15/07/2019

El primer ensayo del SAOCOM 1B fue exitoso

Diego Llorente
El primer ensayo del SAOCOM 1B fue exitoso
La prueba del SAOCOM 1B fue perfecta.
La prueba del SAOCOM 1B fue perfecta.

A menos de un año del lanzamiento del SAOCOM 1A, su hermano gemelo, el SAOCOM 1B, está terminado. El equipo de CONAE, CNEA, INVAP y VENG completó la fase de integración e iniciaron los ensayos de verificación.

El primer ensayo en CEATSA en Bariloche, correspondió a la apertura de la antena radar SAR, en condiciones similares a las que se darán una vez que el SAOCOM 1B sea puesto en órbita.

En el espacio se abrirá una única vez y para siempre. En Tierra se prueba este despliegue (y también el cierre) para estar seguros y confiados en que todo saldrá bien.

A fin de año, Argentina tendrá su segundo satélite con tecnología de radar en el espacio: el SAOCOM 1B, que al igual que el 1A podrá aportar datos sobre humedad del suelo, identificar zonas de inundación para dar alertas tempranas, producir mapas de riesgo de enfermedades de cultivos, detectar movimientos del terreno, desplazamientos de glaciares y prevenir, monitorear y evaluar catástrofes.

El artefacto podría ser puesto en órbita en diciembre de este año. En función de los buenos resultados del Satélite Argentino de Observación con Microondas (SAOCOM) 1A, lanzado en octubre de 2018, las empresas participantes, las pruebas, las actividades y etapas son las mismas para el 1B.

Por esa razón, el 1B es un “gemelo” del 1A. A diferencia de los satélites ópticos, los dos SAOCOM tienen radares que emiten un pulso de onda hacia la superficie de un área de la Tierra que, al rebotar y regresar al satélite, brinda información sobre las estructuras y formas con las que interactuó.

Todos los datos son almacenados y luego, en la estación central de recepción, en Córdoba, un procesador interpreta los datos de radar y los convierte en imágenes y en distintos productos, como mapas de humedad del suelo.

El 1A y el 1B trabajarán juntos, ya que la información que emite un satélite puede ser procesada por el otro. De esta manera, por ejemplo, se pueden tomar las alturas entre dos puntos de la superficie para conocer los niveles del terreno y predecir hasta dónde subirá el agua en el caso de una inundación.

Ambos satélites estarán en la misma órbita, separados entre sí por 180°; es decir que cuando uno de ellos esté pasando sobre el Polo Norte, el otro lo hará sobre el Polo Sur. Además, junto con otros cuatro satélites italianos, conformarán el Sistema Italo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE), que calculan estará en pleno funcionamiento a partir de agosto de 2020.

La misión implicó una inversión de 600 millones de dólares e incluye los dos satélites SAOCOM y toda la infraestructura para dar servicio a ambos y a futuros proyectos espaciales. Abarca la instalación de la Estación Terrena Tierra del Fuego, el Centro de Control de Misión SAOCOM en Córdoba, para recibir los datos y distribuir las imágenes satelitales, y el Laboratorio de Integración y Ensayos de CONAE.

Diego Llorente

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