EN EL BARRIO VIRGEN MISIONERA

| 20/02/2020

"Vivimos un calvario en nuestra propia casa por amenazas y ataques de una familia mapuche”

"Vivimos un calvario en nuestra propia casa por amenazas y ataques de una familia mapuche”

El matrimonio de jubilados vive desde 2015 una verdadera pesadilla. Relataron que una familia mapuche vecina comenzó a amenazarlos, atacarlos y hostigarlos para que se vayan del lugar. Aseguran que “sienten mucho miedo”. En estos cinco años de tormento realizaron unas 17 denuncias, contra Cristian Colhuan y su mujer, María Nahuel, a quienes acusan de, entre otras cosas, “haberles quemado una casa” y agregan que “ya no sabemos a quién recurrir. Ellos aseguran que por ser mapuches son dueños de las tierras”.

Literalmente jugados y desprotegidos, Nelson Cárdenas González (64) y su mujer, María Elis Ortega Molina, decidieron hacer público su caso y dialogaron con El Cordillerano. Viven atemorizados, pero al mismo tiempo están hartos de la vida a la que han sido condenados por esta “familia vecina y violenta”.

En 1984 Nelson llegó a Bariloche y se radicó en el barrio Virgen Misionera donde levantó su casa, en un lote -M653- ubicado a metros de la plaza de la barriada.

Apuntó que actualmente resiste día a día en ese lugar los embates de una familia vecina que le reclama el espacio y le exige que lo abandone.

Nelson y sus vecinos -hoy enfrentados- mantuvieron hasta el 2015 una excelente relación y todo hacía suponer que la vida sería tranquila y apacible para este ex cuidador de caballos de polo (petisos) y su mujer, hasta que un hecho marcó el final de su tranquilidad.

“Todo comenzó en 2014. Eran vecinos comunes y miembros de la religión mormona, la vida era normal”, dijo Nelson. “María Nahuel nos comentó que querían hacerse mapuches por las tierras y otros beneficios que otorgaba el gobierno. Con el paso del tiempo fueron a Ozorno (Chile) y se contactaron con un machi. Esta persona vino a Bariloche para asesorarlos y levantaron una bandera mapuche en la plaza Los Chalchaleros, del barrio Virgen Misionera. Se adueñaron de ese espacio verde, sacaron los juegos y las cosas que había ahí. También cerraron una calle que había entre la plaza y uno de los lotes y la tomaron”, relató.

En aquel entonces se les había otorgado “dos terrenos -de 13 metros por 20 cada uno- esto fue antes de la toma de la plaza. Sin embargo, cruzaron la calle y se apropiaron de todo el espacio”, contó. Por esa situación Cárdenas presentó una nota en el Concejo Deliberante y le informaron que ese lugar seguía siendo una plaza, “pero esa manzana -la M652 - había sido tomada por esta familia mapuche. Esto lo denuncié el 10 de noviembre de 2016, pero nunca hubo respuesta desde el Concejo”, recordó.

“Colhuan y Nahuel comenzaron a hacer su vida en la plaza donde construyeron viviendas y espacios para las prácticas de la organización”, dijo.

Incendio en el refugio
del Challhuaco

En 2015 “llegaron los rumores de que esta gente tenía vinculación con el incendio del refugio Challhuaco. Por eso se realizaron allanamientos que hizo Gendarmería. No solo en las edificaciones ubicadas en el espacio donde estaba la plaza, sino también en las que se ubicaban en los dos terrenos que les habían dado”, explicó.

Como vecinos “nosotros observamos lo que estaba pasando. Vimos todos los movimientos. Nahuel, Colhuan y su hijo se dieron cuenta que habíamos visto lo que ocurrió. Fue entonces que a los dos días del allanamiento se plantaron frente a mi casa, en calle Manuel Gómez Carrillo, nos llamaron y nos dijeron: ‘ustedes tienen que irse porque saben y han visto demasiado’”.

Nelson recordó que como tenían mucha confianza “la señora nos había contado cosas muy fuertes, pero en ese momento comenzaron a hacernos la vida imposible, hasta el día de hoy. Vivimos un verdadero tormento”, confesó.
Entre los ataques “nos han disparado al aire para asustarnos. Tuvimos que buscar una entrada y salida a nuestra casa por otra calle. Nos tiraron con armas de fuego en varias ocasiones para que nos vayamos. He realizado varias denuncias -mostró a este medio 17 delaciones fechadas desde 2015 hasta agosto de 2019- ante la Comuna, en el Concejo y la Justicia”.

“En otra ocasión me sacaron de mi casa con un machete amenazándome para que me vaya. Nos buscan a nosotros para empezar a amedrentar a todos los vecinos. Nos dicen que porque son mapuches y por sus ancestros, esas tierras son todas de ellos”, contó.

“Me han roto dos veces la cabeza por los piedrazos. A mi esposa la golpeó Cristian en un brazo. El hijo de ellos también me atacó con una picota y me dio un preinfarto. Se paraban frente a nuestro portón para no dejarnos salir; nos tenían aislados”, dijo.

“Se van a ir por las buenas o por las malas, nos han dicho en más de una oportunidad en el lugar en que nos encuentran. A un vecino le dieron un tiro en la cabeza y lo dejaron minusválido y no pasó nada porque, supuestamente, no se encontró el arma”, recordó el jubilado.
Según consta en expedientes judiciales, las amenazas se han sucedido en varios casos, los que fueron denunciados. “Un día me dijeron vos estás muerto, te metiste con la RAM”, por lo que Cárdenas radicó otra denuncia en la Fiscalía.

“La Guarida”

“Nosotros esperamos cualquier cosa por parte de estas personas”, comentó.

“Hay una sola causa que prosperó que fue la de María Nahuel golpeándome en la misma Fiscalía, frente a la fiscal. Ya me quemaron una casa en 2015. En ese momento Colhuan me dijo delante de la fiscal ‘te voy a terminar quemando la otra casa para que te vayas’”.

Actualmente la plaza o el espacio que era plaza “sigue en poder de estas personas y continúan edificando. Ellos viven en los terrenos que les dieron y en la explaza realizan eventos y además hicieron lo mismo en Mascardi”, confió.

“A ese lugar yo lo llamo ‘la guarida’. Atraen a la juventud, captan jóvenes para que actúen. En ese sector del kilómetro 7, ahí está la guarida”, subrayó.
Frente a la pila de expedientes Cárdenas contó que es jubilado y no tiene los medios para poder constituirse como querellante en las causas.

Tienen mucho miedo

“Esto va a tomar estado público. Vivimos con mucho temor, teniendo en cuenta que estamos amenazados de muerte por estas personas. Si nos llegara a suceder algo, los hago responsables a Colhuan y Nahuel, junto a la Justicia y al municipio que nunca hicieron nada”, sentenció.

Entre tantas denuncias “hubo funcionarios que me dijeron que no podían hacer nada porque estas personas están amparadas por los derechos humanos. ¿Y nosotros?”, se preguntó.

En una de las audiencias conciliatorias “agotamos las instancias para llegar a un arreglo de convivencia, pero María Nahuel no quiso aceptar”. Nelson ofreció levantar una pared entre ambas viviendas para que ellos no se sientan observados. “Y la señora -María Nahuel- dijo que no, que ella quiere todo y comentó que el INADI vendrá dentro de poco a mensurarle el terreno de lo que era la plaza”.

Entre las denuncias radicadas por Cárdenas y su mujer ante la Justicia se cuentan carátulas por: Atentando a la autoridad con lesiones, resistencia y daños. Abuso de armas -en dos casos- lesiones, amenazas y amenazas calificadas.

 

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