HABIA SIDO JUZGADO POR PARRICIDIO

| 05/07/2019

La Corte Suprema rechazó un recurso fiscal contra la rebaja de pena de un condenado

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, rechazó el recurso de queja intentado por el fiscal general de la provincia. Es en el caso en el que se intenta revisar la decisión de modificar la carátula y el monto de la pena de un joven condenado por asesinar a su padre. La fiscalía pretendía modificar la calificación dada en una instancia de revisión, mediante la cual redujeron la pena de ocho a cuatro años de prisión.

Miguel Ángel Huenuqueo Rojo había sido condenado a la pena de ocho años de prisión por el homicidio agravado por el vínculo de su padre, Amador Huenuqueo. Habían entendido los jueces de la Cámara Primera del Crimen que en el hecho mediaban circunstancias especiales de atenuación y por ello no aplicaron la pena de prisión perpetua que rige para ese tipo de delitos.

Sin embargo, en una instancia de revisión, el Superior Tribunal de Justicia de la provincia determinó que el encuadre jurídico dado al hecho había sido erróneo y tras calificar el episodio como homicidio agravado por el vínculo, con exceso en la legítima defensa, remitió nuevamente el expediente a la Cámara Primera para que resuelva en ese sentido. Así, los jueces modificaron la condena de ocho años que le habían impuesto inicialmente y lo condenaron a cuatro años de prisión y la obligación de someterse a un tratamiento para su adicción al alcohol.

La fiscalía apeló el fallo ante el máximo tribunal rionegrino, solicitando un recurso extraordinario federal, para que el caso sea revisado en la Corte Suprema. Sin embargo el planteo fue rechazado y ello motivó un recurso de queja ante la Corte, que ahora desestimó la pretensión fiscal.

Huenuqueo Rojo fue condenado por haber atacado a su padre la noche del 9 de septiembre de 2015. El hecho ocurrió en el interior del domicilio de la víctima, ubicado en el barrio Pilar II.

El joven había ido a visitar a sus padres Margarita Martínez y Amador Huenuqueo, pero se enojó porque su madre había bajado el volumen de la radio y comenzó una discusión de elevado tono. Amador intervino y según la sentencia del STJ golpeó con una barreta a su hijo, que le arrebató el arma y comenzó a agredirlo.

Huenuqueo Rojo le aplicó un puntazo que penetró en la cavidad craneana de abajo hacia arriba y le causó una lesión en el tronco cerebral. Cuando Amador cayó al piso del comedor de la vivienda, su hijo lo agredió con una barreta, en la cabeza, espalda y brazos.

Margarita intentó defender a Amador pero el imputado la agredió tomándola de los cabellos y terminó huyendo de la vivienda para buscar ayuda. La víctima murió minutos después. Huenuqueo Rojo se marchó y policías lo detuvieron esa noche en los alrededores. “Sí, le pegué, sino el muerto iba a ser yo”, declaró el imputado en el juicio.

El acusado tuvo una infancia dura. Se crió en un hogar de menores de Bariloche y a los 8 años lo adoptó una mujer de El Bolsón. Siendo adolescente quiso conocer a sus padres biológicos Amador y Margarita y los visitaba con frecuencia. Además, padecía una fuerte adicción a las bebidas alcohólicas. El día en que asesinó a su padre no fue la excepción.

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