“IMÁGENES DESDE EL SUR DEL MUNDO” EN LA BIBLIOTECA SARMIENTO

| 03/02/2020

La realización audiovisual tiene mucho para contar

Adrián Moyano
La realización audiovisual tiene mucho para contar
Bariloco - Javier de Azkue.
Bariloco - Javier de Azkue.

Gracias el impulso de Ignacio Masllorens, se concretaron dos funciones a partir de ocho cortometrajes de otros tantos realizadores y realizadoras. ¡Que se repita la propuesta!

Más allá del FAB y de su semana de extensión, no es habitual contar con la chance de apreciar realizaciones audiovisuales barilochenses en salas. Quizás a raíz de esa escasez, resultó un acierto “Imágenes desde el sur del mundo”, una proyección de ocho cortometrajes que ideó el realizador Ignacio Masllorens en coincidencia con un fugaz paso suyo por Bariloche, en enero reciente. A tal punto que “tuvo” que desarrollarse una segunda función, el jueves último, en la Usina Cultural del Cívico (Biblioteca Sarmiento). Aunque las plateas no se agotaron, como en la primera ocasión, la concurrencia fue considerable.

Formaron parte de la función realizadores de diversas trayectorias y lenguajes, a través de sus respectivos trabajos: Narcisa Hirsch con “El Aleph”; Maia Gattás Vargas con “Taxonomía de la desmesura”; el propio Masllorens con “Escribir desde el sur del mundo”; Luz Rapoport con “…”; Bianca Fidani con “Ensayo de un invierno”; Jazmín Gallo, María Llanes y Sofía Venega con “El sueño de Antonia”; Rubén Guzmán con “Imágenes de ningún lugar” y Javier de Azkue con “Bariloco”.

Aunque dentro de Bariloche supo cultivar un perfil más bien bajo, Narcisa Hirsch es una figura de culto en el ámbito de la realización audiovisual, a tal punto que fue pionera en el ámbito del llamado “cine experimental”. Según informa su página web, “en sus obras expone temas centrales como el amor, el nacimiento y la muerte, o interrogantes sobre la condición femenina, recreados a través de un lenguaje de imágenes particularmente íntimo, con una marcada poesía visual y sonora. Hasta el momento tiene realizadas más de 30 películas en súper 8, en 16 mm y video. En las que figuran largometrajes, cortos, y documentales”. Entre ellos, la propia autora destaca “El Aleph”.

Fue el corto que el curador ubicó al comienzo de la proyección. La obra data de 2005 y hace honor a la experimentación: mientras la y el espectador escuchan las palabras que Jorge Luis Borges plasmó en su cuento tan celebrado en formatos de audio inusuales, la imagen casi vertiginosa ilustra esas facetas del universo condensado, a través de visiones minimalistas, borrosas, descoloridas y enigmáticas. Cerrados aplausos celebraron la participación de Hirsch.

Arte contemporáneo y cine

Es muy posible que la joven Gattás Vargas no se considere realizadora audiovisual pero su “Taxonomía de la desmesura” es un registro de la experiencia que vivió tiempo atrás en la isla Victoria junto a colegas suyas, durante una residencia para artistas contemporáneos. El resultado de aquel proyecto ya fue objeto de crónica para “El Cordillerano”, cuando meses atrás, se expuso en la sala “Chonek” del Museo de la Patagonia “Laboratorio Isla Victoria”, la muestra colectiva que hizo las veces de corolario.

En los hechos, la artista participó de la exposición con la misma producción, entre otros aportes, ya que las y los visitantes podían apreciar su realización al visitarla. A modo de diario, el registro sintetiza las andanzas de Gattás Vargas y sus cofrades en la isla que transformó Aarón de Anchorena, incluye un par de entrevistas a gente especializada en su devenir botánico o zoológico e incorpora otras apreciaciones desde la subjetividad de la autora.

“Escribir desde el sur del mundo” lleva la firma del propio Masllorens y se detiene en la obra de su madre, la escritora Luisa Peluffo. Como consignara El Cordillerano en agosto de 2019, el corto se proyectaría en el Festival Biarritz América Latina, entre septiembre y octubre, acontecimiento que efectivamente, tuvo lugar. Además de la novelista y poeta, el film reúne la participación de Laura Calvo y Buby Caíno en algunas de las voces, junto con la cantora mapuche Anahí Rayen Mariluan, quien aportó una cuota musical.

En la realización, Masllorens respalda con la imagen la prosa de Peluffo, quien también repasa en primera persona su llegada a Bariloche como consecuencia de la última dictadura cívico militar y sus primeras experiencias con gente portadora de la cultura mapuche – tehuelche. Considerable protagonismo cobra “Todo eso oyes”, la primera novela de la escritora, a la que concibió en formato de ficticio intercambio epistolar. Una película que en cierto sentido, habla de todos nosotros.

“…”, de Luz Rapoport, incursiona en lenguajes más cercanos a los de Hirsch, aunque al no contar con textos, el contenido es del todo críptico: una bailarina indefensa ante la inmensa frialdad de la nieve en las alturas de la montaña; una mujer embarazada que yace, al parecer incómoda, en las orillas de un curso. Las imágenes se suceden a gran velocidad pero incluso ante esa intención de vértigo, se cuela una extraña belleza.

Preguntas y dolor

Por su parte, en “Ensayo de un invierno”, Bianca Fidani construyó su relato a partir de imágenes del refugio Jakob después de su incendio y antes de su no menos vertiginosa reconstrucción. Hija del histórico “refugiero”, la realizadora hilvanó sus registros con un extenso relato poético pleno de interrogantes y nostalgia, también ante la inconmovible y silenciosa hermosura de los inviernos en la montaña.

Con “El sueño de Antonia”, Gallo, Venega y Llanes apelan efectivamente al mundo onírico para dar rienda suelta a un conjunto de recreaciones entre coloridas y surrealistas, que albergaría la protagonista durante su inquieto sueño. El trabajo participó precisamente del FAB 2019 y en la sinopsis que integró el catálogo, se puntualiza: “Tras consumir hachís, una mujer vivirá lo que parecerá una noche interminable”.

Las alternativas de la proyección continuaron con “Imágenes de ningún lugar”, de Guzmán, aunque en su contribución, la mayoría de aquellas tienen que ver con el monte Fitz Roy y geografías aledañas. Para su mejor apreciación, habría que saber que consiste en “un ensayo experimental sobre el fotógrafo ambulante Ernst Standhardt, las piedras espirituales chinas (gongshi) y las miniaturas”. Si no se contaba con ese dato antes de las exhibiciones, no pasa nada: el corto puede verse en Internet.

Cerró la nómina de cortometrajes una propuesta hilarante: “Bariloco”, obra que lleva la firma de Javier de Azkue y data de 2013. A partir de imágenes tipo “noticiario argentino” de los 40 o 50, el realizador apela a trucos tecnológicos para re-significarlas y provocar la risa de las y los espectadores, siempre en relación al Nahuel Huapi o Bariloche. La ridiculización de algunos clichés locales es evidente, tanto como la potencia de la realización audiovisual barilochense y patagónica. Que haya más funciones, será justicia.

Adrián Moyano

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