EGRESADOS DE LA JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

| 10/11/2019

Luego de 40 años, revivieron aquellos momentos con risas y lágrimas de emoción

Luego de 40 años, revivieron aquellos momentos con risas y lágrimas de emoción
Los exalumnos posaron para El Cordillerano.
Los exalumnos posaron para El Cordillerano.

David Betancourt hace un tiempo encontró la foto de egresados de su primaria y tuvo la intención de volver a reunirse con los amigos de entonces. Dos séptimos años egresados en el 79, uno en el 80 y otro del 78, armaron un enorme grupo de compañeros, de los cuales la mayoría no se volvió a cruzar en la vida. Esta mezcla se dio porque doce varones repitieron el último año escolar, todos ellos, alumnos de la Juan Ramón Jiménez.

Ahora, 40 años después, organizaron un almuerzo para compartir anécdotas y lograr el reencuentro, que fue realmente emotivo en todos sus aspectos; y contaron con una invitada muy especial, Marta Gamez de Fant, una de sus maestras.

“En aquella época era normal repetir, sobre todo los varones, porque trabajábamos desde muy chiquitos, algunos de lustrabotas, otros de ayudantes de peluqueros, yo conseguí un puesto en la cancha de golf de Arelauquen” dijo Betancourt.

Después de toda una vida, decidieron convocar a cada uno de los que estaba en la foto y lo realmente mágico de todo esto fue que esta tarea la realizaron en menos de veinte días.

Apenas comenzaron a llegar surgía la pregunta ¿y vos quién sos? y de manera inmediata venía un abrazo eterno, de esos que intentan recuperar los años perdidos. Físicamente quizás eran desconocidos pero al escuchar el nombre, volvían los recuerdos, las picardías cometidas y las risas, convirtiéndose de golpe en aquél compañero de banco.

Durante el encuentro fueron surgiendo anécdotas, “una de las chicas me contó que en séptimo faltaba mucho y nadie sabía el porqué, ella tenía su novio en la escuela Nº 185, se rateaban los dos y aprovechaban esas mañanas para verse”. Tiempo después se casaron y aún continúan formando una familia.

Otro de los exalumnos es Néstor Cheuqueman, reconocido artista de nuestra ciudad, al respecto David dijo “hoy escucharlo cantar es un enorme placer, pero en la primaria lo sufríamos, su primer escenario fue en nuestra escuela, daban ganas de tirarle tomates pero no, lo apoyábamos y mirá en lo que se convirtió con el correr del tiempo”.

Tienen algunos compañeros que han fallecido, tal es el caso de Gerardo Alberto Vélez, pero fueron sus hijos al almuerzo, uno de ellos, fue el animador del encuentro. Se reencontraron 45 compañeros.

Entre los grandes recuerdos que todos tenemos de nuestro paso por la escuela primaria, siempre surge algún rostro que nos hizo sentir las vivencias del amor, sobre eso David contó: “yo fichaba a una chica que no me daba bolilla, pero había otra que me fichaba y yo me entero ahora, 40 años después, que estaba enamorada de mí y me quiero matar”, dijo riéndose.

El viaje de egresados

En su momento habían reunido el dinero necesario para realizar su viaje de egresados, pero una de las chicas sugirió que lo donaran para hacer en la escuela un piso deportivo en el patio de atrás.

“Ahora que nos volvimos a juntar estamos decididos a hacer el viaje que dejamos pendiente, será el año que viene y estamos viendo precios en empresas de turismo, quieren ir todos, algunos con sus esposas o maridos”. Ahora deberán pedir permiso no a sus padres, sino a sus hijos, hermosa intención.

“Muchos de nosotros ya tenemos los hijos grandes y estamos solos, en mi caso tengo mucha actividad pero hay otros que no la están pasando bien, por eso, no vamos a dejar de vernos”, afirmó. La idea es juntarse una vez por mes para charlar, bailar y compartir, pasar un día de campo en Villa La Angostura y muchas otras actividades. “Lo más grave es que tenemos compañeros o compañeras que aunque están casados, se siente muy solos”.

De estas cosas se enteraron en menos de veinte días, demostrando que está intacta la complicidad que tenían cuando eran compañeros de escuela.

Como no podía faltar en un festejo de esta índole, hubo una hermosa torta con el logo de la escuela y una imagen de “Platero y yo”, libro que obligatoriamente, se leía entonces en los últimos años de primaria. La misma fue elaborada por Nelson Leiva.

La maestra

Marta Gamez de Fant se vio desbordada hasta el llanto por los momentos que estaba viviendo “mi etapa docente fue muy hermosa y jamás pensé que iba a vivir esto, el mejor regalo que recibí en mi vida”. Agradeció a sus exalumnos por haberla invitado “algunos al verlos supe quienes eran, otros no pero me decían su nombre o dónde se sentaban y ya está, los abrazaba y no quería soltarlos”.

Al hablar del viaje de egresados bromeando dijo “ahhh, no, yo tengo que ir porque estos chicos necesitan alguien que los cuide”.

Ella quiso hacer un brindis con todos, “esto lo valoro con el alma, propongo brindar para que todos tengamos mucha salud y que nos volvamos a reencontrar”.

El abanderado

Siempre en el aula hay algún compañero que aunque se esfuerce, tiene las peores notas. Este es el caso de Alejandro Rivera quien recuerda que una sola vez durante toda la primaria, fue elegido para izar la bandera. Su sueño era ser abanderado pero las notas, no iban junto con lo que tanto deseaba.

El inicio del almuerzo fue con una canción patria y eligieron a Alejandro, para que ingresara con la bandera de ceremonias, y hasta un delantal le consiguieron. Detrás de él, todos sus compañeros.

Enorme fue la felicidad que sintió y lo desbordó la emoción, como si la máquina del tiempo lo hubiera llevado a la niñez y entonces sí, lo había logrado. Incluso le hicieron un boletín de aquella época, donde todas sus notas eran el tan esperado “SO”.

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