Ardió la casilla de un hombre que fue asesinado de varias puñaladas en julio pasado

La escalada de violencia en el barrio San Cayetanito, no se detiene. Si bien no se confirmó que el incendio haya comenzado de manera intencional, hay sospechas de que haya sido así.

La casa pertenece a Adrián Boock, el hombre que el 20 de julio pasado fue asesinado de varias puñaladas.

La vivienda, ubicada sobre calle Namuncurá, quedó reducida a cenizas durante la madrugada de ayer, al ser consumida íntegramente por un incendio estructural. Fuentes policiales informaron que se realizará un trabajo minucioso para tratar de determinar las causas que dieron origen al fuego.

Por el crimen de Boock hubo tres detenidos, el último a mediados de agosto, siendo este uno de los más complicados por que se sospecha que fue el autor del homicidio.

Antes, efectivos del Cuerpo de Investigaciones Judiciales había detenido a otro hombre y a una mujer, quienes habrían participado del crimen.

El caso tuvo origen en el mismo barrio. Un hombre fue agredido brutalmente luego de atacar a un perro. Como venganza, los dueños del animal agredieron a Gerardo Antrichipay, quien todavía está internado. Allegados a Antrichipay son quienes están sospechados de participar en el homicidio de Boock.

En relación a ese homicidio, varias personas ingresaron a un domicilio con intención de asesinar a la víctima, utilizando para ello armas blancas de importantes dimensiones.

En el interior de la casa sorprendieron a la víctima y al dueño de la vivienda mientras dormían, rápidamente redujo al dueño manteniéndolo aprehendido y bajo amenaza a un costado de la casa. En esas circunstancias, los atacantes le aplicaron puntazos a Boock en distintas partes del cuerpo. La víctima murió producto de un shock hipovolémico, provocado por la excesiva pérdida de sangre.