¿SE ROMPE LA ALIANZA?

| 16/02/2020

Matzen: “hoy por hoy, la UCR en Río Negro trabaja en forma independiente, con una agenda propia”

Diego Llorente
Matzen: “hoy por hoy, la UCR en Río Negro trabaja en forma independiente, con una agenda propia”
Una de las fuertes diferencias de Matzen con Macri fue luego de que vetara el protocolo de interrupción legal del embarazo.
Una de las fuertes diferencias de Matzen con Macri fue luego de que vetara el protocolo de interrupción legal del embarazo.

La diputada nacional por Juntos por el Cambio (ex Cambiemos), Lorena Matzen, tuvo una larga charla con El Cordillerano donde habló de todo. Hizo muchos cuestionamientos al PRO, al vínculo mantenido con su excompañero de bloque Sergio Wisky y al gobierno de Mauricio Macri.

Desde la presidencia de la Unión Cívica Radical (UCR), asegura que pretende fortalecer al partido en la provincia y comenzar a planear estrategias hacia el futuro, amparándose en la construcción de un proyecto con ideas, para que la ciudadanía se sienta representada.

El Cordillerano: - ¿Cómo lleva su nuevo rol de ser oposición, tras dos años siendo oficialismo?

Lorena Matzen: - Ser oficialismo no es sencillo, sobre todo desde el ámbito legislativo. Han sido públicas mis diferencias que teníamos con el gobierno de Mauricio Macri, aunque por el otro lado había un reconocimiento a las políticas públicas que me parecía que beneficiaban a la provincia. Es mucho más relajada desde ese punto de vista. El actual rol que me toca cumplir, tiene mayor decisión propia en las distintas temáticas. Haber vivido los dos roles va a ser un gran aprendizaje. Obviamente ser oficialismo me permitía mayor capacidad de gestión y respuesta. Pero esta nueva ubicación nos permite enfocarnos más en la tarea legislativa, ser la voz de los rionegrinos en el Congreso y en todos los temas de Río Negro en una mirada integral. No voy a dejar de reunirme con los intendentes de todas las localidades y voy a seguir trabajando en esa línea, con una mirada plural.


Matzen disparó duro contra el PRO.

E.C.: - Respecto de las diferencias que marcó con el gobierno de Macri, ¿cree que ser radical le permitió poder hacerlas públicas?

L.M.: - Claramente. Yo siempre cuento como una anécdota, que cuando se hizo la convención de Gualeguaychú, que yo era convencional, estuve en contra de un acuerdo más amplio con el GEN y con otros partidos. Pero se tomó otra decisión y vine a la provincia y trabajé en consecuencia, más allá de mis diferencias de pensamiento. Yo formo parte de un partido que no tiene una decisión personal. Somos una organización, donde nuestro máximo organismo es la Convención y respetamos las decisiones que se toman por mayoría, porque si no tendría que armar un partido distinto donde pudiera decidir unilateralmente. Hay cuestiones donde no estaba de acuerdo, las planteaba y se discutían en el bloque, pero si después la decisión iba para otro lado, se respetaba. La verdad que ser radical dentro de la alianza, más allá de poder disentir, me dio otras ventajas que tiene que ver con defender los valores y principios de la UCR. Tenemos una base, una trayectoria e historia que defender, que no la podemos dejar de lado en ningún momento.

E.C.: - ¿Por qué cree que Cambiemos perdió las elecciones nacionales?

L.M.: - Nosotros hicimos el análisis en Ingeniero Huergo, donde sacamos como conclusión, fortalecer la UCR desde la provincia. Lo que haga el resto de los partidos es problema de ellos. En eso estamos trabajando, donde involucra el encuentro nacional de mujeres radicales, donde involucra el fortalecimiento del Instituto de Políticas Públicas, la capacitación de nuevos dirigentes. No quiero estar más sola en el escenario. Necesitamos un partido con una dirigencia renovada, que no tiene que ver con la cuestión etaria. Claramente la coalición existe a nivel legislativo, donde tenemos coincidencias y diferencias. Hay cuestiones que hemos votado como radicalismo y no como alianza. Yo creo que para que continúe esta alianza tenemos que compartir un encuentro donde se pongan sobre la mesa, los puntos de encuentro que tenemos. Eso no se está dando. A nivel provincial se nos dificulta. No todos los partidos (miembros de la alianza) tienen sus autoridades elegidas, por lo que no sabemos con quién hablar cuando no están claramente identificados los referentes. Y eso imposibilita que pensemos en una alianza a nivel provincial, hoy por hoy, la UCR en Río Negro trabaja en forma independiente, con una agenda propia. Estamos concentrados en salir de la crisis. Queremos que la sociedad vea al radicalismo como una oportunidad de un espacio donde se escuchen las voces disonantes que tiene Río Negro. En la última etapa, parece ser que esta provincia tiene ideas homogéneas y eso no es así. Tenemos que representar a quienes hoy no se sienten representados en otros esquemas.

E.C.: Disparó bastante sobre el análisis interno y el vínculo con el PRO, pero no respondió cuáles fueron las razones de la derrota…

L.M.: - Es complejo. Esencialmente creo que no supimos escucharnos entre nosotros. No supimos escuchar a la gente y a la gente se le hizo complicada la receta, la medicina que se aplicó para la enfermedad que tiene nuestro país. Y esa enfermedad no es de ahora, sino que viene de mucho tiempo y no salimos: los problemas económicos, la dependencia, la falta de identidad, la falta de defensa de nuestra moneda. Esto hace que todo transcurra alrededor del dólar y que si estornudan en Asia, en Argentina se genera neumonía. Tenemos una economía frágil, débil, inconsistente, desequilibrada, que hasta acá no ha habido gobierno que haya podido superarla. Ni siquiera nuestro presidente más querido, que es Raúl Alfonsín, pudo con la economía. Porque venimos flaqueados. No escapó a esto la gestión de Mauricio Macri. Teníamos el deber de bajar la presión impositiva y se intentó, pero en la práctica seguíamos igual. En lo político, el error más grande fue no escuchar, eso implica dejar de representar a la gente y por ende, la gente te deja de acompañar con el voto. Y desde lo nacional, se buscaron socios incorrectos. Los dirigentes que representamos a las fuerza nacional, no fuimos los directos representantes del gobierno y se eligieron otros socios.


Viejos tiempos, cuando el vínculo con Sergio Wisky y Macri era óptimo.

E.C.: - ¿A qué socios se refiere?

L.M.: - Al gobierno provincial. Se hizo un pacto, de hecho la no presentación del tramo de senadores de nuestra lista tiene que ver con ese pacto y hoy por hoy, vemos donde se sientan y para qué lado tiran, esos socios que en teoría estaban de nuestro lado.

E.C.: - ¿Cómo UCR se sintieron destratados dentro de Cambiemos por esto que plantea?

L.M.: - Tuvimos ese problema de representatividad y que si se soluciona podemos hablar de futuro. Es la falta de conducción de uno de los partidos (el PRO), que está intervenido con alguien de afuera. No fue sencillo trabajar. Muchas decisiones se tomaban al viejo sistema unitario y nosotros pedimos más federalismo. En muchos de los temas donde el radicalismo fue escuchado, se pudieron enderezar algunas decisiones y la UCR supo aportar muchas veces a tiempo y a destiempo en otras, cuando ya las consecuencias estaban dadas. Yo creo que no fue solo a nivel provincial, sino que en el ámbito nacional tuvimos momentos muy duros, sin desmerecer lo que significó la alianza para el partido. Nos permitió el surgimiento de dirigencia con vocación de poder como es Alfredo Cornejo, Gerardo Morales, Martín Losteau, fuertes referentes que van a pisar fuerte en lo que se viene. Eso nos permitió ser oficialismo también. Hay municipios que se recuperaron para el radicalismo y mejorar la estructura institucional, eso fue lo positivo. Pero desde lo discursivo tuvimos muchos choques vinculados con una base ideológica que defiende la UCR desde hace más de 120 años.

E.C.: Le consultaba por el destrato, porque ya en las elecciones provinciales su candidatura a gobernadora no tuvo tanto apoyo. Incluso Sergio Wisky llamó al voto útil en favor de Juntos…

L.M.: - Sí, obviamente desde lo personal y sacando lo partidario, claramente tuve diferencias. Creo que uno guarda un poco de rebeldía y sobre todo, creo que fue la crónica de una muerte anunciada lo que pasó. Si vos tenés fuego amigo tiroteándote es muy difícil ir al combate porque ya vas herido. Fue una desventaja al momento de competir. Sigo sintiendo tranquilidad de que fuimos responsables con la presentación de propuestas, trabajamos seriamente pensando en la provincia, pero nos falló la dirigencia.

E.C.: -¿Y el ingreso de Miguel Pichetto a la alianza cómo los afectó?

L.M.: - Para nosotros fue raro. Porque tenemos una historia en la provincia de nuestro vínculo con Pichetto. Pero lo pensamos como algo positivo, porque ha sido un dirigente que se manejó bien en lo nacional y que hizo mucho por Río Negro, fue un gran gestor. Pero fue raro, porque siempre hemos estado enfrentados cuando el bipartidismo era un hecho en la provincia.

E.C.: - Se la escucha muy separatista, como que hoy la UCR está sola más allá de la alianza…

L.M.: - Más que separatista, hoy me toca conducir el partido. Entonces, más allá de mi rol como diputada nacional, tengo la responsabilidad de conducir y llevar al mejor puerto posible al radicalismo. Hemos formado un equipo, quiero despersonalizar. Quiero que trabajemos en el radicalismo, no el “ismo” de nada ni de nadie y si no somos un partido fuerte, no le servimos a ninguna alianza. Es muy sencillo formar un acuerdo vacío de contenido, y nosotros tenemos que trabajar en el contenido, volver a lo que decía de Alfonsín de seguir ideas y no a hombres. Volver a la esencia del radicalismo, que es un conjunto de valores, principios, propuestas e ideas concretas y en ese marco hacer alianzas, porque somos un partido aliancista. Pero tenemos que definir cuál es la propuesta de la UCR en cada uno de los temas. Cómo volvemos a representar al ciudadano. En 2011 perdimos la provincia por los personalismos. Dejamos de lado las propuestas, las ideas. Debemos recuperar la representación de los ciudadanos y se recupera diciéndole a la gente qué pensamos y qué haríamos en cada tema. Ningún partido en Río Negro está haciendo ese trabajo, de cuál es la importancia de los partidos, que son la base de la democracia. Si nosotros no nos ocupamos de fortalecerlos, la democracia está en peligro y corremos el riesgo de estar discutiendo nombres y ambiciones personales, en lugar del interés de la gente. En ese radicalismo quiero trabajar y no es separatista, es responsabilizarnos de cuál es el rol del radicalismo en este esquema.

E.C.: - En este marco, el año que viene hay elecciones y usted termina su mandato. ¿Cómo ve la estrategia a seguir?

L.M.: - Veo tarea inconclusa. Yo tengo que seguir trabajando y que la gente vea si se siente representada en mi trabajo. No sirve que yo, por una cuestión personal, diga que quiero seguir siendo diputada o que quiera ir a buscar otro cargo público. Yo tengo que demostrar con trabajo y con proyectos, qué clase de representante soy. Llevo mitad de camino y me queda tiempo para demostrar qué puedo hacer en esta banca, tratando de darle una impronta distinta a la política tradicional. Y que la gente lo vea, porque me hice 170 mil kilómetros recorriendo la provincia para cumplir la promesa de no quedarme en Buenos Aires, pero no sé si la gente lo ve. Y estar presente con soluciones a los requerimiento de la gente y siendo un puente, que fue mi compromiso. Allí, la gente podrá hacer un balance. Pero todavía hay muchos lugares donde la gente no sabe quién soy, entonces debo seguir trabajando en esta provincia que es extensa, compleja, diversa y que necesita más esfuerzo todavía. Y el desafío es doble. Con el partido creo que podemos insertarnos en la sociedad, sin personalizar, con ideas concretas y el desafío es que la gente vuelva a confiar.

Diego Llorente

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