CONTINÚA EL CICLO “PASALA VOS”

| 03/02/2020

Vuelve a escena “Papel con letras”

Adrián Moyano
Vuelve a escena “Papel con letras”
Brújula retoma su carta ganadora.
Brújula retoma su carta ganadora.

La obra que tantas satisfacciones dio al grupo Brújula, teatro esencial a cuerda, retorna después de un año. El jueves (6 de febrero) en La Llave.

Está en pleno transcurso el ciclo “Pasala vos”, que ideó el actor y director Juan Alari. El cronograma comenzó en enero y lleva hasta el momento dos funciones: “Cardenal” y “Con los egos llenos”. La tercera de las citas tendrá lugar el jueves (6 de febrero) y encontrará sobre el escenario de La Llave una obra que ya supo ponerse allí: “Papel con letras”. Entonces, desde las 22 estará nuevamente en escena con Aravinda Juárez y Micaela Cacheda.

“Pasala vos” cuenta con una particularidad. Las y los espectadores no solo tienen la chance de observar la obra que anuncia la programación, también aprecian una micro-función del espectáculo que sigue a continuación en el cronograma. En este caso, será “Lombrices”, del Grupo Incorrectoz. El elenco se conforma con Enrique Braunstein y Rubén Vargas en la actuación, quienes trabajan bajo la dirección del propio Alari.

Pero vamos por partes. El estreno de “Papel con letras” data de 2017, obra que dio grandes satisfacciones al grupo Brújula, teatro esencial a cuerda. Además de actuarla, Juárez ideó la dramaturgia. Su consagración en una bienal cubana de arte dramático, permitió que el elenco no solo la mostrara en Bariloche y la región, sino también en Cuba, Colombia, México y Bolivia durante 2018. La obra retorna al cartel después de un año de paréntesis.

Las actrices trabajan bajo la dirección de Adrián Beato. Al momento de su estreno, dijo El Cordillerano: (…) el trabajo no es un homenaje nostálgico a los servicios postales. Alma (Juárez) y Paz (Cacheda) son trabajadoras del correo pero su tarea -que podría ser monótona y rutinaria- se deja tomar por asalto por la poesía, las dudas, los conflictos y las liberaciones. Nótese que no se llaman Fernanda o Marcela -con todo el respeto que nos merecen esos nombres- sino que se identifica una con el aspecto más humano de la existencia y otra, con el estado o sentimiento que quizá, más ansiamos. Cuando el correo era analógico, había cartas que se perdían o que nunca llegaban a destino. A determinada hora de la tarde, Alma toca un timbre y entonces, entre las dos compinches recrean un juego al que toman muy en serio: reescriben aquellas que quedaron en los estantes de la oficina”. Para volver a verla.

Adrián Moyano

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