NUEVO LIBRO DE LA POETA

| 07/09/2019

Carolina Biscayart da a conocer “Un lugar para los huesos”

Textos: Adrián Moyan/ Foto: Tonny Romano
Carolina Biscayart da a conocer “Un lugar para los huesos”
Carolina Biscayart, en su visita a El Cordillerano.
Carolina Biscayart, en su visita a El Cordillerano.

Dos años después de su registro anterior, la vecina de Dina Huapi se dejó influir por la “realidad externa” que signó a la región en los últimos dos años. Profundos cuestionamientos en todas direcciones.

Carolina Biscayart piensa con detenimiento cada palabra que dice y no hace falta que el cronista pregunte demasiado. La poeta tiene en su haber nuevo libro: “Un lugar para los huesos” (El suri porfiado – 2019), al que se dispone presentar el próximo viernes (13 de septiembre). Habla pausado y al borde de la emoción para explicar 47 páginas de versos que marcan una diferencia en relación a sus producciones anteriores. Definitivo su vínculo con la época.

La flamante publicación “tiene un proceso distinto a los anteriores porque la realidad externa influyó más en lo interno, a diferencia de otros en mi manifestación poética que por ahí, son más introspectivos”, arrancó Biscayart. El libro surgió “de las cosas que ocurrieron en estos años y de observar con cierto asombro, porque a pesar de que uno espera ciertas cosas, no deja de asombrarse con esto del humano contra el humano y de la poca filosofía interna en las búsquedas personales”, definió.

Para la poeta, “es como si hubiera una banalización de todo, discursos repetidos y pocas preguntas en la sociedad en general, que realmente me entristecieron muchísimo y bueno, la forma de canalizar para mí, siempre es escribir”, se justificó. “Entonces, se fueron juntando los poemas de este libro en distintos momentos ante distintas situaciones hasta que tuvieron un hilo común. En realidad, pensé que nunca iba a publicarse porque primero, a veces me hago muchas preguntas sobre el sentido de mostrar el trabajo”, dijo, cuestionadora.

Según la autora “hay mucha necesidad de publicar, sobre la cual también me hago muchas preguntas porque sobre todo en la literatura, valoro mucho la cuestión introspectiva del análisis, del trabajo, la labor de hormiga de mirar y mirarlo mucho antes de sacarlo (al libro). Muchas veces, veo que hay más necesidad de mostrar que de tomarse ese tiempo y no es mi proceso o mi forma, pero se lo terminé mostrando a un poeta amigo y lo había leído en un encuentro latinoamericano que hubo el año pasado en Buenos Aires, se generó una rueda y Carlos Aldazábal, editor de El suri porfiado, me dijo de publicarlo este año”, historió.

Milagro de supervivencia en el peor momento del sector editorial, el editor del sello especializado “me ayudó mucho para que llegara a ser publicado. Siempre la red de poesía tiene la cosa de mirar más allá, una solidaridad particular que nos sostiene, así que terminó siendo libro”, redondeó la vecina de Dina Huapi, que dos años atrás había publicado “El inevitable trazo de las horas”, una suerte de antecesor del libro nuevo.

Declamación

“No me gusta mucho declamar en la poesía pero en cierta forma, tiene por momentos algo de declamación, que es también distinto en relación a mi poética de siempre”, continuó Biscayart. “No tiene que ver con la aseveración sino con una especie de grito, tiene mucho de cuestionamiento a la sociedad y me interpela a mí también, sobre nuestra capacidad de preguntarnos, de ver qué decimos, por qué y cómo se fundamenta nuestro pensamiento. Estos años me hicieron pensar mucho en eso”, resaltó.

Precisamente, en el anterior “había de eso y se fue como acentuando. La poesía siempre es una verdad propia, elaborada en la pregunta y repregunta constante, por ahí en otros libros era más suave pero esta vez la vi con más crudeza porque había cierta incomprensión ante tanta agresión. Cuando digo visión de la sociedad o aseveraciones me refiero al juicio y también a la justicia, hay muchos poemas que hablan de justicia y de jueces, refiriéndose a la justicia como organismo y también a la justicia a la que apela como argumento cualquier ser humano”.

Biscayart también ronda por “el concepto de verdad, que ni siquiera es propia o elaborada porque no es una cuestión de qué se dice, sino cómo y desde dónde, porque cada uno tiene una verdad diferente pero el dónde y el cómo me siguen asombrando”, insistió. “Tal vez en conjuntos de pares, uno se siente más contenido y está con la realidad un poco más recortada, pero cuando pasaron cosas muy movilizadoras, mi mirada se fue hacia muchos lugares y mis preguntas también. Generaron un poco el tono y la trama del libro”.

Hasta en su nombre el nuevo trabajo es relativamente explícito. “Un lugar para los huesos tiene mucho que ver con la idea de territorio, de propiedad privada, de las cuestiones establecidas sobre lo que es de uno y lo que es de otros, las razones construidas respecto a eso, las sostenidas desde diversos lugares y lo absurdo que es el sistema”, señaló la poeta. “Con ese grado de absurdo necesitaba hacerme mis propias preguntas porque a mí, la poesía me ordena. En medio del absurdo, que es una especie de caos y de desconcierto, sabía dónde estaba parada respecto de muchas cosas, pero pienso que el ser humano tiene que ir un poco más allá”.

En definitiva, “todo este replanteo me hizo pensar en la lucha por la tierra, en la recuperación de territorios, en los pueblos originarios, en los juicios que se emiten e incluso, en la idea de muerte y en los cementerios, en el concepto de verdad y en por qué hay verdades que son marketineras y otras que no son escuchadas”, cuestionó. “A mí siempre me mueve lo no escuchado, un poco la poesía es eso, poner en palabras eso que está silenciado. Preguntando es como genero el hecho poético”.

Así las cosas, “Un lugar para los huesos” es, para Biscayart, “un libro más inspirado en lo regional que otros, porque estuve muy en el contexto de la región. Siento que otros libros son más universales en cierto punto. Este también termina siendo universal pero al alimento poético lo sentí aquí, es como que voy acercando más a la región en la medida que pasa el tiempo porque nací en Mar del Plata (1972). Me voy acercando lentamente”, describió. Y definitivamente.

Protagonismo de la poesía

“Un lugar para los huesos” se va a presentar el viernes que viene en el salón del SOYEM (Gallardo 1262). “Va a venir la poeta Tamara Padrón, desde San Martín de los Andes. Ella va a decir algunas palabras sobre el libro y leer algunos poemas”, anticipó Carolina Biscayart. “Víctor Batán va a convocar algunos músicos y creo que va a estar Marcelo Saccomanno”, se esperanzó la poeta.

“A mí no me interesa hablar de mí en una presentación de poesía, sino que el protagonismo lo tenga la poesía y a veces, es medio difícil armar eso. Las presentaciones también me generan un conflicto porque tampoco uno se puede ir demasiado de los estándares porque la gente busca el estándar de determinadas cosas como un parámetro para ver de qué se trata. Entonces, dentro de esos estándares busqué gente que me parece copada, con la que uno tiene afinidad y una mirada del mundo similar”, se excusó. No hacía falta.

Naturaleza

El bosque sangriento
dio medida a tu libertad
frenó el latido como en un juego
los árboles insisten en ser ejército
el corazón deja su baile para dormir en la tierra
hoy los pájaros te lloran
no sabían llorar
y los libres caminan
con su mirada miope
a lo único cierto
a su muerte
que espera
sentada y bostezando.

Textos: Adrián Moyan/ Foto: Tonny Romano

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