Tenían las “H” de palos de pino y el sábado inaugurarán las de hierro

La historia del deporte de Bariloche está repleta de dirigentes “locos” que luchan a destajo contra la corriente, con la sola finalidad de cumplir el sueño de muchos. Este fin de semana, el sueño de los dirigentes de Bariloche Rugby Club, comenzará a tomar un poco de color.

Bariloche Rugby Club es una entidad nacida hace menos de una década y que hoy está dirigida por menos de 15 personas que hacen lo imposible por contener a más de 100 chicos y chicas de diferentes barrios de nuestra ciudad. Su presidente, Gustavo Capurro, tiene detrás a una decena de exjugadores que, tal cual lo hacen en un scrum, empujan a esta institución contra la corriente y con un solo objetivo, su crecimiento.

El club migró de un lugar a otro. Funcionó en el campito del Teleférico Cerro Otto donde los chicos realizaban sus entrenamientos, luego se trasladaron al camping de la Asociación de Empleados de Comercio (AMEC) y ahora el Jockey Club Bariloche les abrió las puertas del hipódromo para que, en el óvalo central, puedan concretar el sueño de su cancha.

Hasta ahora sus “H” estaban confeccionadas con palos de pino, sin siquiera tratar. Los habían hecho con lo que tenían, o con lo que pudieron, pero con mucho cariño hacia el deporte que aman todos sus integrantes. Uno de los miembros de la comisión tomó una fotografía de los palos que estaban instalados y de inmediato llegó a una entidad de Buenos Aires, nada menos que a Buenos Aires Cricket y Rugby Club, uno de los clubes fundadores de la Unión Argentina de Rugby. Sus directivos se pusieron en contacto con sus pares barilochenses y les ofrecieron todo lo que tenían en ese momento, palos de hierro, pecheras, camisetas, conos. Solo había que trasladarlos a Bariloche desde el centro neurálgico del país. A partir de allí se armó una gran cadena, donde entró en juego la empresa Transportes Imaz, que desinteresadamente, a través de Lito Imaz, se ofreció a trasladar todo lo que fuera necesario sin que la institución pusiera un solo centavo.

La historia, como toda historia buena, tendrá un final feliz este fin de semana, cuando se pongan los palos en dos canchas. En una de ellas se instalarán las “H” que fueron donadas por el club porteño, las otras, que fueron compradas por los miembros de la comisión, se pondrán en otro sector.

El presidente del club, Gustavo Capurro, le dijo a El Cordillerano: “estamos en un momento muy feliz para nuestra entidad. Tuvimos un bajón importante en cuanto a jugadores, pero hace ya varios meses venimos incorporando chicos en todas las categorías, hoy contamos con casi 100 en todas las divisiones y además tenemos el equipo femenino. Las chicas trabajan codo a codo con nosotros y eso es muy loable. Hoy tengo que agradecer a mucha gente, los padres, las entidades que nos han abierto las puertas, a la provincia de Río Negro que cada vez que pudo nos abrió las puertas y nos brindó una mano. Tengo un grupo de personas, exjugadores que aportan siempre y trabajamos en pos de este deporte, de su semillero y de todas las divisiones”.

Otro de los integrantes, Alejandro “Chapa” Luzzardi, dijo que “hay un grupo de quince personas, todos exjugadores de diferentes clubes que empujan mucho. Tenemos chicos de diferentes barrios que vienen e intentamos contenerlos con lo que nosotros podemos brindar. Este fin de semana para nosotros será un día festivo”.

Esta inauguración se hará en el marco de un partido por el Regional, en el que BRC se medirá ante Dinos de Plaza Huincul. Bariloche Rugby Club comienza a transitar ese camino soñado, con ayuda obviamente de clubes de Buenos Aires.

BRC tendrá el sábado una jornada histórica, la previa ya es una fiesta, todos pintan sus nuevos palos, todos ayudan, algunos ceban mate, otros acompañan, nadie quiere quedarse fuera de este momento histórico. La entidad local sigue los pasos de otro gran club que ha tenido un gran crecimiento, Dina Huapi. Dos instituciones que ante la lejana mirada de la Unión y solo con trabajo, no paran de crecer. Todo un ejemplo.

Martín Leuful