación máxima.

E: Integridad. Capacidad del elemento constructivo de impedir el paso de fuego y gases calientes hacia un recinto no afectado por el incendio.

I: Aislamiento. Capacidad del elemento constructivo de impedir el aumento de temperatura en la cara no expuesta directamente al fuego.

 Otros parámetros importantes a considerar: W (Radiación). Capacidad del elemento de evitar la transmisión del fuego hacia un recinto no afectado, a causa del exceso de calor irradiado a través del elemento. M (Acción mecánica). Capacidad del elemento de resistir el impacto por la falla estructural de otro elemento cercano. C (Cierre automático). Capacidad de puertas y ventanas de cerrarse completamente sin intervención humana. K (Protección contra incendios de revestimientos). Capacidad de los revestimientos de muros y techos de entregar protección a los componentes que se encuentran detrás de ellos.

Sin duda un tema muy serio, que debe ser siempre evaluado por expertos, considerando las normativas locales y las especificaciones técnicas de cada material y producto utilizado. (Con datos de Planificación Arquitectura).

 

Barnices ignífugos al agua para interior y exterior

Una de las opciones más eficaces, novedosas e innovadoras para proteger y salvaguardar bienes y personas de las llamas del fuego es el barniz ignífugo, un producto para la protección pasiva de recubrimientos de madera que contiene una mezcla sinérgica de aditivos ignifugantes y una formulación cuyo resultado ha sido obtener la certificación con la máxima clasificación posible en baja emisión de humos, ideales para recubrimiento de paredes y techos.

El producto es apto como recubrimiento de maderas interiores y exteriores que precisen de un comportamiento ignífugo, en especial zonas de evacuación y cubiertas exteriores, así como frisos, revestimientos, tarimas, pavimentos de madera, vigas y techos.

Es incoloro, transparente, acabado satinado y de base acuosa. El producto, además de ofrecer una excelente dureza y resistencia al roce y la abrasión, no amarillea y su tecnología al agua lo hace respetuoso con el medio ambiente.

Pintura intumescente 

El producto es una pintura al agua de color blanco con capacidad intumescente que bajo la acción del calor o de la llama desarrolla una espuma aislante y protectora de baja conductividad térmica que aísla al soporte de la transmisión térmica y de la acción destructiva del fuego, evitando la formación de humos tóxicos y nocivos.

Al agua ha sido desarrollada especialmente para la protección en interior y exterior (con protección) de estructuras de madera, hormigón, acero y polímeros, entre otros materiales, contra la acción directa del fuego.

Este revestimiento, en presencia de fuego directo o calor, se dilata formando una barrera aislante de forma de burbujas de gas inerte que garantizan un retraso en el aumento de temperatura de la estructura en situación de incendio. Es un producto apto para aplicación en interiores que cumple con normativas de protección medioambiental. Es un producto al agua, sin olor, que ofrece un acabado blanco, sedoso y susceptible de pigmentar según necesidades de acabado.

La pintura intumescente es uno de los principales sistemas de protección pasiva contra el fuego. Si bien se trata de un sistema que no ayuda a extinguir el fuego en un incendio, sí tiene la capacidad de prevenir y evitar los daños que éste provoca en inmuebles y bienes materiales. Además, y muy importante, prolonga el tiempo disponible para que los equipos de emergencia actúen en el salvamento de vidas humanas.

Los campos de aplicación de las pinturas intumescentes se centran principalmente en la protección contra incendios de estructuras, columnas, vigas y techumbre construidos o fabricados con diversos materiales constructivos como madera, acero, hormigón o polímeros. Las pinturas intumescentes forman una barrera aislante en los elementos estructurales tratados superficialmente que retarda el aumento de su temperatura y su combustión. Frente a las altas temperaturas producidas en un incendio, el recubrimiento sufre un aumento de su volumen formando una capa aislante que protege las estructuras de madera o de otros materiales. Su capacidad de expandirse a causa de reacciones químicas que se producen con el aumento de la temperatura transforma la capa de pintura intumescente en un material espumoso, aislante térmico, que permanece adherido a las estructuras sobre las que haya sido aplicado.

Las pinturas intumescentes son de fácil aplicación y bajo coste de instalación, y los beneficios derivados de su aplicación suponen un excepcional retorno de la inversión en vidas humanas y protección de bienes. Por otra parte, no suponen ninguna limitación en cuanto al diseño de estructuras, tanto en las formas como en los materiales.

Juan Carlos Montiel

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