EN UNO O DOS MESES

| 16/07/2019

Podría haber "ratada" en la zona norte del Parque Nacional Nahuel Huapi

Podría haber "ratada" en la zona norte del Parque Nacional Nahuel Huapi
Ratón colilargo. (Foto: jacobita.cl)
Ratón colilargo. (Foto: jacobita.cl)

Lo anticipan desde el CEAN en base al monitoreo de la población de roedores. El mayor crecimiento poblacional sería de colilargos.

Tal como se anticipaba, a raíz de la abundancia de alimento producido por la floración masiva de la caña coliuhue en la zona norte del Parque Nacional, se incrementó la capacidad reproductiva de los roedores.

De esta manera, si en reproducción normal hay de 10 a 100 roedores por hectárea, con la oferta "extra" de comida por las semillas de la caña, como hipótesis de máxima un escenario posible es que la población se multiplique 10 veces.

El Centro de Ecología Aplicada del Neuquén (CEAN) viene realizando un monitoreo de la población de roedores en distintos puntos de la zona con capturas periódicas de ejemplares. En declaraciones a la prensa, Martín Monteverde, director de ecosistemas terrestres del CEAN, aseguró que por la abundante cantidad de semillas de caña- que cayeron en marzo- , este año el colilargo se reproduce más veces y las camadas son más numerosas.
“Hay mucho macho reproductivo y muchas hembras preñadas. Todavía hay mucha actividad reproductiva. Hay mucho ratón aunque no llegamos al pico. Hay mucho alimento para pasar el invierno y habrá que ver cuántos ratones quedan en el camino”, dijo Monteverde al diario Rio Negro, y agregó que cada ratada “puede ser más corta o extendida. En Huechulafquen se extendió por dos o tres meses; en el Manso, en cambio, fue solo un mes. Hubo una explosión demográfica y se fue. No sabemos qué va a pasar con ésta”.

En diálogo con "El cohete a la luna", Monteverde adelantó que según las proyecciones de estos muestreos, "en uno o dos meses se registrará el mayor pico de la ratada de colilargos, no de los otros roedores silvestres ni de ratas ´urbanas´”.

La floración masiva de la caña colihue abarca un área aproximada de 90 mil hectáreas, desde la zona de Brazo Rincón hasta el acceso a Traful en la ruta Siete Lagos y el río Correntoso en el extremo oeste. Por esa razón, en los barrios de Bandurrias y Arauco así como en Rincón las autoridades sanitarias y Municipio han intensificado la campaña de prevención. Incluso la Municipalidad inició un monitoreo edilicio en los barrios para identificar posibles riesgos.

La incógnita

Si bien se preveía el aumento de la población de roedores, no hay certeza de cuanto será el crecimiento y si los roedores se mantendrán en la montaña o habrá desplazamiento hacia la zona urbana.

Cuando el alimento se acabe, se puede esperar una dispersión de ratones hacia otros sectores en busca de comida. “Ahí pueden empezar a ingresar en los domicilios de la gente para comer lo que sea. Hacen nidos, comen mangueras, entran a los motores. Empieza una invasión muy fuerte y esto es lo que se llama ratada”, detalló el biólogoy aclaró que los monitoreos ayudan a determinar “si los ratones se van dispersando o no”. “Por ahora no”, dijo.

Después de la dispersión, por la escasez de alimento empiezan a morir y se reduce la población a valores normales.

Sobre el virus hanta y los roedores

Ciento once especies de roedores sigmodontinos nativos habitan la Argentina, pero sólo 6 de ellas han sido identificadas como reservorio del virus en esas cuatro regiones y pueden transmitirlo al humano. Entre las seis figura el colilargo patagónico, que puede transmitir el virus denominado "hanta andes"

El hantavirus se presenta de manera asintomática en los roedores infectados, mayormente machos adultos, y no tendría efecto sobre su sobrevida. A su vez, el virus no está presente en todos los individuos de la población reservorio sino en un porcentaje que, en promedio, ronda el 10% de la población. Sin embargo, estos valores presentan una amplia variación temporal y espacial que va del 0% al 40% en ambientes silvestres.

Las especies de roedores aquí mencionadas habitan naturalmente ambientes silvestres. Sin embargo, pueden encontrarse en lugares rurales, periurbanos y, en menor proporción, en grandes parques urbanos, generalmente cerca de cuerpos de agua, matorrales y lugares con vegetación. Ocasionalmente pueden refugiarse dentro de
viviendas o galpones cercanos a estos ambientes.

Su abundancia depende de la interacción de diversos factores ambientales, meteorológicos (temperatura, precipitación) y antrópicos. El número de individuos que conforman las poblaciones fluctúa según el alimento disponible y las condiciones ambientales. De manera general, sus períodos reproductivos se limitan a la primavera y parte del verano, presentando mayor mortalidad durante las estaciones más frías. Excepcionalmente, como en años muy cálidos, lluviosos o con mayor oferta de alimento, la actividad reproductiva se extiende al otoño e invierno.

Los roedores responden rápidamente ante una gran oferta de alimento, produciendo más crías por camada y teniendo más camadas por año, desencadenando fenómenos conocidos como "ratadas".

Estas ratadas pueden ocurrir en sitios puntuales y en áreas pequeñas (como la ocurrida en Villa La Angostura en el ‘97) o bien pueden manifestarse a escala regional, como sucede con el colilargo patagónico (Oligoryzomys longicaudatus) durante las semillazones masivas de la caña colihue.

Los roedores infectados liberan el virus al medio en sus heces, orina y saliva. La transmisión a humanos ocurre principalmente por inhalación de aerosoles cargados de partículas virales provenientes de esas secreciones. Otras vías de transmisión pueden ser a través de las mucosas de los ojos, lesiones en la piel o, más raramente, por mordedura de un animal infectado.

La transmisión persona a persona fue descripta para la región patagónica a partir de un caso ocurrido en El Bolsón (año 1996, genotipo Sur) y en la región Centro a partir de un caso en Buenos Aires (año 2002, genotipo Buenos Aires).

Las posibilidades de exposición a los hantavirus son mayores cuando las personas trabajan, juegan, viven o frecuentan lugares donde habitan estas especies de roedores.

Los ambientes cerrados (galpones, corrales, obradores) con una infestación constante deroedores, representarían los sitios con mayor riesgo de infección para humanos.

Fuente: Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos. CEAN

El contagio "persona a persona"

El "hanta andes", como se denomina a la cepa identificada en la región patagónica, se caracteriza en que después del contagio inicial, el virus se puede transmitir de persona a persona.

Según un informe de la Sociedad Argentina de Infectología, "la secuenciación completa de genoma viral del brote de hantavirus en Epuyén confirma la transmisión persona a persona".

El primer infectado del brote de Epuyén habría contraido el virus cuando recolectaba hongos silvestres en un bosque cercano a su vivienda. El hombre asistió a una fiesta de 15 años y allí otras personas contrajeron el virus. De esta manera, el brote y dispersión del virus no se debió por la presencia de roedores y floración de la caña -que en esa zona no se produjo- , aunque el contagio del primer infectado pudo estar vinculado a la presencia de roedores en ese sector particular.

"El 2 de Noviembre de 2018 se inició un brote de Síndrome Pulmonar por Hantavirus (SPH) con foco en Epuyén, provincia de Chubut, y que afectó hasta el momento a las localidades aledañas de Trevelin y El Maitén, (Chubut), El Bolsón (Rio Negro) y que derivó en el contagio de un caso en la ciudad chilena Palena", señala el informe de la SADI.

"El brote, de magnitud sin precedentes, ha involucrado 34 casos de los cuales 12 han fallecido. La tasa de letalidad resultó casi el doble en mujeres que en hombres (40% contra 21,4%). Hacia fines de diciembre se impusieron aislamientos domiciliarios a aquellas personas que estuvieron en contacto con casos confirmados, lo cual logró limitar una mayor expansión del brote", agrega.

"En base al patrón de ocurrencia de casos, de forma agrupada en un breve lapso de tiempo, sumado a la baja abundancia de roedores en las zonas de residencia de los casos y a la evaluación ambiental en torno a los lugares de probable contagio, se sospechó tempranamente la posibilidad de que la dispersión viral ocurriera de persona a persona, mecanismo que ha sido postulado previamente (Padula et al., 1998; Martinez VP et al., 2005)."

"El análisis comparativo arrojó como primer resultado, que el genotipo viral causante del brote efectivamente fue Andes Sur, el cual ya había sido identificado. Además, se halló un porcentaje de identidad genética de 99.9% entre todas las secuencias del brote analizadas. Este hallazgo confirma unívocamente el mecanismo de transmisión persona a persona. La comparación con secuencias genómicas pertenecientes a casos no relacionados al brote y correspondientes a otras regiones endémicas de nuestro país y/o genomas completos previamente publicados de Hantavirus, mostró claramente que la cepa involucrada en el brote de Epuyén presenta una mayor identidad con la cepa del brote del año 1996 ocurrido en El Bolsón, donde se postuló por primera vez la transmisión interhumana (Padula et al., 1998)", señala la SADI.

Asimismo, el informe advierte que "en este análisis comparativo con otras cepas presentes en la región, han podido identificarse además, cambios ´exclusivos´ en el genoma viral de la cepa involucrada en este brote, que podrían conferirle un mayor potencial de dispersión. Cabe destacar que, a diferencia de lo ocurrido en el año 1996 en El Bolsón, el brote de Epuyén no se autolimitó, sino que requirió la imposición de medidas estrictas de aislamiento respiratorio selectivo para cortar la cadena de transmisión".

"La transmisión interhumana para Virus Andes fue inicialmente postulada en el año 1996, pero en ese momento se disponía como evidencia en favor de ella, de la información proveniente de secuencias parciales del genoma de Hantavirus, correspondientes sólo a los segmentos genómicos M y S.. El presente análisis utilizando tecnologías innovadoras de secuenciación de nueva generación, constituye el primer reporte confirmatorio del mecanismo de transmisión interhumana por análisis completo del genoma del Virus Andes, único Hantavirus en el mundo que a la fecha ha mostrado esta capacidad de dispersión”. (Fuente: diarioandino.com.ar)

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