12/02/2020

La actividad física, una valiosa herramienta en los tratamientos oncológicos

Verónica Lohrmann
La actividad física, una valiosa herramienta  en los tratamientos oncológicos

Acompañando a la competencia solidaria que organiza Cerca Tuyo en el marco del Día Internacional del Cáncer, la Fundación Intecnus estuvo presente el domingo en la 6ª edición de la Correcaminata por la Vida, con un stand en el que profesionales de los servicios de Cardiología y de Medicina del Deporte brindaron información y atendieron consultas sobre salud cardiovascular, salud deportiva y la práctica de ejercicio durante el tratamiento oncológico.

El doctor Pablo Cozzarin, especialista en Medicina del Deporte de Fundación Intecnus, habló sobre la importancia de la práctica deportiva tanto para prevenir enfermedades como para transitar los tratamientos.

“La Fundación Intecnus tiene su origen en el tratamiento del paciente oncológico, pero lo que intenta hacer ahora es salir a la comunidad con cuestiones que tienen que ver con la medicina preventiva”, explicó. “Inicialmente como médico generalista, especialista en prevención específicamente, y ahora como médico deportólogo, lo que intento es utilizar la herramienta que tiene el movimiento para tener beneficios en la salud de la gente”.

En primer lugar, señaló la importancia del deporte en una persona sana. “Está estudiado que no tener enfermedad y hacer ejercicio físico da menos riesgo de padecer en el futuro cualquier enfermedad, incluido el cáncer”.

Por otro lado, señaló que, en caso de necesitar un tratamiento oncológico, alguien que habitualmente realiza algún deporte, podrá transitarlo mejor. “La llegada a un tratamiento oncológico de alguien que hace actividad física, que tiene, por ejemplo, desarrollada la capacidad física de la fuerza, de la resistencia aeróbica, y encara un tratamiento oncológico, lo pasa mejor. Físicamente está mejor preparado”.

“Crear la red para que la
persona se sienta cuidada”

“Además el tratamiento te hace mejor”, aseguró. “Está activado el aparato inmune, que intenta dejar de lado un tumor; y el ejercicio hace dividir bien los tejidos del cuerpo, y relacionar ‘este es un tejido que el aparto inmune tiene que dejar a un costado’, y ‘este es un tejido que tiene que estar activado’ porque la persona se mueve, corre, hace actividad.

Entonces está más localizado en el cuerpo el problema”. Y luego, “el salir resulta más rápido y evidente en alguien que venía con un ‘backup’ de movimiento previo”.
El doctor Cozzarin detalló que durante el tratamiento oncológico se busca dosificar el ejercicio como si fuera un medicamento. “Porque hubo teorías erróneas en la antigüedad. Por ejemplo, que si no dolía, no había hecho el esfuerzo. Entonces lo que se intenta ver ahora es que hay diferentes dosis de ejercicio que el cuerpo tolera mejor, se recupera y no deteriora el sistema inmune que es el aliado más importante en cualquier persona que está enferma”.

“Esas dosificaciones en un movimiento que no genere molestias, y a la vez, progresivo para que la capacidad que se busca obtener vaya aumentando, es un trabajo artesanal. Los buenos profesores de Educación Física, los buenos kinesiólogos, saben dosificar la carga de esfuerzo”. Y señaló que lo que se busca en el consultorio es “crear la red para que esa persona que viene a consultar se sienta cuidada y sienta que le hace bien”.

“Intentamos empoderar
al paciente”

La idea es integrar el deporte a la vida cotidiana; que no sea un entrenamiento de una vez y tampoco necesariamente perseguir el modelo de deportista de alto rendimiento. “Uno puede hacer ejercicio para uno mismo, sin mostrarlo”. Y además resaltó que “la persona que se incorpora en un grupo de actividad física, una persona con un grupo de pertenencia donde todos hacen actividad y se estimulan unos a otros, después queda enganchado como algo cotidiano y de disfrute. Intentamos empoderar al paciente. Si se apega a un grupo, hay veces que incluso hay que frenarlo. Pero es más fácil para el médico deportólogo intentar frenar que estimular”.

“Yo intento difundir que el ejercicio tiene un muy buen efecto en la población. Que la persona que no tiene el bagaje previo de haber hecho, que pruebe. Es como probar un sabor nuevo de una comida”, señaló. “Hay muchas opciones. Lo que tienen que hacer es elegir y mantenerse bajo un cuidado. Esquivar los lugares donde se hace Educación Física sin cuidado”.

También destacó la importancia de poner en la balanza la calidad de vida. “Los estudios científicos dicen que cuanto uno menos coma y menos se esfuerce, más años vive. El tema es que no le hacen un vínculo con la calidad de vida. Entonces, incrementar la actividad física y salir del sedentarismo y, a la vez, disfrutar de esa actividad y tener mejores capacidades para manejarse en movimiento en la vida cotidiana, disminuye un poco la esperanza de vida al nacer pero aumenta un montón la calidad de vida. Entonces uno siempre pone en la balanza eso”.

Importante acompañamiento de médicos de la Fundación Intecnus, presentes en la Correcaminata por la Vida.

Verónica Lohrmann

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