Omar “Huracán” Narváez: “para mí, el boxeo es una forma de vida”

Bajó de su habitación del hotel en el que estaba hospedado y no tuvo problema en saludar a unos aficionados de Villa la Angostura que se acercaron en la previa del festival de la noche. Les consultó si tenían acercamiento al boxeo, y se puso a escuchar atento la breve carrera del púgil neuquino. Entre una charla amable, Omar “Huracán” Narváez aceptó dialogar con El Cordillerano sobre su estadía en Bariloche, la cual constó de una clínica y una exhibición en el Gimnasio N°1, ayer sábado por la noche.

El Cordillerano: ¿Cómo te recibió Bariloche?
Omar Narváez: Estoy muy contento de estar acá. El cariño de la gente siempre es muy lindo, me recibieron de diez. Estuvimos charlando con el intendente y el subsecretario de Deportes, donde me contaron el trabajo que hacían, y yo desde mi lugar aporte mi consejo, para que apoyen a los chicos.

EC: ¿Qué sentís con tanto cariño de la gente?
ON: Es muy lindo. Uno a veces no termina de dimensionar lo que genera. Cuando estas pelando lo único que querés es subir del ring y ganar y no tomas dimensión de lo que generás a través de una pantalla de televisión, dónde la gente se prepara para verte pelear. Con el tiempo la gente te cuenta sus anécdotas con tus peleas y ahí empezás a tomar dimensión de cómo la gente estuvo a lo largo de mi carrera.

EC: ¿En qué hacés hincapié en las clínicas?
ON: Siempre le digo a los chicos que lo principal es la preparación y lo que uno quiere en la vida. Siempre apuntar a lo más alto y dar lo mejor de nuestra parte para cumplir nuestras metas y nuestros sueños. Si queremos ser campeones lo tenemos que ser dentro y fuera del gimnasio. Tiene que ver con la conducta y el cuidado de la persona, sabiendo siempre lo que uno quiere y luchar por ese sueño.

EC: Más allá de la inactividad seguís entrenando y estás en condiciones de preparar una pelea…
ON: Yo adopté como costumbre no parar nunca. Cuando terminaba una pelea por el título del mundo paraba como mucho quince días, que para mí era una eternidad, porque mi vida ronda alrededor del boxeo. Para mí no es solo una profesión o un trabajo, sino una forma de vida. Estoy los siete días de la semana, pensando en cómo voy a entrenar, en cómo van a ser mis descansos y en todo eso. A los chicos que trabajan conmigo les digo lo mismo, para poder dejarle algo a los jóvenes.

EC: ¿Qué sentís al estar entrenando a tu hijo y a tu sobrino?
ON: Me gusta enseñar. Me doy cuenta que tengo vocación para transmitir lo que sé. Soy muy detallista con cada entrenamiento. No es fácil entrenar conmigo (risas), porque al haber sido exigente con mi carrera, también lo soy con el que está en frente mío. Me gusta que se trabaje con seriedad, que le pongan entusiasmo al trabajo, y que vayan al gimnasio a entrenar para dar lo mejor.

EC: Hay muchos que dicen que no salen tantos campeones en el boxeo nacional como en tu época. ¿Coincidís?
ON: Sí, estamos pasando un tiempo en el que el boxeo argentino no tiene un campeón claro. Estaba Brian Castaño que renunció al título, pero nada más. Estamos pasando un momento en el que no hay campeones en varones a diferencias de las mujeres, y los valores que están surgiendo a nivel mundial son pocos. De todas maneras creo que las nuevas camadas van venir muy fuertes como en mi época, que era la misma de Martínez, Mathysse, Maidana, Cuellar y otras más.

EC: ¿Hay una nueva vuelta del “Huracán”?
ON: Para diciembre estamos esperando confirmar. Sería en Buenos Aires en la Federación Argentina de Boxeo. Yo entreno y espero siempre una pelea. Estoy preparado para que me digan que peleo en tres semanas. Ajusto algo y estoy preparado. Es algo bueno que también le transmito a los más chicos.

David Argel Fotos: Fabio Hernández